El animalismo pone coto a los rituales halal y ¡®kosher¡¯ en Europa
B¨¦lgica se suma a la lista de pa¨ªses que obligan al aturdimiento previo del ganado para reducir su sufrimiento pese a las protestas de jud¨ªos y musulmanes
Los permisos especiales concedidos a las comunidades jud¨ªa y musulmana para sacrificar animales seg¨²n su propio ritual, desangr¨¢ndose despiertos sin que hayan sido aturdidos previamente como estipulan las leyes europeas, son cada vez m¨¢s contestados por animalistas y gobernantes del continente debido a la crueldad del m¨¦todo.
El ¨²ltimo pa¨ªs donde las reglas han cambiado ha sido B¨¦lgica. En Flandes, la regi¨®n m¨¢s poblada, las nuevas leyes proh¨ªben matarlos sin aturdimiento previo desde comienzos de enero. En septiembre, justo despu¨¦s de la festividad isl¨¢mica del sacrificio, suceder¨¢ lo mismo en Valonia. Bruselas, la otra regi¨®n belga, el mayor asentamiento de musulmanes del pa¨ªs y sede del principal matadero halal (sacrificio de animales seg¨²n los ritos prescritos por el Cor¨¢n), todav¨ªa no ha impuesto restricciones, pero la controversia sobrevuela la agenda p¨²blica.
¡°Es un d¨ªa triste para los jud¨ªos en Europa, un d¨ªa triste para la libertad religiosa¡±, lament¨® el presidente de los rabinos europeos, Pinchas Goldschmidt, horas antes de que el reglamento empezara a funcionar en Flandes.
El debate ha surgido intermitentemente a lo largo y ancho de Europa en los ¨²ltimos a?os, y enfrenta el derecho de las religiones a conservar sus tradiciones con el cada vez m¨¢s influyente movimiento animalista. El revoltijo de actores implicados incluye un tercer protagonista al que las entidades ecologistas evitan como aliada: la ascendente extrema derecha europea con la francesa Marine Le Pen al frente, que ha utilizado el asunto recurrentemente.
El ritual de sacrificio de ambas confesiones cuenta con particularidades propias, pero tienen en com¨²n que no utilizan una pistola aturdidora, una descarga el¨¦ctrica o gas para hacer perder la consciencia al animal. En la tradici¨®n musulmana, el matarife da un corte seco al cuello mirando hacia La Meca mientras se invoca a Al¨¢. La matanza ritual jud¨ªa implica un corte profundo y uniforme en la garganta con un cuchillo afilado. Ambos m¨¦todos son considerados brutales por parte de las asociaciones animalistas por realizarse con el animal despierto.
Los expertos respaldan esa tesis: la Federaci¨®n de Veterinarios de Europa ve inaceptable el sacrificio sin aturdimiento por el estr¨¦s que genera el proceso al animal y el riesgo de prolongar su agon¨ªa varios minutos hasta que finalmente pierde la consciencia.
La directiva europea permite a cada Estado decidir si los rituales religiosos de sacrificio quedan exentos de cumplir el precepto de aturdir al animal con antelaci¨®n, obligatorio para el resto. La gran mayor¨ªa de pa¨ªses, entre ellos Espa?a, elige conceder ese privilegio. Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Eslovenia est¨¢n entre las que no aceptan ninguna excepci¨®n. Otros, como Holanda y Alemania, han optado por soluciones intermedias: solo autorizan este tipo de sacrificios para cubrir las necesidades de la comunidad local, no para su exportaci¨®n. En Finlandia el debate est¨¢ de actualidad, y Polonia lleg¨® a prohibirlo, pero la justicia le oblig¨® a rectificar en 2014 al tildar la decisi¨®n de inconstitucional.
La diferencia de B¨¦lgica con los casos precedentes es su impacto: se estima que entre sus 11 millones de habitantes viven m¨¢s de 500.000 musulmanes y 30.000 jud¨ªos, una cifra muy superior a la del resto. El veto ha tejido una inusual alianza entre sus representantes, pero ni la presi¨®n de sus l¨ªderes, ni los llamamientos al Consejo de Estado han dado resultado por ahora. El Tribunal Constitucional belga deber¨¢ pronunciarse al respecto pr¨®ximamente.
Ante las voces que ven en las restricciones una intervenci¨®n excesiva de los poderes p¨²blicos en la esfera religiosa, tanto sus inspiradores como las asociaciones animalistas replican que su intenci¨®n no es ir contra ninguna tradici¨®n, sino poner fin a un sufrimiento evitable. ¡°Cortarle la garganta a un animal vivo es hacerle sufrir. Hay gente que quiere seguir viviendo en la Edad Media¡±, critica Ann de Greef, directora de la organizaci¨®n animalista GAIA, implicada en las negociaciones.
Su entidad ve compatible el aturdimiento del animal con mantener el rito religioso, y cita el ejemplo de Nueva Zelanda, el mayor exportador de carne halal del mundo, donde es obligatorio. Sin embargo, hay pa¨ªses que no aceptan su producci¨®n por considerar que no se ajusta al rito isl¨¢mico. ¡°No se puede excluir que se adapten a la norma, pero en estas dos minor¨ªas se ha instalado una sensaci¨®n de agravio al ver que mientras se alude al bienestar animal se permiten en Europa actividades como la caza o las corridas de toros¡±, alerta la investigadora belga Caroline Sagesser.
Impacto econ¨®mico
Los decibelios han subido en las ¨²ltimas semanas. Los representantes de la comunidad jud¨ªa acusan a Flandes y Valonia de provocar ¡°la crisis m¨¢s grave desde la Segunda Guerra Mundial¡±, cuando B¨¦lgica fue ocupada por los nazis. El Congreso Jud¨ªo Europeo dice que no hay alternativas, y teme ¡°un efecto domin¨®¡± en el resto del continente. ¡°Hay amplias evidencias de que los sacrificios religiosos son tan humanos como los mec¨¢nicos¡±, defienden.
Diputados musulmanes de Bruselas han ampliado el abanico de argumentos y advierten de un impacto econ¨®mico negativo: alegan que se pone en riesgo la viabilidad de algunos mataderos, se destruir¨¢n empleos, y la carne ser¨¢ m¨¢s cara. Adem¨¢s, cuestionan su utilidad para el bienestar animal: la carne halal o kosher podr¨ªa dejar de producirse en B¨¦lgica para ser importada de pa¨ªses donde el ritual s¨ª es legal.
¡°Es una limitaci¨®n de la libertad religiosa de los musulmanes¡±
RIAY TATARY | Presidente de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a
¡°Es una limitaci¨®n de la libertad religiosa de los musulmanes¡±
ESTHER BENDAHAN | Directora de Cultura del Centro Sefarad
¡°Esto es producto de la incomprensi¨®n y los prejuicios¡±
Me extra?a mucho que pase esto. Hay una directiva europea que ampara esta pr¨¢ctica. Los musulmanes y los jud¨ªos velan por no causar ning¨²n sufrimiento al animal. No s¨¦ por qu¨¦ quieren usar una normativa que no favorece la inclusi¨®n". Riay Tatary, presidente de la Comisi¨®n Isl¨¢mica Espa?ola (CIE), deja claro su rechazo a la decisi¨®n de B¨¦lgica de sumarse a la tendencia europea de prohibir el sacrificio de animales sin haberlos aturdido previamente: "Es una limitaci¨®n de la libertad religiosa".
Tatary cree que la visi¨®n social de estos rituales est¨¢ distorsionada por algunos v¨ªdeos que se cuelgan en las redes sociales por personas que quieren "hacer da?o a la fe musulmana". "Estas im¨¢genes han sido grabadas en otras partes del mundo donde torturan al animal y no tienen nada que ver con el sacrificio isl¨¢mico", explica. Seg¨²n relata, los matarifes son personas cualificadas que saben c¨®mo evitar el sufrimiento del animal. "No hace falta pistola ni nada para aturdirle, lo que hace falta es hacerlo adecuadamente", comenta. El comercio es otro de los factores que, en su opini¨®n, se puede ver perjudicado. "El comercio c¨¢rnico halal ha crecido en los ¨²ltimos a?os en Espa?a, tambi¨¦n las exportaciones", afirma.
A Esther Bendahan, miembro de la comunidad jud¨ªa de Madrid ¡ªuna de las m¨¢s grandes de Espa?a¡ª y directora de Cultura del Centro Sefarad-Israel, subraya que le parece "parad¨®jico" que se vincule el ritual kosher con una pr¨¢ctica violenta cuando "lo que se pretende es matar al animal" con un m¨¦todo con el que sufra lo menos posible. El rito, vetado por varios pa¨ªses del continente si no se aturde previamente a los animales, defiende ¡ªseg¨²n Bendahan¡ª una buena ¨¦tica del tratamiento animal. Por ejemplo, est¨¢ prohibido comer animales cazados. "Por eso, a veces, te preguntas por qu¨¦ en esos pa¨ªses, como Suecia, proh¨ªben estas pr¨¢cticas religiosas y no la caza", argumenta.
Bendahan explica que estas medidas afectan a la vida diaria de muchas personas que residen en los pa¨ªses que est¨¢n empezando a aplicar estas normas. "Todo esto es producto de la incomprensi¨®n y de los prejuicios que a¨²n se tienen sobre la cultura jud¨ªa. Nadie puede determinar con exactitud el grado de sufrimiento de un animal, lo que s¨ª sabemos es que la practica jud¨ªa se ha preocupado por esto desde hace siglos", explica. E incide en que la educaci¨®n es b¨¢sica para entender estas tradiciones.
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