La protesta clim¨¢tica llega a Francia con decenas de miles de manifestantes
Pese al consenso en torno a la protesta, el medio ambiente es un factor de divisi¨®n en la pol¨ªtica francesa
Francia, acostumbrada en los ¨²ltimos meses a manifestaciones que sol¨ªan acabar con violencia y que, en todo caso, causaban divisiones profundas en el pa¨ªs, vivi¨® este jueves un momento de protesta positiva y armoniosa. Esta vez, parec¨ªa que nadie quisiera elevar la voz contra los manifestantes, decenas de miles de adolescentes y j¨®venes que salieron a las calles de las principales ciudades del pa¨ªs. Y el resentimiento o la desesperaci¨®n tampoco eran la nota dominante, aunque la amenaza del cambio clim¨¢tico pudiera calificarse de desesperante y seguramente habr¨ªa varios candidatos para ser objeto del resentimiento.
La marcha por el clima congreg¨® a unas 30.000 personas en Par¨ªs, 12.000 en Lyon, 10.500 en Nantes, 5.500 en Montpellier, 3.000 en Burdeos y una cifra similar en Marsella, seg¨²n datos citados por la agencia France Presse. Ninguna protesta, excepto la de la capital, fue masiva. Pero si se suman todas, son un indicio de que la movilizaci¨®n juvenil instigada por la sueca Greta Thunberg empieza a prender en Francia, donde hasta ahora hab¨ªa tenido una incidencia menor que en otros pa¨ªses. Las huelgas parciales en los institutos fueron toleradas, aunque no expl¨ªcitamente fomentadas, por las autoridades educativas, que pidieron, en cambio, que en las aulas se aprovechase la jornada para abordar el cambio clim¨¢tico y el medio ambiente.
¡°Es bastante l¨®gico y, a fin de cuentas, evidente que la juventud sea la locomotora de la movilizaci¨®n en estas cuestiones¡±, dijo el ministro de la Educaci¨®n Nacional, Jean-Michel Blanquer. ¡°Esto no debe desembocar ¨²nicamente en un grito de alarma sino en propuestas. Y para esto debe servir la jornada de debates en los liceos¡±, a?adi¨®.
En Marsella, los estudiantes se congregaron en el Viejo Puerto en un ambiente festivo y desfilaron hacia la sede del Ayuntamiento y despu¨¦s de la sede de la Prefectura. ¡°Y uno, y dos, y tres grados / es un crimen contra humanidad¡±, cantaban, y ¡°todos somos hijos de la tierra¡±. Hab¨ªan llegado con sus pancartas confeccionadas en casa, algunas con mensajes procaces y jocosos. ¡°Deja de joder a tu mar¡±; dec¨ªa una, en un juego de palabras entre mar (mer en franc¨¦s) y madre (m¨¨re). Otra dec¨ªa: ¡°El planeta est¨¢ m¨¢s caliente que tu chica¡±. ¡°El deshielo, s¨®lo en el pastis¡±, se le¨ªa en otra, en alusi¨®n a la bebida alcoh¨®lica t¨ªpica de la ciudad.
Aunque las protestas del viernes se celebraron en ambiente de consenso y las discrepancias fueron escasas, el cambio clim¨¢tico figura en el centro de los debates m¨¢s intensos en Francia. La protesta de los chalecos amarillos comenz¨® en noviembre como una reacci¨®n a la tasa al carburante, destinada a desincentivar el uso de autom¨®viles contaminantes. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, encabez¨® en 2017 la oposici¨®n a la retirada de Estados Unidos del acuerdo de Par¨ªs. Lo hizo con el eslogan hagamos el planeta grande de nuevo, que retomaba el eslogan de campa?a del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hagamos Am¨¦rica grande de nuevo.
Pero el pasado verano, el popular ministro de Ecolog¨ªa, Nicolas Hulot, abandon¨® el Gobierno al considerar que Macron no actuaba con suficiente decisi¨®n ante la urgencia medioambiental. Hulot y otros activistas, entre otras las oeneg¨¦s Greenpeace y Oxfam, han denunciado ante un tribunal administrativo al Gobierno franc¨¦s por su supuesta inacci¨®n. En Francia, el consenso ante la crisis clim¨¢tica es s¨®lo aparente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.