Solo siete chicos negros en el olimpo de la educaci¨®n p¨²blica de Nueva York

El Stuyvesant High School es la gran joya del sistema educativo neoyorquino, el instituto p¨²blico donde las familias con ni?os brillantes pero sin recursos aspiran a llevar a sus hijos. Con fama de universo ultracompetitivo, abre las puertas a universidades de ¨¦lite como Columbia, Harvard, Yale, el MIT o Princeton. Pero la escuela se ha convertido tambi¨¦n en una zona cero de segregaci¨®n: solo siete nuevos estudiantes de los 895 admitidos para el curso 2019 son negros. Por el contrario, las tres cuartas partes son asi¨¢ticos. En el epicentro de este desequilibrio est¨¢ el exigente examen de acceso: m¨¦rito como ¨²nico criterio y raza chocan en este debate.

El centro de bachillerato, que ocupa un edificio con una decena de plantas en el barrio de Tribeca, a orillas del r¨ªo Hudson, es s¨ªmbolo de excelencia en el mundo educativo desde hace m¨¢s de un siglo. Es la versi¨®n en peque?o de una universidad, tambi¨¦n por el nivel de los maestros ¡ªuno por cada 22 estudiantes¡ª, y acoge a 3.300 alumnos, con un ¨ªndice de graduaci¨®n del 98%. Cuenta con una oferta de 200 actividades extraescolares y m¨¢s de 40 equipos deportivos. Pero para la gran mayor¨ªa es un sue?o imposible: para poder entrar en este centro p¨²blico hay que tener la nota m¨¢s alta en un ¨²nico examen abierto a todos los residentes de la ciudad ¡ªla m¨¢s grande de EE UU¡ª que mide la maestr¨ªa en matem¨¢ticas y lengua.

A las pruebas se presentaron 27.500 alumnos este a?o. Pero, como en ejercicios anteriores, el resultado muestra la dificultad para promover la diversidad, a pesar de los esfuerzos del alcalde Bill de Blasio. La disparidad es abismal en Stuyvesant: pr¨¢cticamente todos los que no son asi¨¢ticos son blancos, y aunque los 33 hispanos de 2019 mejoran los 27 de hace un a?o, los negros ser¨¢n tres menos, seg¨²n los datos avanzados por The New York Times la semana pasada.

Kay Hymowitz, experta en cuestiones de pobreza y familia en del Manhattan Institute, llev¨® ah¨ª a su hijo. Recuerda, tiempo despu¨¦s, lo duro que fue el proceso de admisi¨®n: ¡°Requiere mucha dedicaci¨®n¡±, dice en referencia a la preparaci¨®n. Es la misma experiencia que tuvo Jonathan Fishner, que se gradu¨® en 2001: los s¨¢bados por la ma?ana acud¨ªa a un hotel c¨¦ntrico en Manhattan para recibir clases de matem¨¢ticas en una sala llena de ni?os. ¡°Es muy intenso¡±, rememora. Logr¨® pasar por la m¨ªnima. Si se hubiera equivocado en una pregunta, se habr¨ªa quedado fuera.

Stuyvesant no es solo la mejor escuela p¨²blica de secundaria en el Estado de Nueva York. Tambi¨¦n est¨¢ entre las 10 punteras en Estados Unidos en la categor¨ªa STEM y entre las preparatorias para acceder a una gran universidad. La administra un latino, Eric Contreras: ¡°Es una bulliciosa comunidad de aprendices¡±, afirma el director, ¡°que participan a diario en clubes, programas de investigaci¨®n, foros de debate¡±.

Cuatro premios Nobel

El proceso para entrar en Stuyvesant empieza desde la guarder¨ªa. Hymowitz lo atribuye a la desesperaci¨®n que hay por entrar en las universidades m¨¢s selectas. ¡°La pregunta es si se est¨¢ yendo demasiado lejos¡±, comenta, ¡°cuando ya est¨¢s dentro la presi¨®n, la atenci¨®n y el estr¨¦s puede ser excesivo¡±. Esta devoci¨®n hacia la alta jerarqu¨ªa universitaria, apunta, no se da en otras partes.

El centro pone especial atenci¨®n en las matem¨¢ticas, la ciencia y la tecnolog¨ªa. Cuatro de sus estudiantes fueron galardonados con el Nobel: Joshua Lederberg (Medicina), Roald Hoffman (Qu¨ªmica), Robert Fogel (Econom¨ªa) y Richard Axel (Medicina). El objetivo, a?ade Contreras, es ¡°inculcar los valores intelectuales, morales y human¨ªsticos para que cada ni?o alcance su m¨¢ximo potencial¡±.

Nueva York cuenta con ocho institutos especializados como el Stuyvesant High School, de un total de 60 centros de bachillerato donde la matriculaci¨®n es gratuita y se requiere examen. Los otros m¨¢s demandados son Bronx Science y Brooklyn Tech. Al grupo se suma LaGuardia, donde el estudiante debe pasar adem¨¢s una audici¨®n para determinar su talento en m¨²sica, danza o interpretaci¨®n.

Cr¨ªticas al sistema

Salta a la vista al entrar en la cuenta de la escuela en las redes sociales y fijarse en las fotos en las que aparecen grupos de estudiantes. Algo similar sucede cuando se repasa la lista de sus alumnos m¨¢s ilustres. El primer afroamericano que aparece es el economista Thomas Sowell. Hay que bajar bastante hasta encontrar a Eric Holder, el primer negro en servir como fiscal general de EE UU.

La congresista Alexandria Ocasio-Cortez?ha acudido a Twitter para poner el dedo en la llaga. ¡°El 68% de todos los estudiantes en escuelas p¨²blicas son negros o latinos¡±, ha se?alado, para acto seguido decir que el ¨²ltimo resultado muestra que el modelo ¡°es injusto¡±. Es lo que opina el estudiante s¨¦nior William Hier, que cuando fue aceptado eran solo diez los ni?os negros en su curso. ¡°Es un problema sist¨¦mico¡±, dice.

¡°Todo se mueve en torno a un ¨²nico examen¡±, se?ala. Considera que las cosas van a peor pese a las reformas prometidas. Lennox Thomas, del movimiento Teens Take Charge, a?ade que no se puede permitir ¡°que un sistema injusto defina la inteligencia o potencial¡± de los estudiantes de raza negra. Por eso defiende que se destinen m¨¢s recursos a los colegios para preparar a tiempo a los ni?os con talento.

El responsable a cargo de la ense?anza p¨²blica en Nueva York, Richard Carranza, rechaza bas¨¢ndose en estos resultados que el examen sea la ¨²nica referencia para acceder a estos institutos especializados, porque dice ¡°perpet¨²a un statu quo inaceptable¡±. El director del Stuyvesant tambi¨¦n est¨¢ a favor de establecer un procedimiento de admisi¨®n mixto, para evitar que se concentre todo en una ¨²nica prueba.

Educaci¨®n primaria

Pero si el plan del alcalde Blasio se aplica en su formulaci¨®n actual, se reducir¨ªa la proporci¨®n de asi¨¢ticos que asisten a centros especializados. Soo Kim, graduado en Stuyvesant y presidente de su asociaci¨®n de alumnos, cree que el debate sobre la segregaci¨®n hace sentirse a los miembros de su comunidad como ¡°malas personas¡±.

El problema es complejo. David Bloomfield, consultor en educaci¨®n, considera que ¡°la desigualdad no se resuelve con medidas a medias¡±. El origen del problema lo ve en la ense?anza primaria, donde los ni?os de color registran un rendimiento inferior. Admision Squad, un centro que prepara a minor¨ªas para la prueba de acceso, opina que hay que reforzar la educaci¨®n en los distritos desfavorecidos con programas espec¨ªficos.

Por su parte, Mona Davids, fundadora de New York City Parents Union, atribuye estos resultados a la falta de una ense?anza adecuada en los barrios m¨¢s podres de la ciudad. ¡°Hasta que la calidad de la educaci¨®n no mejore¡±, afirma, ¡°nada va a cambiar¡±. ¡°No se puede pretender que todo sea culpa de un examen¡±, completa Hymowitz, ¡°es un error ignorar que el problema est¨¢ en las escuelas de estas minor¨ªas¡±.

"Los asi¨¢ticos son los que mejor rinden"

Stephan Thernstrom, conocido por sus estudios en grupos ¨¦tnicos en Harvard, va m¨¢s all¨¢. Rechaza que en este debate se clasifique a los estudiantes por raza en lugar de ver los m¨¦ritos de cada individuo. Stuyvesant, se?ala, no es un lugar para un estudiante medio. Y considera, por tanto, contraproducente querer meter en institutos especializados a ni?os que no rinden al mismo nivel con el argumento de la etnia.

¡°La realidad es que son los estudiantes asi¨¢ticos los que rinden mejor acad¨¦micamente¡±, insiste, ¡°est¨¢n muy motivados¡±. Imponer una acci¨®n que favorezca a negros o hispanos provocar¨¢, advierte, una nueva discriminaci¨®n. ¡°Es una elecci¨®n crucial¡±, opina, ¡°porque se corre el riesgo de que el sistema se haga a¨²n m¨¢s segregado si provoca que la educaci¨®n de ¨¦lite est¨¦ al alcance solo de los superricos¡±.

De hecho, no se cuestiona que los institutos especializados permitieron a familias sin recursos acceder a una ense?anza gratuita equivalente a la privada. ¡°Muchos de estos ni?os que resultan ser asi¨¢ticos son de familias bastante pobres¡±, apunta Hymowitz, ¡°muy preocupadas por la educaci¨®n¡±. ¡°La diversidad debe lograrse sin crear una desventaja a los m¨¦ritos. Si no se perder¨¢ talento¡±.