Judith Butler, a los hombres: ¡°Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos¡±
La fil¨®sofa estadounidense elogia en Argentina la lucha colectiva del movimiento Ni Una Menos y denuncia que la prohibici¨®n del aborto criminaliza "la sexualidad libre de la mujer"
De visita en Argentina, la fil¨®sofa estadounidense Judith Butler (Cleveland, 1956) lleva anudado un pa?uelo verde en su bolso, s¨ªmbolo de la lucha latinoamericana a favor de la legalizaci¨®n del aborto. La imagen se repite entre la multitud, formada en su mayor¨ªa por adolescentes, que hizo fila durante m¨¢s de dos horas para escucharla el martes en el campus de la Universidad Tres de Febrero (Untref) en Villa Lynch, a las afueras de Buenos Aires. "El aborto deber¨ªa ser despenalizado. La criminalizaci¨®n del aborto es una criminalizaci¨®n a la libertad sexual de la mujer", dijo Butler en una charla previa con periodistas. Esta te¨®rica, una de las m¨¢s influyentes en los estudios de g¨¦nero, elogi¨® la lucha colectiva de Ni Una Menos contra la violencia machista y al ser consultada sobre el rol de los hombres pidi¨® su colaboraci¨®n: "Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos, las violaciones, denuncien la violencia".
"?Qui¨¦n tiene poder sobre los cuerpos de las mujeres?", "?Qui¨¦n tiene el poder de obligar a una mujer a tener un hijo que no quiere?", cuestion¨® Butler. Para la fil¨®sofa, la raz¨®n por la que se criminaliza el aborto es porque hay pa¨ªses que creen "que el cuerpo de la mujer pertenece al Estado o a la Iglesia, o a la Iglesia dentro del Estado, porque ya sabemos la amistad profunda que hay entre ellos". Aunque sostiene que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo, aconsej¨® pelear por el derecho de todas, que considera que s¨®lo estar¨¢ garantizado si la interrupci¨®n voluntaria del embarazo se realiza de forma gratuita en el sistema p¨²blico de salud. "Si no, tener dinero significa tener acceso al derecho y si se es pobre no", advirti¨®.
Butler habla despacio y mide cada palabra que dice y remarca con las manos. "Es complicado", respondi¨® al ser consultada sobre el suicidio del m¨²sico mexicano Armando Vega Gil despu¨¦s de haber sido denunciado de abusar sexualmente de una mujer a trav¨¦s de las redes sociales por el movimiento #MeeToo mexicano. "El #MeToo ha sido muy importante para visibilizar la generalizaci¨®n de la violencia sexual. Hombres, y tambi¨¦n mujeres, en situaciones de poder han cometido abusos y tienen que estar expuestos", comenz¨®.
Subray¨® que las v¨ªctimas tienen muy dif¨ªcil demostrar lo ocurrido ante un tribunal por la falta de evidencias de lo que ocurre a puerta cerrada entre dos personas, pero pidi¨® preguntarse qu¨¦ se busca con los escraches p¨²blicos: "?Queremos denunciar el acto de violencia, de explotaci¨®n, de desigualdad o arruinar a una persona?". Butler indic¨® que el caso argentino es un ejemplo porque Ni Una Menos, a diferencia del #MeToo, se enfrenta de forma colectiva a la violencia, busca un cambio cultural en la sociedad y sale a las calles a expresar su repudio. "Es muy distinto decir a viva voz que hay actitudes que no se aceptan m¨¢s a querer eliminar al individuo porque as¨ª nos convertimos en jueces y verdugos", remat¨®.?
"A los hombres les encargo una tarea: 'Rompan el pacto de hermandad d¨ªa a d¨ªa, tengan el coraje de enfrentarse y quejarse cuando otro hombre comete un acto de violencia contra mujeres y trans", se?al¨® la fil¨®sofa estadounidense durante la entrevista en grupo, donde hab¨ªa s¨®lo cuatro varones entre casi una veintena de mujeres y trans.
La desproporci¨®n era a¨²n mayor entre los cerca de 1.400 asistentes que pudieron entrar en el microestadio de la Untref. Cientos de personas quedaron fuera y tuvieron que seguirla por streaming. Butler fue recibida con un enorme aplauso y no dud¨® en devolver su admiraci¨®n: "El Norte las est¨¢ viendo a ustedes, est¨¢ viendo sus marchas, su lucha colectiva". Acompa?ada por referentes de Ni Una Menos, Butler inst¨® al feminismo a aceptar su diversidad y mantener la solidaridad sin rehuir los conflictos internos ni las diferencias.
Cuidados rec¨ªprocos
La autora de El g¨¦nero en disputa dio su visi¨®n sobre la renovada fuerza de la religi¨®n y de los sectores m¨¢s conservadores en numerosos pa¨ªses. "El neocapitalismo privatiza la salud y la educaci¨®n. El cuidado de los hijos se paga con el salario, la salud se paga con el salario y los que no pueden pagar se ven privados de servicios sociales y se endeudan. En esa situaci¨®n de desesperaci¨®n e incertidumbre, muchos van a la Iglesia en busca de seguridad y estabilidad y la Iglesia ofrece ayuda", dijo Butler. Pero a su vez, esa estabilidad llega a trav¨¦s de reglas tradicionales que se oponen a leyes vigentes en Argentina como el matrimonio homosexual o la educaci¨®n sexual integral en las escuelas. "La Iglesia nos culpa de ense?arle a los chicos c¨®mo ser homosexuales. No necesitan que nadie les ense?e eso. Criminalizan el aborto, la homosexualidad, el feminismo. Tenemos que responderles con sistemas de cuidado que vayan m¨¢s all¨¢ de la familia, ir hacia un cuidado rec¨ªproco que sea una alternativa al capitalismo", remarc¨®.
La conferencia termin¨® a las nueve de la noche con pa?uelos verdes agitados al aire y Butler acompa?ando con el pu?o en alto el c¨¢ntico m¨¢s escuchado en las marchas feministas de Argentina: "Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer". Procedente de Chile, donde estuvo la semana pasada, la te¨®rica estadounidense sonre¨ªa pero se ve¨ªa cansada y se retir¨® por una puerta trasera. En los pr¨®ximos d¨ªas brindar¨¢ nuevas conferencias en el pa¨ªs sudamericano.
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