El ¡®caso Carrasco¡¯ desata las cr¨ªticas del Gobierno y la judicatura
Dos ministros cuestionan el traspaso del suicidio asistido a un juzgado de violencia de g¨¦nero. La doctrina ha pasado por alto casos at¨ªpicos con resultado de muerte de la mujer
El suicidio asistido de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, enferma terminal de esclerosis m¨²ltiple durante tres d¨¦cadas, ha destapado una grieta jur¨ªdica en los procedimientos por violencia de g¨¦nero. La doctrina del Tribunal Supremo dice que toda violencia ejercida por un hombre hacia una mujer que sea su pareja o expareja debe ser considerada como un acto machista, argumento que utiliz¨® el mi¨¦rcoles en Madrid la juez para que sea un juzgado especializado el que instruya la causa contra ?ngel Hern¨¢ndez, el marido de Carrasco, quien la ayud¨® a morir. Pero ayer, tras el desconcierto, la incredulidad y las dudas, arreciaron las cr¨ªticas. ¡°No compartimos ni la decisi¨®n ni los argumentos¡±, dijo Pilar Mart¨ªn N¨¢jera, la fiscal delegada de Violencia de G¨¦nero, que recurrir¨¢ la decisi¨®n.Se ha hecho, dijo, ¡°una valoraci¨®n sesgada¡±, de las sentencias del Supremo. ¡°Para que se juzgue como un caso de violencia de g¨¦nero debe haber un contexto de discriminaci¨®n y dominaci¨®n del var¨®n¡±.?
El hecho de que un caso de suicidio asistido pase a un juzgado de violencia de g¨¦nero desat¨® tal controversia que ni siquiera el Gobierno se qued¨® al margen. La ministra de Justicia, Dolores Delgado, defini¨® ese traslado como ¡°m¨¢s que cuestionable¡±; Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, asumi¨® cierta responsabilidad pol¨ªtica: ¡°Yo dir¨ªa que [este caso] es otra cosa y todos sabemos lo que es, ah¨ª hay mucho amor y otras cosas de 31 a?os de sufrimiento y desatenci¨®n por quienes ten¨ªamos que haberle atendido¡±. Y la vicepresidenta Carmen Calvo hizo alusi¨®n en la Cadena SER: "Esto no ayuda nada a la lucha contra la violencia machista y el testimonio de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco no tiene nada q ver con violencia de g¨¦nero".??
?ngel Hern¨¢ndez accedi¨® a la voluntad ¡ªinequ¨ªvoca, p¨²blica y reiterada¡ª de ayudar a su mujer a morir el 3 de abril y grab¨® el final en un v¨ªdeo, mientras ¨¦l le suministraba un vaso con el pentobarbital s¨®dico que ella compr¨® cuando pod¨ªa a¨²n valerse por s¨ª misma. El hombre pas¨® tres d¨¦cadas cuid¨¢ndola mientras la enfermedad iba despoj¨¢ndola de autonom¨ªa. Ella quer¨ªa morir. Lo dijo muchas veces y as¨ª lo confirm¨® frente a la c¨¢mara, como pudo verse en las im¨¢genes que Hern¨¢ndez hizo p¨²blicas tras su muerte. ?C¨®mo es posible que esto acabe en un juzgado de Violencia sobre la Mujer? Ni siquiera la Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero contempla incluir la muerte de Carrasco en su estad¨ªstica oficial de asesinadas.
¡°La muerte de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco no es violencia machista¡±, afirm¨® ayer tajante en una inusual convocatoria de prensa la fiscal de violencia de g¨¦nero. Lo que dijo el Supremo en su sentencia del 20 de diciembre no es algo ¡°autom¨¢tico¡±, zanj¨®. En el mismo sentido se pronunci¨® Dolores Delgado: ¡°Habr¨¢ que estudiar la interpretaci¨®n de la norma¡± y si esta jurisprudencia ¡°es aplicable¡±. Incluso fuentes de la Sala Segunda del Tribunal Supremo se desmarcaron tambi¨¦n de la inhibici¨®n por parte del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 25 de Madrid: ¡°Esa decisi¨®n no tiene nada que ver con la sentencia del pasado diciembre¡±.
Raimundo Prado, portavoz de la Asociaci¨®n de Jueces Francisco de Vitoria, da otro punto de vista: ¡°Con esta decisi¨®n no se est¨¢ juzgando si es violencia machista o no, si est¨¢ bien o mal lo que hizo Hern¨¢ndez. Las leyes procesales establecen una serie de competencias cuando se ha cometido un hecho delictivo. La sentencia del Supremo en la que se basa la juez entiende que cuando aparece la muerte de una mujer por su pareja es violencia de g¨¦nero y la competencia es, por lo tanto, del juzgado de violencia sobre la mujer¡±. Nada m¨¢s. ¡°Insisto. Esta decisi¨®n no juzga. No es un tema de fondo, es m¨¢s simple: solo decide a qu¨¦ juzgado va¡±.
Esta situaci¨®n, seg¨²n algunos de los expertos que se pronunciaron ayer, no se habr¨ªa dado si existiera una ley de eutanasia. La vicepresidenta de la Asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente de Catalu?a, Nani Hidalgo, reclam¨® de nuevo una legislaci¨®n: ¡°Si tuvi¨¦ramos una ley que contemplara a las personas que deciden dejar de sufrir y no penalizaran a quienes las ayudan, no tendr¨ªamos caso¡±.
Evitar absurdos
Ignacio Gonz¨¢lez, portavoz de Jueces para la Democracia, apunta a esa misma idea. ¡°Se evitar¨ªan este tipo de situaciones absurdas¡±. Para ¨¦l, el argumento de la fiscal Mart¨ªn N¨¢jera es m¨¢s acorde a la realidad que la decisi¨®n de la juez de instrucci¨®n. Ambos son correctos, ajustados a la norma, ¡°pero lo que no parece razonable es que una persona que trata de aliviar el dolor de su compa?era, que se ha sacrificado durante a?os, acabe en un juzgado de violencia de g¨¦nero. El m¨®vil de este delito es justo el contrario al de hacer da?o¡±. Gonz¨¢lez tambi¨¦n coincide con el discurso de Mart¨ªn N¨¢jera en cuanto a la ausencia, o el error, de interpretaci¨®n al valerse del fallo del Supremo: ¡°La aplicaci¨®n autom¨¢tica de la violencia de g¨¦nero es muy discutible y este es un caso claro de que no deber¨ªa suceder¡±.
Seg¨²n Raimundo Prado esta es una de esas ¡°circunstancias extraordinarias¡± en las que la Justicia no piensa cuando se re¨²ne para llegar a una conclusi¨®n: ¡°Cuando dictas una resoluci¨®n piensas en lo m¨¢s habitual. Y as¨ª puedes llegar a conclusiones que, de repente no encajen¡±.
Ahora, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer al que ha sido derivado el caso puede rechazar la inhibici¨®n del anterior. Y en medio est¨¢ el recurso de la Fiscal¨ªa, que, seg¨²n cont¨® ayer Mart¨ªn N¨¢jera, ir¨¢ directamente a la Audiencia Provincial.
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