Una matanza clandestina causa el mayor brote de triquinosis en Espa?a en siete a?os
Hay 17 afectados en Ciudad Real y Madrid tras el sacrificio sin control veterinario de un cerdo en Retuerta del Bullaque
Una matanza clandestina, celebrada sin controles sanitarios el 8 de enero en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), ha causado un brote de triquinosis con 17 afectados, ha confirmado la Junta de Castilla-La Mancha. Los enfermos son parientes y amigos de la familia que mat¨® al cerdo tras criarlo en semilibertad en un gran cercado y que consumieron embutidos hechos con su carne. Ocho enfermos han sido diagnosticados en la provincia de Ciudad Real y el resto en Madrid (siete en Fuenlabrada, uno en M¨®stoles y el otro en la capital), seg¨²n el Gobierno regional.
¡°Han incumplido toda la normativa. No hubo ni veterinario ni comunicaci¨®n al Ayuntamiento. Matar y consumir un cerdo en estas condiciones es correr un grave riesgo de forma gratuita¡±, explica Manuel Tordera, director general de Salud P¨²blica de la Junta.
La triquinosis es una enfermedad parasitaria que se adquiere al consumir carne infectada por el nematodo Trichinella, en este caso del tipo spiralis. Tras una incubaci¨®n que suele ser de una o dos semanas ¡ªaunque puede alcanzar los 45 d¨ªas¡ª, ¡°causa fiebre, dolores musculares y articulares, n¨¢useas y malestar¡±, explica Manuel Linares, coordinador de enfermedades infecciosas de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria (Semergen). ¡°Tambi¨¦n puede provocar complicaciones neurol¨®gicas y card¨ªacas muy graves, incluso mortales, pero hoy es muy dif¨ªcil que ocurran porque los pacientes responden muy bien al tratamiento¡±, a?ade.
Solo uno de los afectados requiri¨® ingreso hospitalario, mientras el resto ¡ªde entre 11 y 67 a?os¡ª se restablecieron al seguir el tratamiento antiparasitario en sus domicilios. Con este brote, Espa?a retrocede una d¨¦cada en la incidencia de la triquinosis, anta?o una enfermedad relativamente com¨²n pero que en los ¨²ltimos cinco a?os apenas hab¨ªa registrado de cuatro a siete afectados anuales, siempre vinculados al consumo de carne de caza de jabal¨ª.
El caso, adem¨¢s, ha puesto de manifiesto c¨®mo la normativa sigue sin cumplirse en algunas zonas de Espa?a. La Junta de Castilla-La Mancha obliga a quienes quieran llevar a cabo la matanza del cerdo en casa a ¡°solicitar al Ayuntamiento de su localidad el permiso¡± y a someter al animal a pruebas con muestras recogidas ¡°personalmente¡±, seg¨²n el decreto 117/94. Estas exigencias son comunes en toda Espa?a, donde s¨ª existen algunas diferencias entre comunidades sobre la regulaci¨®n de esta pr¨¢ctica. En Catalu?a, por ejemplo, la muerte del animal solo puede producirse en un matadero.
Un par¨¢sito que se reproduce en el intestino delgado
Aunque puede infectar a m¨¢s de un centenar de especies, la triquinosis es para el ser humano una enfermedad ¨ªntimamente relacionada con el cerdo y su pariente salvaje, el jabal¨ª. La Trichinella spiralis, el agente causante del brote, es un nematodo con forma de gusano que mide hasta cuatro mil¨ªmetros. Sus larvas se enquistan en los tejidos musculares del cerdo, desde los que pasan al ser humano al ser comidos crudos o poco cocinados.
Tras ser liberado del quiste por los jugos g¨¢stricos, el par¨¢sito se desarrolla y reproduce en el intestino delgado. Las nuevas larvas buscar¨¢n cobijo en los m¨²sculos del enfermo, aunque tambi¨¦n pueden afectar a pulmones o cerebro. Cocinar la carne a 75 grados, mantenerla por debajo de 25 bajo cero durante m¨¢s de 10 d¨ªas o someterla a radiaciones elimina a la Trichinella, aunque la normativa prev¨¦ la destrucci¨®n de todo cerdo o jabal¨ª infectado.
El alcalde de Retuerta del Bullaque, Miguel ?ngel Villa (PSOE), admite a EL PA?S que la normativa no se cumple en el municipio, de apenas 1.000 habitantes y situado en la frontera entre Ciudad Real y Toledo, en el Parque Nacional de Caba?eros. ¡°No ten¨ªa noticia de que era necesario que los vecinos nos tuvieran que exigir un permiso¡±, explica. Villa asegura que cada a?o se producen ¡°tres o cuatro matanzas¡± en el municipio y que lo mismo ocurre ¡°en los otros municipios de la comarca¡±.
¡°La triquinosis persiste porque hay gente que incumple la normativa¡±, sentencia Fernando Fari?as, coordinador del Grupo Internacional One Healthin, experto en enfermedades infecciosas emergentes y zoonosis. ¡°Disponemos de buenos sistemas de control. La carne que pasa por ellos es segura. La normativa es la adecuada. El problema es que algunos colectivos prefieren incumplirla. La buena noticia es que son pocos¡±, a?ade.
¡°Uno de estos colectivos es el de cazadores que despiezan al jabal¨ª en el monte y dejan ah¨ª los restos en lugar de seguir los cauces establecidos, que prev¨¦n lugares espec¨ªficos. Es muy probable que con la gran proliferaci¨®n de esta especie, otro jabal¨ª coma esos restos y, si est¨¢n contaminados, la Trichinella siga con su ciclo de vida. El otro colectivo es el de familias que para evitarse los tr¨¢mites y unos euros, siguen haciendo la matanza de forma clandestina y sin controles¡±, a?ade Fari?as. Un veterinario cobra entre 12 y 20 euros por analizar si un cerdo est¨¢ infectado de triquina, a lo que habr¨ªa que sumar entre tres y cuatro de tasas, seg¨²n fuentes del Colegio de Veterinarios de Toledo.
La matanza del cerdo ¡ªdomiciliaria o en matadero¡ª es una pr¨¢ctica en declive en Espa?a, seg¨²n las fuentes consultadas. Aunque no existen datos a nivel nacional, en Castilla-La Mancha ¡ªuna de las autonom¨ªas donde esta costumbre est¨¢ m¨¢s arraigada¡ª los cerdos matados a domicilio han ca¨ªdo un 42% entre la temporada 2011-12 y la 2016-17, al pasar de 2.921 a 1.678, seg¨²n la Junta.
El Gobierno regional abri¨® un expediente a la familia causante del brote, aunque los inspectores no impusieron sanci¨®n. ¡°Se les ha requisado toda la carne. Y han tenido un buen susto. Con estos temas es mejor seguir concienciando que imponer grandes sanciones¡±, concluye Manuel Tordera.
¡°No vale la pena correr el riesgo para ahorrarse unos euros¡±
Luis Alberto Garc¨ªa Al¨ªa (Madrid, 1955) es presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo y vicepresidente del Consejo General de la profesi¨®n.
Pregunta. ?Hay muchas matanzas clandestinas en Espa?a?
Respuesta. Las hay, pero l¨®gicamente no sabemos cu¨¢ntas. En algunas zonas persisten, aunque deben estar en descenso, como las matanzas reglamentarias.
P. ?Qu¨¦ lleva a la gente a asumir ese riesgo?
R. Ese es el problema, que se asume un grave riesgo de forma innecesaria. Aunque no valga la pena, hay gente que quiere ahorrarse los tr¨¢mites o unos euros. En otros casos, persiste el rechazo a someterse a la normativa.
P. ?Qu¨¦ hace el veterinario?
R. Coge muestras de las partes del cerdo en las que sabemos que tiende a concentrarse la Trichinella. M¨²sculos junto al diafragma o tras las mand¨ªbulas, que siempre est¨¢n movi¨¦ndose y, por tanto, est¨¢n bien oxigenados. Estas muestras se introducen en una m¨¢quina llamada digestor, que mediante un proceso de centrifugaci¨®n concentra las larvas en un l¨ªquido. Este se mira luego con el cl¨¢sico triquinoscopio, que con 40 aumentos permite ver las larvas sin lugar a dudas.
P. ?Y cu¨¢nto cuesta eso?
R. Los profesionales est¨¢n cobrando de 12 a 20 euros.
P. ?Por qu¨¦ est¨¢ en declive la matanza?
R. Son los nuevos tiempos. La matanza era muy importante en un mundo en el que aprovecharlo todo, ayudarse unos a otros... No era una opci¨®n, era una necesidad. Era lo que hoy llamar¨ªamos una econom¨ªa circular. Hoy lo haces por amor a la costumbre, porque la matanza te cuesta dinero.
P. ?Por qu¨¦?
R. Se han perdido costumbres y la organizaci¨®n social es otra. En casi ninguna familia queda gente que sepa matar al cerdo, manejar las tripas, despiezar... Antes s¨ª. Y si no te echaba una mano el vecino. Ahora hay que pagarlo. Tambi¨¦n han cambiado los gustos y la dieta. El tocino, los chorizos..., antes eran importantes para el d¨ªa a d¨ªa de la familia, sin eso no se sobreviv¨ªa. Hoy se controla mucho m¨¢s lo que se come y en el supermercado hay cortes m¨¢s refinados a buen precio.
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