El r¨ªo Colorado se seca
Siete Estados de EE UU firman un tratado para usar menos agua del sobreexplotado caudal, cuyo volumen se reduce inexorablemente
La familia Gripentog vive en la l¨ªnea del frente del cambio clim¨¢tico. Son los propietarios de Lake Mead Marina, un puerto deportivo en el lago Mead, el embalse m¨¢s grande de Estados Unidos, que forma el r¨ªo Colorado cerca de Las Vegas. Gail Gripentog comprueba todos los d¨ªas el nivel de agua del lago y una vez al mes estudia las proyecciones cient¨ªficas para dentro de un a?o. Para ella es su modo de vida y cada vez que el nivel sube o baja tiene consecuencias econ¨®micas inmediatas. Para siete estados de EE UU y dos estados de M¨¦xico, ese nivel es tambi¨¦n la medida de la sostenibilidad de su modo de vida. La cuenca lleva 19 a?os en sequ¨ªa t¨¦cnica y bajando de nivel.
El pasado lunes, los siete estados que beben de la cuenca del Colorado (Wyoming, Utah, Colorado, California, Nuevo M¨¦xico, Arizona y Nevada) ratificaron un acuerdo por el que se comprometen a reducir su consumo de agua y a aplicar recortes si contin¨²a la situaci¨®n de sequ¨ªa. El llamado Plan de Contingencia de Sequ¨ªa es un acuerdo calificado como hist¨®rico y azuzado por la urgencia de ver que el actual uso del r¨ªo no es sostenible si sigue bajando. Entre el aumento de poblaci¨®n y el cambio clim¨¢tico, esa es una posibilidad m¨¢s que cierta. ¡°No es la salvaci¨®n, pero nos da un poco de tiempo¡±, dice Brad Udall, cient¨ªfico del Colorado Water Institute de la Universidad de Colorado y uno de los mayores expertos en el impacto del clima en la cuenca.
El r¨ªo Colorado nace en Wyoming, recorre 2.300 kil¨®metros, da de beber a 40 millones de personas, riega 1,8 millones de hect¨¢reas de cultivos, genera 4.200 megavatios de electricidad, cruza la frontera y va a morir en el desierto de Sonora. Es un r¨ªo peque?o comparado con otros de Estados Unidos. Su caudal medio hist¨®rico es de 18.500 millones de metros c¨²bicos. El r¨ªo Columbia tiene 320.000. El Misisipi, casi 500.000. Pero la domesticaci¨®n del r¨ªo Colorado es en buena parte la historia del oeste de Estados Unidos. La expansi¨®n de ciudades como Las Vegas, Phoenix o San Diego, incluso Los ?ngeles en parte, fueron posibles gracias a enormes trasvases. Por los grifos de San Diego sale nieve que ha ca¨ªdo en las monta?as Rocosas, a 1.600 kil¨®metros de la costa. Todo ese sistema est¨¢ en cuesti¨®n porque, en alg¨²n momento, el r¨ªo no ser¨¢ suficiente.
Lake Mead se form¨® en 1935 con la construcci¨®n de la presa Hoover. Vivi¨® a?os de gloria como un destino de vacaciones y estuvo al m¨¢ximo de capacidad en los a?os ochenta y a finales de los noventa. A partir del a?o 2000 comenz¨® un periodo de sequ¨ªa que a¨²n contin¨²a, a pesar de un par de a?os muy h¨²medos entremedias. ¡°Si quieres ver c¨®mo se adaptan 40 millones de personas al cambio clim¨¢tico, ven al Colorado¡±, dice John Entsminger, director ejecutivo del Las Vegas Water District, la autoridad de agua de Las Vegas.
¡°Hay un d¨¦ficit estructural. La cantidad de agua que entra en Lake Mead cada a?o es menos de la que sale. Lo que hace el plan que hemos firmado es equilibrar las cosas si continuaran las condiciones de sequ¨ªa¡±, explica Entsminger. El 76% del estado de Nevada y el 90% de Las Vegas dependen del agua y la energ¨ªa que genera Lake Mead. ¡°Nadie se la juega m¨¢s que nosotros. Queremos hacerlo sostenible para hoy y para los nietos de nuestros nietos¡±.
La altura del agua en Lake Mead el pasado mi¨¦rcoles era de 331 metros (1.087 pies). Est¨¢ un poco por encima de 327 (1.075 pies) que es la altura a la que tendr¨ªan que entran en acci¨®n los planes de recortes. Se mantiene rondando esos niveles de peligro desde 2014. Cuando empez¨® la sequ¨ªa, perdi¨® el 50% del agua en cuatro a?os. Ahora est¨¢ alrededor del 40% de su capacidad. El Plan de Sequ¨ªa llega a contemplar incluso un escenario catastr¨®fico en el que el nivel baje a 289 metros y la presa Hoover ya no pueda generar energ¨ªa. Era impensable hace unos a?os. Ya no. Las Vegas, por si acaso, ha invertido 1.500 millones de d¨®lares en infraestructura en la ¨²ltima d¨¦cada para tomar agua de la parte m¨¢s baja del lago.
¡°Los primeros 15 a?os de este siglo han sido el periodo m¨¢s seco en los ¨²ltimos mil a?os¡±, explica David Raff, asesor de medioambiente del Bureau of Reclamation, el organismo federal que gestiona la cuenca hidrogr¨¢fica del Colorado. ¡°Si comparas el futuro con el pasado lejano, este tipo de sequ¨ªas no van a ser poco comunes. Las proyecciones dicen que el pr¨®ximo siglo ser¨¢ m¨¢s seco y habr¨¢ menos agua para el Colorado¡±. Este a?o, sin embargo, ha sido inusualmente h¨²medo, lo que ha dado esperanzas de recuperaci¨®n. ¡°Son muchos factores los que influyen. A lo mejor un a?o cae mucha nieve en las Rocosas, pero al aumentar las temperaturas se derrite antes y hay m¨¢s evaporaci¨®n. Tienes que mirar la precipitaci¨®n, menos el incremento de la vegetaci¨®n (que consume m¨¢s agua) y el aumento de la temperatura, el producto neto es lo que queda para uso. Con el tiempo, creemos que ir¨¢ a menos¡±.
Los estados llevan a?os prepar¨¢ndose para usar menos agua. De hecho, no usan toda la que les corresponde para aportar a la conservaci¨®n del lago. Patricia Aaron, portavoz del Bureau of Reclamation, asegura que gracias a los esfuerzos de conservaci¨®n de los estados el nivel est¨¢ hoy 7,6 metros m¨¢s alto. ¡°Esa es la cantidad de agua que creemos que no hemos tenido que entregar gracias a la conservaci¨®n¡± de los estados de la cuenca. ¡°Si entreg¨¢ramos todo el agua que corresponde, bajar¨ªamos de los niveles a partir de los cuales hacen falta recortes¡±. Es decir, si no hay que hacer sacrificios es porque ya se han hecho de forma preventiva, pero ese escenario est¨¢ a la vuelta de la esquina.
El puerto de Lake Mead Marina lo fundaron los padres de Gail Gripentog en 1957. ¡°Mi padre pensaba que iba a pescar mucho y trabajar poco¡±, bromea. Se equivocaba. El lago fue es un destino tur¨ªstico muy popular y se cre¨® un Parque Nacional Recreativo a su alrededor. Gail muestra las fotos del lago al m¨¢ximo de capacidad en los a?os ochenta. Todo cambi¨® a partir de la actual sequ¨ªa, cuando empez¨® a bajar a toda velocidad.
En el a?o 2002 la situaci¨®n se hizo imposible para los Gripentog. El puerto se tuvo que trasladar entero a otra zona del lago porque el lugar original se estaba secando. Desde entonces, se han tenido que mover varias veces, en su mayor¨ªa hacia atr¨¢s. Cada 30 cent¨ªmetros (1 pie) que baja el nivel del lago, el borde del agua retrocede 6 metros (20 pies). Hay que mover 150 anclajes. Tardan un mes en hacerlo, en el que no hay ingresos, y la operaci¨®n les cuesta unos 100.000 d¨®lares cada vez. Ha habido a?os en los que han tenido que desplazar todo el puerto dos veces.
El lago sigue siendo gigantesco y sigue mereciendo la pena venir a navegar en medio del desierto. Pero las heridas de la sequ¨ªa son bien visibles. Zonas enteras fueron cerradas definitivamente. A¨²n est¨¢n all¨ª las rampas de lanzamiento que no llevan a ninguna parte. ¡°Hemos tenido que invertir 40 millones de d¨®lares en extender rampas de lanzamiento para los botes¡±, explica Christie Vanover, portavoz del Parque Recreativo Nacional de Lake Mead. Hay incluso una nueva atracci¨®n tur¨ªstica, un antiguo asentamiento morm¨®n que fue inundado en los a?os 30. Ahora ha emergido y se puede visitar. Gail Gripentog sue?a con un futuro en el que vuelva el agua.
¡°La mayor¨ªa de los cient¨ªficos te dir¨ªa que, con el d¨¦ficit estructural de la cuenca, ese embalse nunca volver¨¢ a los niveles del a?o 2000¡±, dice Brad Udall. ¡°Los estudios muestran que hist¨®ricamente la causa de la sequ¨ªa era la falta de precipitaciones. Pero estamos entrando en una era en la que las altas temperaturas por s¨ª solas est¨¢n causando la sequ¨ªa. Un tercio de la p¨¦rdida de agua desde el a?o 2000 se debe a las altas temperaturas. Seg¨²n avance el cambio clim¨¢tico, ese impacto va a aumentar. No se sabe lo que va a hacer la naturaleza, pero el largo plazo est¨¢ muy claro: sequedad y desertificaci¨®n¡±.
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