Ofensiva de la Administraci¨®n Trump contra la investigaci¨®n m¨¦dica con tejidos fetales
El Departamento de Sanidad anuncia que los laboratorios federales no utilizar¨¢n material de fetos procedentes de abortos electivos, una petici¨®n hist¨®rica de los antiabortistas
La Administraci¨®n Trump ha anunciado este mi¨¦rcoles que pondr¨¢ fin a la investigaci¨®n cient¨ªfica p¨²blica con tejidos de fetos. La medida, una nueva victoria para los antiabortistas, pone en riesgo el avance en determinadas ¨¢reas de la ciencia biom¨¦dica que dependen del material recogido de los fetos abortados, que normalmente se desecha.
Gobiernos estadounidenses de uno y otro signo han financiado investigaciones con tejidos fetales desde hace d¨¦cadas. El cambio de pol¨ªtica no afectar¨¢, seg¨²n ha asegurado el Departamento de Sanidad en un comunicado, a la investigaci¨®n de financiaci¨®n privada ni a la que realizan las universidades con fondos p¨²blicos, aunque esta ser¨¢ sometida a un mayor escrutinio.
Los tejidos fetales se utilizan en investigaciones sobre el VIH, los c¨¢nceres infantiles o el p¨¢rkinson, entre otras enfermedades. ¡°Hay evidencia s¨®lida de los beneficios cient¨ªficos derivados de la investigaci¨®n con tejidos fetales¡±, dijo en diciembre Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en ingl¨¦s), la m¨¢xima autoridad de ciencia m¨¦dica del Gobierno.
Pero acabar con su uso, al menos en los NIH, viene siendo una prioridad de los activistas antiaborto, que constituyen un segmento relevante de la base electoral del presidente Trump. Su Administraci¨®n ha tomado diversas iniciativas encaminadas a restringir el derecho al aborto, nominando jueces federales contrarios a lo que sigue siendo una pr¨¢ctica legal en todo el pa¨ªs, o tratando de recortar la financiaci¨®n a organizaciones que proveen servicios de salud reproductivos.
La ofensiva antiabortista se ha redoblado en los ¨²ltimos meses, con una serie de Estados conservadores que han aprobado leyes enormemente restrictivas, en abierto desaf¨ªo al derecho constitucional, con la intenci¨®n ¨²ltima de obligar a pronunciarse sobre el tema a un Tribunal Supremo que, desde que Trump es presidente, posee un mayor sesgo conservador. La semana pasada, el alto tribunal revirti¨® la resoluci¨®n de una corte de apelaciones y decidi¨® que entrara en vigor una norma del Estado de Indiana que obligaba a enterrar o incinerar los restos de los fetos.
¡°Promover la dignidad de la vida humana desde la concepci¨®n hasta la muerte natural es una de las m¨¢s altas prioridades de la Administraci¨®n del presidente Trump¡±, ha dicho el Departamento de Sanidad en un breve comunicado. Por ello, anunciaba que pone fin con car¨¢cter inmediato a un contrato de dos millones de d¨®lares al a?o con la Universidad de California, en vigor desde 2013, para investigar con tejidos fetales nuevos tratamientos contra el VIH. Dichos fondos federales eran su ¨²nica fuente de financiaci¨®n. Adem¨¢s, en base a una revisi¨®n que el Departamento de Sanidad empez¨® el pasado oto?o, interrumpir¨¢ toda la investigaci¨®n realizada en los NIH con tejidos de fetos procedentes de abortos electivos.
El Departamento de Sanidad asegura que no habr¨¢ m¨¢s casos de interrupci¨®n de la financiaci¨®n para laboratorios no gubernamentales. Pero las solicitudes de fondos, a partir de ahora, ser¨¢n sometidas a un mayor escrutinio por parte de un consejo ¨¦tico de nueva creaci¨®n.
La comunidad cient¨ªfica sostiene que no hay alternativas adecuadas al tejido fetal para las investigaciones en las que se utiliza. Sus detractores apuntan a que nuevos m¨¦todos como el uso de tejidos de beb¨¦s que se someten a cirug¨ªa de coraz¨®n parecen prometedores. El a?o pasado, los NIH destinaron m¨¢s fondos a financiar el desarrollo de esas alternativas.
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