El Supremo confirma la c¨¢rcel para el profesor de m¨²sica acusado de abusos en el colegio Valdeluz de Madrid

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 49 a?os de prisi¨®n al exprofesor de m¨²sica del colegio madrile?o Valdeluz, Andr¨¦s D¨ªez, como autor de 12 delitos de abuso sexual a alumnas menores de edad, cometidos desde 2002 hasta 2014. Tambi¨¦n ha confirmado el pago de una indemnizaci¨®n de 142.000 euros por da?os morales a las v¨ªctimas de los abusos. El alto tribunal confirma, adem¨¢s, la responsabilidad civil subsidiaria, por no vigilar,? del centro y de la academia Melod¨ªa Siglo XXI, ubicada all¨ª, donde D¨ªez impart¨ªa sus clases de lenguaje musical y de piano, y donde se produjeron los abusos.

?La Audiencia provincial de Madrid hab¨ªa emitido su sentencia, pero el docente y el centro pusieron un recurso de casaci¨®n, sin ¨¦xito. Alegaron que se hab¨ªa vulnerado la presunci¨®n de inocencia y que se hab¨ªa sido condenado atendiendo a conjeturas de las v¨ªctimas. El Supremo, sin embargo, da por bueno lo declarado por las alumnas afectadas, de quienes disculpa, debido a su edad, el desconocimiento sobre la gravedad de lo que ocurr¨ªa y su manera de expresarlo. "Es muy dif¨ªcil que puedan responder a un discurso s¨®lido o con explicaciones estructuradas a algo que les suced¨ªa a una edad en que su formaci¨®n y conocimiento referente a su vida sexual era pr¨¢cticamente inexistente¡±.

Pese a todo, el Supremo concluye ahora que las declaraciones de las afectadas sobre los abusos que se le atribuyen al profeor "se muestran claras y muy descriptivas¡±.

El caso Valdeluz se conoci¨® en 2014, a ra¨ªz de una denuncia de una alumna tras la que se sucedieron en poco tiempo y en cascada las de otras muchas, que contaban c¨®mo el profesor aprovechaba sus clases de piano para tocar a las alumnas. Algunas de ellas acabaron por contarlo en el colegio, hasta el punto de que un exdirector y un antiguo jefe de estudios declararon ante el juez y negaron conocer los hechos. Tambi¨¦n lo supo la Comunidad de Madrid pero no denunci¨®, recibiendo por ello los reproches de la Fiscal¨ªa.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Alberto Jorge Barreiro, explica que las declaraciones de las testigos denunciantes se muestran ¡°muy expl¨ªcitas y narran pormenores y vicisitudes sobre todo lo que en realidad les estaba ocurriendo, explicando con razones l¨®gicas y coherentes su indecisi¨®n a la hora de denunciar y comentar con sus familias lo que suced¨ªa¡±. El profesor, se recuerda en la sentencia, era un hombre carism¨¢tico y admirado por las familias.?

La sala argumenta en repetidas ocasiones y en base a testimonios de peritos y especialistas la validez de las declaraciones de las afectadas frente al recurso del docente. Sobre la responsabilidad civil subsidiaria del centro, el Supremo recuerda que una profesora tuvo conocimiento de los hechos, entre otros elementos de juicio.? Adem¨¢s, se rechaza que la atribuci¨®n de la responsabilidad civil subsidiaria al colegio suponga la vulneraci¨®n del derecho al honor al da?ar su reputaci¨®n, como sostiene el centro docente en su recurso. Sobre esta cuesti¨®n, responde que ¡°no cabe acudir como argumento exoneratorio de la responsabilidad civil a las repercusiones sociales y medi¨¢ticas que una sentencia de esta ¨ªndole puede conllevar¡±.