Asesinos y normales
La violencia de g¨¦nero ocurre con independencia del mes, el d¨ªa, la hora y el lugar
Nadie se pregunta por el ¡°perfil¡± de los narcotraficantes ni de los terroristas y al mismo tiempo nadie duda de que entre esos grupos de delincuentes habr¨¢ diferencias y hombres con distintos rasgos de personalidad, experiencias diversas, h¨¢bitos muy variados... Pero todo el mundo entiende que son criminales que act¨²an con la motivaci¨®n de alcanzar sus objetivos a trav¨¦s de conductas delictivas que vendr¨¢n matizadas por sus rasgos individuales.
Y lo que hace a los hombres ¡°iguales¡± no es el soporte biol¨®gico ni su estructura psicol¨®gica, sino su identidad, esa especie de ¡°manual de instrucciones¡± para ser hombres en un contexto sociocultural caracterizado por lo que los hombres han decidido a lo largo de la historia que era lo conveniente a la hora de organizar la convivencia y las relaciones dentro de ella. Eso es el machismo, la cultura que nos define, no la conducta de algunos.
El inter¨¦s en encontrar un ¡°perfil de maltratador y asesino¡± no es casual, pues hacerlo significa que la construcci¨®n social y cultural que crea la desigualdad y la violencia contra las mujeres como parte de ella, no existe. Y que, por tanto, tampoco hay referencias comunes para que cualquier hombre que lo decida pueda recurrir a una violencia integrada en una sociedad que lleva a decir a las v¨ªctimas lo de ¡°mi marido me pega lo normal¡±, situaci¨®n reflejada en la Macroencuesta de 2015 cuando el 44% de las mujeres que viven bajo la violencia refieren no denunciar, porque la violencia sufrida ¡°no es lo suficientemente grave¡±.
La realidad es muy gr¨¢fica. Los informes del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer reflejan que los hombres asesinan a las mujeres con las que mantienen o han mantenido una relaci¨®n de pareja a cualquier edad, algunos lo hacen desde los 16 a?os (el 0,1% lo ha hecho a esas edades), y no se detienen con el paso del tiempo, hasta el punto de que el 16,2% lo hace con m¨¢s de 64 a?os, aunque como ocurre con las v¨ªctimas, la franja de edad en la que se comenten m¨¢s homicidios es entre los 31 y los 40 a?os (28,4%). Algunos de estos, adem¨¢s, ejercen la violencia no solo contra las mujeres. En los a?os en que existe una estad¨ªstica oficial sobre los menores (2013-2019) han asesinado a 28 ni?os y ni?as.
Matan por todo el territorio con una tasa media de 3,6 asesinos por mill¨®n, y lo hacen en todo tipo de poblaciones, desde las m¨¢s peque?as a las m¨¢s grandes, siendo estas ¨²ltimas (las de m¨¢s de 200.000 habitantes), las que concentran un mayor n¨²mero de casos. Lo hacen con bastante homogeneidad durante todos los meses del a?o, con una media de 5,2 cr¨ªmenes mensuales y un ligero incremento en julio, mes en el que la media asciende a 6,1. Los cr¨ªmenes son cometidos cualquier d¨ªa de la semana, aunque el domingo y el lunes concentran el 31,5% de todos los homicidios, y tampoco diferencian el horario para matar, si bien de 21.00 a 2.00 se comete el 30,2% de estos homicidios, seg¨²n los informes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El procedimiento m¨¢s habitual para llevar a cabo el homicidio es el arma blanca, que es utilizada en el 43,8% de las muertes (Informes CGPJ), y la utilizaci¨®n de m¨¢s de un mecanismo se produce en el 25% de los casos. El grado de violencia es tan alto que la media de pu?aladas utilizadas para acabar con la vida de las mujeres es de 18,4, aunque hay casos con m¨¢s de 100 cuchilladas.
Uno de los mitos m¨¢s frecuentes a la hora de justificar estos homicidios es recurrir a la alteraci¨®n psicol¨®gica del agresor, sin embargo, el an¨¢lisis de las sentencias de todos los homicidios por violencia de g¨¦nero que realiza el CGPJ revela que en ning¨²n caso el alcohol anul¨® la responsabilidad del homicida y solo en un 0,2% la modific¨®. A su vez, las alteraciones ps¨ªquicas modificaron la responsabilidad en el 7% y en el 2% la anularon, por lo que los datos demuestran que la inmensa mayor¨ªa, m¨¢s del 90%, de los homicidas eran normales y se encontraban en perfecto uso de sus capacidades intelectivas y volitivas.
El 19,4% de estos asesinos se suicid¨® tras el homicidio, una conducta que ha aumentado desde 2014 y que es llevada a cabo fundamentalmente por espa?oles y por los agresores de mayor edad: en el 31,2% de los suicidios los agresores tienen m¨¢s de 64 a?os.
Los extranjeros suponen el 29,7% del total, pero siempre se argumenta que est¨¢n sobrerrepresentados respecto a su grupo poblacional, de hecho, la tasa por mill¨®n de homicidas espa?oles es del 2,5 por mill¨®n y la de extranjeros es de 9,5. Sin embargo, esta lectura resulta simplista. Si se tiene en cuenta que el grupo de edad m¨¢s violento es el que va de los 31 a los 50 a?os y que los hombres extranjeros de esa franja de edad representan el 45,9%, mientras que los espa?oles suponen el 31,1%, la conclusi¨®n es que entre la poblaci¨®n extranjera existe una diferencia de 14,8 puntos en el porcentaje de hombres en la ¡°edad m¨¢s violenta¡±.
Este factor, junto con otros vinculados a sus din¨¢micas relacionales, es fundamental para entender la mayor tasa de homicidas extranjeros y no caer en el reduccionismo de creer que la causa de esta violencia est¨¢ en su origen. Los hombres asesinan a las mujeres por ser machistas, no por ser extranjeros, la procedencia puede condicionar algunos de los factores relacionados con la violencia, pero no es la raz¨®n para que se lleve a cabo.
La violencia de g¨¦nero ocurre ¡°siempre¡± con independencia del mes, el d¨ªa, la hora y el lugar. Y sucede as¨ª porque en cada momento y destino hay un hombre ¡°normal¡± que decide asesinar a la mujer con la que mantiene o ha mantenido una relaci¨®n de pareja.