1.000 asesinadas por violencia machista: la cuenta pendiente
Desde 2003, cuando comenz¨® la estad¨ªstica oficial, un millar de mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas
Antes tambi¨¦n las mataban. Pero era de puertas para adentro y no se contaban. Maridos contra sus mujeres. Tan suyas que dispon¨ªan hasta de su vida. Espa?a viv¨ªa de espaldas a la violencia de g¨¦nero hasta que una mujer, con voz suave y marcado acento granadino, cont¨® su calvario en televisi¨®n: ¡°En 40 a?os solo me ha dado palizas y sinsabores¡±. Dos semanas despu¨¦s fue quemada viva por su exesposo. Era 1997 y aquel testimonio de Ana Orantes fue el revulsivo para que algunas cosas empezaran a cambiar. Para que esas mujeres empezaran a contar tambi¨¦n de puertas afuera. El Gobierno inaugur¨® en 2003 un recuento oficial que acaba de llegar a una cifra tan redonda como negra: 1.000 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.
MUJERES ASESINADAS
Fuente: Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero. EL PA?S
A la primera que entr¨® en esa lista, Diana Yanet Vargas, la mat¨® su pareja en Fuengirola (M¨¢laga) una noche de Reyes: ¡°No me pegues, no me pegues. No me tires¡±, grit¨® ella. La arroj¨® por un balc¨®n. Entre Diana Yanet Vargas y Ana Luc¨ªa da Silva Sepulchro, asesinada el pasado 14 de junio, un millar de mujeres de todas las edades y condici¨®n han perdido la vida a manos de los hombres que dec¨ªan quererlas. El grupo de edad con m¨¢s asesinadas es el de 31 a 40 a?os. 10 eran menores de edad. Otras seis pasaban de 85 a?os.
La mayor¨ªa de los casos siguen ocurriendo casi en silencio, sin que medie un aviso previo. Tres de cada cuatro asesinadas no denunciaron nunca a sus maridos, sus novios o sus exparejas. Las dificultades para proteger a esas mujeres que no dieron la voz de alarma, entender lo que supone el silencio y el c¨ªrculo de la violencia, es uno de los aspectos en revisi¨®n de todo el sistema que se ha creado a lo largo de estos 16 a?os para combatir la violencia machista. ¡°Tenemos sentencias que explican que el retraso en denunciar no se debe a que no haya fundamento, sino al propio proceso del ciclo de la violencia y del tiempo que la mujer necesita para tomar esa dif¨ªcil decisi¨®n contra una persona a la que ha estado vinculada¡±, explica la jurista Inmaculada Montalb¨¢n, que fue presidenta del Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero entre 2008 y 2013. Distintos estudios muestran c¨®mo ellas tardan de media casi nueve a?os en denunciar. Tambi¨¦n es clave entender qu¨¦ fall¨® en la protecci¨®n del otro 25% de esas v¨ªctimas que s¨ª solicitaron la ayuda al sistema, pero fueron igualmente asesinadas.
La gran clave de aquella Espa?a que empez¨® a contar a sus muertas fue entender que no se trataba de un asunto ni privado ni aislado ni ¨²nico, sino un problema p¨²blico, un drama social de gran calado. El forense Miguel Lorente empez¨® a ver a finales de los noventa c¨®mo en su consulta se repet¨ªa un patr¨®n que no se esperaba. ¡°Entr¨¦ en shock¡±, cuenta Lorente, que despu¨¦s fue delegado del Gobierno para la violencia de g¨¦nero entre 2008 y 2011. ¡°Vi a muchas mujeres parecidas. Todas cre¨ªan que solo les pasaba a ellas, que su marido era muy bueno¡±. Esas mujeres aparec¨ªan con lesiones muy graves y le dec¨ªan aquello de "mi marido me pega lo normal" que le dio para titular un libro.
MENORES V?CTIMAS MORTALES
Fuente: Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero. EL PA?S
¡°Lo que m¨¢s me sorprend¨ªa era la frialdad. Aquellos atestados mostraban el c¨¢lculo y ensa?amiento con el que actuaban los asesinos, c¨®mo preparaban la pistola y lo planificaban todo¡±, rememora de aquellos a?os Soledad Murillo, actual secretaria de Estado de Igualdad. Ella fue otra de las impulsoras de la ley integral de violencia de g¨¦nero aprobada en 2004, cuando ejerc¨ªa como Secretaria de Igualdad. La ley ¡°puso el acento en las relaciones de poder, habla de las relaciones sentimentales como relaciones de poder y conecta esos cr¨ªmenes con lo p¨²blico, no con el ¨¢mbito privado¡±. Enumera la lista con algunas de las medidas recogidas en aquella norma que sali¨® a la segunda, despu¨¦s de que el PP vetara un primer intento: los juzgados y fiscal¨ªas especializadas en los que se ator¨® la formaci¨®n de jueces y juezas, un observatorio para recoger y analizar cifras o reconocimiento y pensiones para los hu¨¦rfanos, que se acabaron aprobando m¨¢s de tres lustros despu¨¦s y que este junio siguen pendientes de tramitaci¨®n.
HU?RFANOS
Fuente: Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero. EL PA?S
Murillo y Lorente admiten que hab¨ªa aspectos de la ley que ¡°no se cumpl¨ªan¡±. ¡°Ha faltado desarrollo, las leyes son esqueletos sobre los que hay que construir una nueva realidad. Ten¨ªa que haberse trabajado mucho m¨¢s¡±, lamente el forense.
A las mujeres las siguen matando. Mientras, se alzan voces que piden eliminar las leyes contra la violencia de g¨¦nero como las del partido ultraderechista Vox, porque, dicen, ¡°no funcionan¡±.
¡°No podemos desautorizar una ley porque se quebrante como se quebranta el C¨®digo Penal. Nadie pone en cuesti¨®n la ley tributaria cuando se produce una malversaci¨®n¡±, critica Murillo.
Muchas de las medidas que no lleg¨® a desarrollar aquella norma ¡ªsobre educaci¨®n, formaci¨®n de jueces y fiscales o sobre protecci¨®n a las mujeres que no denuncian¡ª aparecen repetidas y ampliadas en el Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero, que sali¨® en 2017 con el trabajo de todos los grupos pol¨ªticos del Congreso. La cuenta pendiente ahora es su desarrollo para prevenir los casos, para proteger mejor a las mujeres y seguir ahondando en las razones por las que las atacan. La clave, explica la jurista Inmaculada Montalb¨¢n, es muy profunda y est¨¢ enraizada en el patriarcado: ¡°Algunos hombres no consienten que las mujeres ejerzan sus derechos con libertad porque creen que es un desaf¨ªo para su masculinidad¡±.