Canad¨¢ protege a los animales del bestialismo y las peleas organizadas

Canad¨¢ ha dado un paso significativo en materia de protecci¨®n animal. Este mi¨¦rcoles, el Parlamento del pa¨ªs norteamericano aprob¨® la iniciativa C-84, que contempla cambios en el c¨®digo criminal. Desde ahora, el bestialismo implica cualquier contacto con fines sexuales entre una persona y un animal, ya que la definici¨®n se enfocaba ¨²nicamente en la penetraci¨®n. De igual forma, los individuos condenados por este il¨ªcito aparecer¨¢n en la lista nacional de delincuentes sexuales. Asimismo, el proyecto adoptado sanciona actividades relacionadas con las peleas de animales no contempladas por el marco anterior.

La modificaci¨®n ha tenido lugar en la secci¨®n 160 del c¨®digo criminal. ¡°En esta secci¨®n, bestialismo significa cualquier contacto con un animal con prop¨®sitos sexuales¡±, establece el texto de la iniciativa. Seg¨²n indica el c¨®digo, las condenas por bestialismo no pueden exceder los 10 a?os de encarcelamiento. El proyecto C-84 lleg¨® al Parlamento en octubre de 2018 y obedeci¨® en gran medida a las reacciones ¨Ctanto de pol¨ªticos como de asociaciones animalistas- provocadas por una decisi¨®n de la Suprema Corte de Canad¨¢ en 2016. Un delincuente sexual fue condenado por distintas agresiones, pero no por bestialismo, ya que los jueces dictaminaron que las disposiciones del c¨®digo criminal no defin¨ªan con precisi¨®n qu¨¦ actos sexuales con animales estaban prohibidos. No obstante, uno de los jueces inst¨® a los parlamentarios a revisar la definici¨®n.

No existe una recopilaci¨®n oficial sobre acusaciones y condenas por bestialismo en Canad¨¢. Sin embargo, un informe publicado hace unos meses por el Centro Canadiense de Protecci¨®n a la Ni?ez ubic¨® 38 casos, entre 1980 y 2017. En 31 hubo al menos un menor como v¨ªctima. La prensa ha publicado informaci¨®n sobre algunos de estos casos. El de mayor repercusi¨®n ha sido el de Jason Dickens, un actor televisivo. Dickens fue condenado a finales de 2018 por pornograf¨ªa infantil, pero se libr¨® de los cargos por bestialismo debido a la definici¨®n que estaba en vigor.

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¡°Incluir a los individuos condenados por bestialismo en la lista de delincuentes sexuales va a proteger a los animales y a reducir los riesgos de agresi¨®n sexual a menores. Las investigaciones han demostrado v¨ªnculos claros entre el bestialismo y los abusos sexuales a ni?os, as¨ª como con otras formas de violencia¡±, se?ala Barbara Cartwright, directora ejecutiva de Humane Canada, v¨ªa telef¨®nica desde Ottawa. ¡°La parte del proyecto C-84 relacionada con la definici¨®n de bestialismo elimina las lagunas legales que permitieron a varias personas eludir sus acciones¡±, a?ade.

El proyecto aprobado tambi¨¦n proh¨ªbe la promoci¨®n o cualquier beneficio relacionado con las peleas de animales, as¨ª como la reproducci¨®n, el entrenamiento y el transporte para este fin. La interdicci¨®n se aplica igualmente a toda forma de apoyo o asistencia en esta actividad. Asimismo, constituye un delito la construcci¨®n o el mantenimiento de un recinto para estos combates. El marco anterior se aplicaba ¨²nicamente para las peleas de gallos. ¡°Varios de los puntos de la ley no hab¨ªan cambiado desde hace m¨¢s de un siglo. Un elemento central es que se podr¨¢n presentar cargos no solo contra las personas que est¨¦n presentes en una pelea, sino tambi¨¦n contra quienes colaboren de otras maneras¡±, comenta Cartwright.

El mismo d¨ªa, los diputados aprobaron el proyecto C-68, que proh¨ªbe las importaciones de aletas de tibur¨®n. Existe desde 1994 una interdicci¨®n de realizar esta pr¨¢ctica en aguas canadienses, pero su env¨ªo desde otras latitudes no es un asunto espor¨¢dico. Detr¨¢s de China y Hong Kong, Canad¨¢ es el tercer importador mundial de estas aletas. Tan solo en 2018 import¨® unas 148 toneladas. La demanda considerable tiene que ver principalmente con la numerosa comunidad china afincada en el pa¨ªs.

Camille Labchuck, directora ejecutiva de Animal Justice, se?al¨® en un comunicado que estas nuevas medidas son significativas, pero que a¨²n hay mucho trabajo por hacer para mejorar las leyes que protejan a los animales. Barbara Cartwright coincide en sus opiniones. ¡°Son muy buenas noticias. Sin embargo, queda camino por recorrer. Por ejemplo, es muy dif¨ªcil probar en tribunales los casos de negligencia animal. Tambi¨¦n hay que subrayar que Canad¨¢ no cuenta con un Acta de Protecci¨®n Animal¡±, precisa.