El mismo refresco tiene m¨¢s naranja en Italia que en Espa?a

?Coca-Cola con az¨²car o con jarabe de ma¨ªz? Depende de d¨®nde se tome. La Comisi¨®n Europea public¨® el lunes un estudio comparativo a partir de 1.380 muestras de 128 alimentos en 19 Estados miembros, y concluy¨® que un tercio de los productos analizados tiene una presentaci¨®n igual o similar pero una composici¨®n distinta en funci¨®n del pa¨ªs. A?ade sin embargo que estas diferencias ¡°no tienen que ser traducidas en diferentes niveles de calidad alimentaria¡±, como denuncian desde hace tiempo varios?pa¨ªses del Este.

M¨¢s informaci¨®n

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Embutido con menos carne y naranjada ¡®de segunda¡¯ para Europa del este

Los consumidores de Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa o Eslovaquia llevan a?os quej¨¢ndose de que los productos que venden ah¨ª las grandes empresas son de peor calidad que en el Oeste de Europa. Las autoridades locales decidieron comprobarlo y encargaron varios an¨¢lisis que confirmaron la sospecha: art¨ªculos en apariencia id¨¦nticos no eran los mismos que se vend¨ªan en otros pa¨ªses. Hab¨ªa desde pizzas con menos queso a jam¨®n con menor cantidad de cerdo.

El informe que acaba de publicar la Comisi¨®n, llevado a cabo por el Centro Com¨²n de Investigaci¨®n (su servicio cient¨ªfico), tampoco zanja el debate, sino lo ampl¨ªa. Realizado entre noviembre y diciembre de 2018, refleja que las diferencias encontradas no siguen ning¨²n ¡°patr¨®n geogr¨¢fico coherente¡±, es decir que apunta a un mapa de la desigualdad m¨¢s extenso que no se reduce a una simple brecha entre Este y Oeste. Por otro lado, evidencia que el 9% de los art¨ªculos estudiados presentaba, en el momento del an¨¢lisis, composiciones distintas pero igual informaci¨®n en la parte frontal del envase, mientras que un 22% ten¨ªa composici¨®n diferente y presentaci¨®n similar. Asimismo, el 23% de las muestras result¨® id¨¦ntica en todos los Estados miembros, y en un 27% de los casos la diferencia en la composici¨®n se recog¨ªa en el frontal del envase.

No solo hay distintas recetas seg¨²n el pa¨ªs; tambi¨¦n var¨ªan las cantidades de los ingredientes. Por ejemplo, el yogur de fresa de la marca Clever analizado en el estudio contiene fruta en las versiones checa y eslovaca, mientras en Bulgaria tiene colorantes y saborizantes; el refresco sabor naranja Freeway de Lidl tiene un porcentaje de zumo a base de concentrado m¨¢s elevado en Italia (20%) que en Alemania (3%) o Espa?a (8%), lo que la empresa justifica con diferentes requisitos normativos locales.

Camille Perrin, responsable de pol¨ªticas alimentarias de la Organizaci¨®n de Consumidores Europeos (BEUC), afirma que este estudio no hace m¨¢s que resaltar que el doble est¨¢ndar de calidad de los alimentos ¡°es una realidad¡±: ¡°Tambi¨¦n confirma que no es solo un problema entre Este y Oeste. Lamentablemente, los consumidores todav¨ªa no pueden beneficiarse plenamente del mercado ¨²nico, y algunos fabricantes est¨¢n tratando de aprovecharse de esta situaci¨®n¡±.

Cambio normativo

Ya en 2017, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, se hab¨ªa pronunciado sobre la calidad dual de los alimentos. "No puedo aceptar que algunas partes de Europa se vendan a los consumidores alimentos de menor calidad que en otros pa¨ªses, a pesar de que los envases y marcas sen id¨¦nticos", dijo entonces. Ahora, este?asunto se ha convertido en uno de los puntos del nuevo acuerdo de consumidores que se acaba de fraguar en el seno de la UE, y que est¨¢ a la espera de ser ratificado formalmente por los Estados miembros.

La nueva normativa prohibir¨¢ comercializar en la UE productos distintos que pueden parecer iguales a los ojos de los usuarios, salvo casos particulares, por ejemplo cuando las legislaciones nacionales lo exijan. ¡°No habr¨¢ un doble rasero en el mercado ¨²nico europeo", escribi¨® el lunes en su cuenta de Twitter la?comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de G¨¦nero, V¨§ra Jourov¨¢.?

El pr¨®ximo paso es que las autoridades competentes de cada pa¨ªs analicen, caso a caso, si las diferencias reflejadas en el estudio constituyen una pr¨¢ctica enga?osa contraria a la ley. ¡°Esperamos con inter¨¦s el an¨¢lisis e interpretaci¨®n de los hallazgos del estudio [...]. Necesitamos saber si las diferencias reportadas en la composici¨®n tambi¨¦n reflejan una diferencia en la calidad¡±, concluye Perrin.?