Igualdad de trato para todos los consumidores europeos

La "calidad dual" es una pr¨¢ctica por la cual las empresas de alimentaci¨®n utilizan f¨®rmulas diferentes en art¨ªculos que se venden con la misma marca y el mismo envase. Dependiendo del mercado en el que se distribuyan, algunos productos pueden ser de menor calidad nutricional o contener ingredientes peores. Se sospecha que las empresas venden productos de calidad inferior sobre todo en los pa¨ªses del Este, pero en Occidente tambi¨¦n hay diferencias. Los alimentos, y tambi¨¦n otros art¨ªculos, como el dent¨ªfrico y el champ¨², pueden estar sujetos a esta pr¨¢ctica.

?ltimamente, los productos de calidad dual han saltado a los titulares en diversos pa¨ªses, entre ellos Eslovaquia, Hungr¨ªa, Eslovenia y Croacia, en los que numerosos consumidores han declarado que se sienten "ciudadanos de segunda clase". Los an¨¢lisis llevados a cabo por los Gobiernos y los grupos de consumidores, como la Uni¨®n de Consumidores de Eslovenia, han descubierto, por ejemplo, que las barritas de pescado eslovacas contienen menos pescado que su equivalente austr¨ªaco; que las galletas polacas se elaboran con mantequilla y aceite de palma, mientras que la f¨¢brica alemana de la marca utiliza solo mantequilla; y que los yogures de fruta contienen m¨¢s fruta en Austria que en Eslovenia.

Europa es rica en tradiciones culinarias. En consecuencia, existen diferencias en cuesti¨®n de consumo. Sin embargo, la calidad dual de unos alimentos etiquetados exactamente igual, cuando es discriminatoria y no respeta las expectativas de los consumidores, debe considerarse injusta.

Tenemos que presionar a las empresas de alimentaci¨®n para que traten igual a todos los consumidores de la Uni¨®n Europea. Una buena noticia es que la Comisi¨®n Europea est¨¢ elaborando un m¨¦todo armonizado de an¨¢lisis para sacar a la luz los casos de calidad dual y responsabilizar a los productores. Otra buena noticia es que la UE va a ofrecer apoyo econ¨®mico a las autoridades nacionales de protecci¨®n de los consumidores con el fin de que puedan realizar m¨¢s an¨¢lisis comparativos de alimentos.

Las organizaciones de consumidores tambi¨¦n tienen un papel clave que desempe?ar a la hora de comparar productos y contribuir a que el p¨²blico sepa cu¨¢les son de mejor calidad. De la misma manera que le ayudan a cambiar a suministradores de energ¨ªa m¨¢s baratos o a escoger los productos financieros m¨¢s apropiados, las organizaciones que forman parte de la Oficina Europea de Uniones de Consumidores (BEUC) proporcionan informaci¨®n independiente sobre la composici¨®n y el valor nutricional de los alimentos y ayudan a los consumidores a elegir en consecuencia. Por ejemplo, exactamente eso es lo que hace la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios ?tambi¨¦n miembro de BEUC?, en Espa?a.

Nuestra organizaci¨®n ha conseguido convencer a las empresas de alimentaci¨®n de que cambien a mejor. Por ejemplo, Danone ha tenido que a?adir fruta natural a la receta belga de su yogur para ni?os m¨¢s vendido. El cambio se produjo despu¨¦s de que la organizaci¨®n belga miembro de BEUC se quejase de que el envase en el que aparec¨ªa la fruta era enga?oso, ya que el producto solamente conten¨ªa aromatizantes. Como las empresas utilizan diferentes estrategias seg¨²n en qu¨¦ mercado, hizo falta m¨¢s presi¨®n para que se modificase la composici¨®n en los pa¨ªses vecinos.

Por desgracia, los esfuerzos del sector para reducir los niveles de grasa, az¨²car y sal han sido desiguales en los distintos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Este hecho refleja las discrepancias entre las autoridades nacionales en materia de nutrici¨®n, combinadas a menudo con un desarrollo insuficiente de las organizaciones de consumidores.

Todos los consumidores de la UE tienen que poder confiar en que los alimentos que compran son seguros y saludables, y en que lo que ven en la etiqueta es lo que van a encontrar dentro del envase. Garantizar que eso es as¨ª es una de las maneras en que los responsables pol¨ªticos pueden acercar la Uni¨®n Europea a sus ciudadanos.

Monique Goyens es directora general de la Oficina Europea de Uniones de Consumidores