Internet para 3.000 millones de desfavorecidos
?frica y Am¨¦rica Latina est¨¢n en el epicentro de la flotilla de sat¨¦lites de O3b que ofrece conexi¨®n a alta velocidad
La brecha digital entre los pa¨ªses del norte y los del sur no se cierra. A finales del a?o pasado, solo el 51% de la poblaci¨®n mundial usaba Internet. Pese a los grandes avances para construir una sociedad de la informaci¨®n global, la econom¨ªa digital es una quimera para la mitad del planeta. Mientras en las naciones avanzadas, el acceso a Internet crece de manera constante hasta alcanzar el 80,9%, en los pa¨ªses en desarrollo apenas cubre 54,3%, seg¨²n la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones. El salto m¨¢s significativo lo ha dado ?frica. En 2005, solo el 2,1% de la poblaci¨®n africana ten¨ªa acceso a Internet, una cota que ha aumentado hasta 24,4% el a?o pasado.?
?frica se encuentra en el epicentro de la zona de cobertura del proyecto O3b (Other three billion, otros 3.000 millones) desplegado por la Sociedad Europea de Sat¨¦lites (SES) para facilitar la conexi¨®n a Internet en el mundo pobre. La compa?¨ªa con sede en Luxemburgo puso en ¨®rbita el pasado abril cuatro sat¨¦lites desde el centro espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Con este lanzamiento, SES cuenta ya con una constelaci¨®n de 20 artefactos situados a 8.000 kil¨®metros de altura, que cubre una franja que va desde Sud¨¢n hasta Per¨², de Pakist¨¢n a Nueva Guinea, del Amazonas a Malasia.
Son zonas en las que el acceso a la informaci¨®n y la comunicaci¨®n se topa con dificultades econ¨®micas y frenos orogr¨¢ficos, lo que impide la democratizaci¨®n del acceso a Internet, declarado por Naciones Unidas en 2016 un derecho b¨¢sico de todos los seres humanos. Una resoluci¨®n de la ONU anima a todos los pa¨ªses a proveer a sus ciudadanos de acceso digital. El objetivo es que Internet sea un servicio de alcance universal, como lo es el tel¨¦fono.
El proyecto de la SES, cuyo principal accionista es el Estado de Luxemburgo, contribuye a reducir la brecha digital. ¡°Existe una gran preocupaci¨®n por las implicaciones que supone la exclusi¨®n digital¡±, dice Simon Gatty Saunt, vicepresidente de Ventas y Proveedores de Servicios Globales de SES Networks. A?ade que ¡°muchas de las personas que abandonan las ¨¢reas rurales lo hacen entre otras razones por un d¨¦ficit en el servicio de Internet¡±.
Bajo la premisa de ¡°conectar a las personas para cambiar vidas¡±, la compa?¨ªa se propuso llevar la Red ¡°a lugares sin servicio en zonas remotas y rurales y ayudar a instituciones gubernamentales a restablecer la capacidad de comunicaci¨®n en ¨¢reas afectadas por desastres naturales o para habilitar servicios mar¨ªtimos de alto standing¡±, asegura Gatty Saunt.
Llevar Internet de alta velocidad a la remota Regi¨®n del Amazonas, en el extremo sur de Colombia, era un reto colosal. Ernestina Calis, maestra de la localidad de Leticia (42.000 habitantes, con un elevado porcentaje de poblaci¨®n ind¨ªgena), recuerda c¨®mo la descarga de contenidos educativos era, antes, muy lenta. ¡°Ahora podemos hacer cosas que antes no pod¨ªamos. Es importante tener Internet todo el tiempo porque estamos en una zona muy dif¨ªcil y eso nos permite lograr un nivel acad¨¦mico mucho m¨¢s avanzado¡±, comenta. Los usuarios apuntan que Internet ¡°va como un rel¨¢mpago¡±. Las fuerzas del Ej¨¦rcito destacan que las videoconferencias no se cortan, los m¨¦dicos valoran la transmisi¨®n de im¨¢genes diagn¨®sticas de gran tama?o y alta resoluci¨®n, y los j¨®venes pueden conectar con los cursos de las m¨¢s prestigiosas universidades del mundo. Juan David Duque, director de Proamazonas, resume el impacto que ha supuesto la conexi¨®n a Internet: ¡°Llega al Amazonas la oportunidad del cambio¡±.
Per¨² ha recurrido tambi¨¦n a O3b. En Iquitos, la segunda ciudad m¨¢s importante, los usuarios tienen un f¨¢cil acceso a la conectividad sin l¨ªmites 4G. ¡°No se sienten cohibidos de lo que pueden experimentar los habitantes de otras ciudades¡±, apunta Jorge Villalba, directivo de la compa?¨ªa Axesat. Iquitos ten¨ªa una serie de restricciones t¨¦cnicas que no se daban, por ejemplo, en Lima, la capital del pa¨ªs. ¡°Hemos llevado el beneficio de la disminuci¨®n de la brecha digital hasta Iquitos y la calidad del servicio ha aumentado¡±, resume Gonzalo Vegas, de Entel.
En Burkina Faso, m¨¢s de 10.000 funcionarios tienen acceso digital gracias a O3b. Y, en la regi¨®n del Sahel, el sat¨¦lite es visto como una alternativa a la fibra ¨®ptica, cuyo despliegue a trav¨¦s de redes convencionales en la zona tendr¨ªa unos costes imposibles de asumir. La delegaci¨®n de la UE en Chad considera que este es un paso importante para impulsar el desarrollo del pa¨ªs africano. Para SES, la constelaci¨®n de O3b contribuye a que aquella visi¨®n que dise?¨® en 2009 de ¡°cambiar vidas conectando a personas¡± sea una realidad.
Adem¨¢s de facilitar conexi¨®n a aviones, plataformas petroleras o cruceros, la flotilla de SES proporciona sistemas de comunicaci¨®n digital a numerosas Administraciones locales y agencias humanitarias. La r¨¢pida capacidad de despliegue permite restaurar las redes en lugares azotados por los desastres naturales, como ha ocurrido recientemente en Per¨² o en Puerto Rico. Para atender estas emergencias solo se requiere desplazar al terreno una antena parab¨®lica giratoria que va enganchando la se?al de un sat¨¦lite a otro.
Una nueva carrera espacial
Grandes empresas como OneWeb, Telesat o SpaceX se han embarcado en una nueva carrera espacial para colocar en el aire centenares de sat¨¦lites de ¨®rbita baja terrestre (a unos 1.000 kil¨®metros) y ofrecer conexiones de Internet de alta velocidad. Si estas compa?¨ªas cumplen sus planes, miles de sat¨¦lites ser¨¢n lanzados al espacio con el riesgo de que se produzcan colisiones, seg¨²n un estudio avalado por la Agencia Espacial Europea.
Amazon, la compa?¨ªa que preside Jeff Bezos, ha anunciado la puesta en ¨®rbita de 3.236 sat¨¦lites dentro de su Project Kuiper, que cubrir¨¢ el 95% de la poblaci¨®n mundial. OneWeb, participada por Coca Cola, considera que su plan requiere al menos de 600 unidades. SpaceX, del multimillonario Elon Musk, aspira a mandar al espacio una constelaci¨®n de 12.000 artefactos dentro de su proyecto Starlink. A finales de mayo se lanzaron los primeros 60.
Frente a esta avalancha de sat¨¦lites que colapsar¨¢ la ¨®rbita baja, la media (8.000 kil¨®metros) est¨¢ mucho menos congestionada. En la posici¨®n intermedia se ubican los sat¨¦lites de O3b. Cumplen la misma funci¨®n con muchas menos unidades. Con el lanzamiento en abril, a cargo de Arianespace, de cuatro sat¨¦lites a bordo de un cohete Soyuz, la Sociedad Europea de Sat¨¦lites tiene ya en el cintur¨®n ecuatorial 20 artefactos, construidos por Thales Alenia Space. Esta constelaci¨®n tom¨® forma en 2013, cuando se realiz¨® el primer lanzamiento. Con una cobertura casi global, esta red permite realizar conexiones con la misma calidad de la fibra ¨®ptica pero sin necesidad de tender cables, y con baja latencia. Son ya casi 50 pa¨ªses los que usan esta tecnolog¨ªa para acceder a Internet, realizar videoconferencias o fomentar la telemedicina.
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