El juicio al tatuador acusado de abusos queda aplazado hasta octubre al no poder declarar varios testigos

El juicio contra el tatuador de San Sebasti¨¢n Jack Rafael Estrada, acusado de 14 abusos sexuales a 12 mujeres y para el cual la Fiscal¨ªa pide una pena de 21 a?os y cuatro meses de c¨¢rcel, ha sido suspendido este jueves hasta principios de octubre al no poder declarar, por diferentes causas, varios testigos, entre ellos tres presuntas v¨ªctimas.

La segunda jornada de la vista ha comenzado hacia las diez de la ma?ana en el Juzgado de lo Penal 2 de la capital guipuzcoana, de nuevo, como este mi¨¦rcoles, con el acusado oculto tras un biombo para evitar el contacto visual directo entre ¨¦l y las v¨ªctimas. En esta ocasi¨®n, ha declarado el antiguo compa?ero de piso del tatuador, y de la pareja del acusado y su hija. Todos ellos compartieron piso entre enero de 2013 y verano de 2014 en San Sebasti¨¢n.

El excompa?ero de piso ha explicado que conoci¨® al acusado en Caracas (Venezuela), pa¨ªs de donde es oriundo el acusado. El testigo pasaba una semana de vacaciones en la ciudad en noviembre de 2011, cuando decidi¨® tatuarse las piernas. "Era mi tatuador y nos dimos el tel¨¦fono y hablamos", ha explicado, para a?adir que el acusado le coment¨® que "ten¨ªa intenci¨®n de venir a Espa?a a trabajar". "Le dije que yo viv¨ªa solo y que ten¨ªa habitaciones para alquilar", ha apuntado.

"Parec¨ªa normal, un hombre y un tatuador normal", ha a?adido. Seg¨²n ha indicado, una vez instalado en su casa comenz¨® a hacer tatuajes a sus conocidos y amigos del barrio donostiarra de Trintxerpe. "Ven¨ªan a tatuarse a casa", ha explicado.

Seg¨²n este texto, al cabo de unos meses algunas chicas le comentaron que el tatuador "se les insinuaba" y le ense?aron conversaciones que hab¨ªan mantenido con ¨¦l por redes sociales, algo que tambi¨¦n ocurri¨® con su propia expareja mientras compart¨ªan la vivienda.

Esta mujer prest¨® testimonio este mi¨¦rcoles, en la primera sesi¨®n del juicio, y relat¨® que Estrada se le abalanz¨® con los pantalones bajados en la citada vivienda. "Le empec¨¦ a llamar la atenci¨®n y a decirle que dejara en paz a mi pareja", ha afirmado el excompa?ero de piso. "Al principio no quer¨ªa meterme", pero le ech¨® de la casa cuando su novia le relat¨® el episodio de los pantalones y le refiri¨® que le dec¨ªa que hab¨ªa so?ado que ten¨ªa "una noche de pasi¨®n con ella" y que quer¨ªa hacer realidad el sue?o.

Preguntado por qu¨¦ la que era entonces su pareja no denunci¨® entonces a Estrada, el testigo ha explicado que ¨¦l se lo propuso pero ella "por miedo y verg¨¹enza" y sobre todo para que "no se enteraran los padres" no lo hizo, porque su padre "tiene mucho car¨¢cter", ha dicho.

A continuaci¨®n ha declarado la hija de la pareja del acusado, que ha explicado que ya no tiene ning¨²n contacto con su madre, ni con el acusado, desde hace dos a?os. La joven, que ayudaba al tatuador en su trabajo realizando trabajos de marketing o lettering (caligraf¨ªa)?para los tatuajes, ha relatado que en algunas ocasiones escuch¨® de boca del acusado "comentarios de contenidos sexual" dirigidos a algunas de sus clientas, algo que "no parec¨ªa adecuado".

"Evitaba estar sola con ¨¦l"

Seg¨²n ha explicado esta testigo, fue objeto de alguna situaci¨®n "muy desagradable", como cuando en presencia de su madre el acusado le propuso hacerle unas fotograf¨ªas desnuda para anunciar su estudio o cuando tras hacerse un piercing en el pez¨®n, le pregunt¨® a ver qui¨¦n se lo hab¨ªa hecho porque "se lo hubiera hecho ¨¦l". "Yo evitaba estar sola con ¨¦l en lo m¨¢s que pod¨ªa", ha confesado.

Tambi¨¦n ha declarado en esta segunda jornada del juicio la pareja del tatuador, citada por la defensa, que entre l¨¢grimas ha pedido al juez que los medios no publicaran su declaraci¨®n porque ha pasado "bastante miedo y dolor" desde que se dict¨® prisi¨®n provisional para el acusado en febrero de 2018. El juez le ha explicado que "por Ley en Espa?a" los juicios se celebran en audiencia p¨²blica, aunque pod¨ªa no declarar acogi¨¦ndose a su calidad de pareja del acusado, algo que ha rechazado.

La mujer ha asegurado que "siempre" estaba presente cuando su pareja trabajaba y atend¨ªa a los clientes de su pareja procurando que "estuvieran bien", a lo que ha a?adido que "ninguno" se le quej¨®, ni le dijo que el acusado "se hubiera propasado". "Nunca o¨ª a nadie gritar, ni decir nada, ni o¨ª ninguna cachetada", ha afirmado.

Tras la suspensi¨®n del juicio al no poder declarar por diferentes motivos varios testigos, entre ellos tres v¨ªctimas (una deb¨ªa hacerlo por videoconferencia pero ha habido problemas t¨¦cnicos, otra por problemas de salud y otra a la que no se ha conseguido contactar), se prev¨¦ que se reanude a principios de octubre con dos sesiones, una con las declaraciones y pruebas periciales y otra en la que declarar¨¢ el acusado y se presentar¨¢n las conclusiones.