?D¨®nde tiran tus compa?eros de trabajo el vaso de caf¨¦?

Hace un a?o, en la cocina de Nicol¨¢s Aub¨¦, de 22 a?os, solo hab¨ªa un cubo de basura. El acto de separar basura no formaba parte de sus prioridades, por lo que reciclaba siempre y cuando no le supusiese una complicaci¨®n. Todo cambi¨® cuando aterriz¨® como becario en la empresa de cosm¨¦tica vegetal Yves Rocher en Madrid. Junto a su mesa de oficina se encontr¨® con un compa?ero inesperado: un caj¨®n con tres cubos para los envases de pl¨¢stico, de papel y cart¨®n y la basura org¨¢nica. Descubri¨® que en su nuevo lugar de trabajo, adem¨¢s de fomentarse el reciclaje, exist¨ªa un comit¨¦ (compuesto por 11 miembros de las diferentes ¨¢reas de negocio) para poner en marcha iniciativas que favoreciesen al medioambiente. Su d¨ªa a d¨ªa cambi¨®. ¡°A las dos semanas entr¨¦ en el comit¨¦. Y ahora estoy m¨¢s concienciado y reciclo. Coges las costumbres aqu¨ª y te las llevas a casa¡±, cuenta Aub¨¦.

Los cubos de colores que Yves Rocher ha colocado en sus oficinas no son un caso aislado. En los dos ¨²ltimos a?os, 1.745 empresas han instalado estos recipientes para concienciar a sus trabajadores de la importancia del reciclaje. Una iniciativa, promovida por Ecoembes, que ya ha entrado en la vida diaria de m¨¢s de 75.000 trabajadores de toda Espa?a. "Es natural que muchos ciudadanos quieran reciclar en su trabajo, ya que, al fin y al cabo, es un lugar donde pasan bastantes horas al d¨ªa. Esto ha hecho que las empresas se interesen por acercar el reciclaje a sus instalaciones", comenta Roberto Salvador, coordinador del proyecto.

El plan de Ecoembes consiste en proveer gratuitamente a las compa?¨ªas que lo soliciten de papeleras amarillas (pl¨¢stico, briks y latas) y azules (papel y cart¨®n) y de carteles informativos que indican los envases que hay que depositar en cada cubo. Adem¨¢s, la organizaci¨®n medioambiental ofrece cursos de formaci¨®n sobre c¨®mo reciclar. "Gracias a estas intervenciones hemos salido de muchas dudas. Muchos nos dimos cuenta de las cosas que no hac¨ªamos del todo bien, como saber d¨®nde depositar las servilletas de papel usadas", explica Gaetane Meheut, miembro del comit¨¦ de sostenibilidad de la empresa de cosm¨¦tica y encargada del ¨¢rea de Responsabilidad Social Corporativa.

Yves Rocher Espa?a aprovech¨® el cambio de oficinas en Madrid para instalar los contenedores de reciclaje y adaptarlos a los usos de sus empleados. "Nos dimos cuenta de que nuestras necesidades sobre el reciclaje eran otras de las que hab¨ªamos pensado al principio. Cambiamos el tama?o de los contenedores: redujimos los de restos org¨¢nicos y ampliamos los de envases de pl¨¢stico, latas y briks porque era el residuo que m¨¢s gener¨¢bamos", afirma Sophie Sanz, directora de operaciones de la marca. Ahora y de manera natural, los trabajadores de Yves Rocher reciclan de manera autom¨¢tica. A nadie se le olvida tirar los envases al cubo correspondiente. "Si alguno de nosotros ve una simple botella de agua vac¨ªa encima de la mesa, se nos van los ojos hacia ella. Ahora nos resulta extra?o", dice Meheut.

Otra de las empresas que se ha unido al proyecto ha sido la empresa textil francesa Kiabi. El primer paso lo dieron sus propios empleados (1.400 en Espa?a), que pidieron a la direcci¨®n poder reciclar en sus puestos de trabajo. Por su magnitud y repercusi¨®n, insiste esta marca, el papel de las grandes compa?¨ªas es decisivo. "Las empresas tenemos que buscar nuevas f¨®rmulas que minimicen el impacto medioambiental", afirma Bego?a Mar¨ªn, encargada del ¨¢rea de Responsabilidad Social Corporativa de la marca, filial del grupo Mulliez. Entre las nuevas f¨®rmulas que propone est¨¢ la de potenciar iniciativas fuera de los muros de las oficinas. El pasado septiembre, la direcci¨®n lanz¨® el reto Clean up date (fecha de limpieza, en espa?ol) para que cada oficina realizase una actividad relacionada con el reciclaje y lo compartiera con una foto o un v¨ªdeo. "Cada tienda decidi¨® su reto: limpiar el parking de su parque comercial, limpiar la playa m¨¢s cercana, el parque donde suelen jugar sus hijos...", comenta Mar¨ªn.

Medidas peque?as para generar h¨¢bitos

La cultura empresarial de estas dos compa?¨ªas tambi¨¦n se refleja en el ahorro. Kiabi, por ejemplo, ha reducido el uso del cart¨®n en el empaquetado de algunas de sus prendas, lo que ha generado un ahorro de cinco toneladas de ese material. Por otro lado, Yves Rocher est¨¢ fomentando la fabricaci¨®n de geles y champ¨²s concentrados, que reducen hasta un 50% el uso del pl¨¢stico de en los botes. "Todos nuestros envases est¨¢n ecodise?ados para ser 100% reciclables", apunta Mar¨ªa Orea, responsable de comunicaci¨®n de la compa?¨ªa cosm¨¦tica.

Omar Chtanya, director general de Yves Rocher en Espa?a, dice sentirse orgulloso del compromiso de su empresa con el medioambiente. ¡°Lo llevamos en nuestro ADN. Desde que nuestro fundador cre¨® la compa?¨ªa con productos 100% naturales en 1959¡å, dice Chtanya. A las medidas globales que la compa?¨ªa ha impulsado en todo el mundo (como plantar un ¨¢rbol por cada producto vendido), se suman iniciativas a peque?a escala en sus oficinas. En las de Madrid, por ejemplo, la direcci¨®n regala una taza a cada empleado para evitar el consumo de los vasos de pl¨¢stico para el caf¨¦. Con esta media concreta ya han ahorrado 36 kilos de vasos y han creado un h¨¢bito entre sus empleados. ¡°Donde m¨¢s tiempo pasas al d¨ªa es en el trabajo. Si all¨ª te involucran con el reciclaje, lo acabas aplicando en tu d¨ªa a d¨ªa. Se acaba contagiando. Es en la oficina donde se deber¨ªa dar el primer paso para reciclar¡±, opina la trabajadora Andrea Gonz¨¢lez, de 25 a?os.