?Por qu¨¦ la educaci¨®n ambiental empieza en casa?
En el hogar nacen las primeras costumbres ecol¨®gicas. El juego, la creatividad y la imaginaci¨®n son claves para implicar a ni?os y adultos
Una casa es un mundo abierto para cualquier ni?o. Y las cosas m¨¢s comunes, cajas de zapatos, cubos de basura o revistas viejas, objetos llenos de misterio y posibilidades. Es en el hogar donde cristalizar¨¢n sus primeros h¨¢bitos y costumbres. Los medioambientales no son una excepci¨®n. ¡°La casa es la fuente principal de aprendizaje social, donde los ni?os van a ver e imitar conductas positivas¡±, afirma Amaya Prado, psic¨®loga educativa del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid. ?C¨®mo aprenden los ni?os a ser ecol¨®gicos? ?Y qu¨¦ pueden aprender los padres de ellos?
Juego y creatividad
Esa conciencia verde que nace no se alimenta de grandes conceptos clim¨¢ticos. Suele mirar a lo cotidiano, a lo que est¨¢ a mano, a la cocina, el pasillo, los muebles o las papeleras. Y para estimularla conviene jugar. ¡°Con el juego los conceptos quedan m¨¢s claros y los ni?os los registran y mantienen con mayor nitidez¡±, argumenta Prado. ¡°Si planteamos las cosas de un modo l¨²dico y divertido pueden aprender desde muy peque?os. Los colores de los cubos de basura son un buen ejemplo¡±.
Aquello que descartamos o ya no usamos es materia creativa a los ojos de un ni?o. ¡°En el confinamiento hemos aprendido m¨¢s que nadie a reutilizar¡±, rememora Teresa, de 49 a?os y madre de Alfonso, de siete, que se ha dedicado a la fabricaci¨®n en serie de figuras y juegos con revistas y cart¨®n. ¡°Pero tambi¨¦n es el primero que se sabe de memoria d¨®nde va cada cosa. No falla¡±.
Amanda, de siete a?os, amante de telara?as y lagartijas, ha fabricado un teatrillo y una casa para su mu?eca con botellas, corchos y cartones. Piensa que el reciclaje es bueno para la naturaleza, para que los animales no se atraganten con residuos y mueran. ¡°Si no todo estar¨ªa contaminado y llevar¨ªamos mascarilla a todas horas¡±, remata. Y Sol, de 33 a?os y residente en B¨¦lgica, exprime el ingenio a diario junto a su hijo de cuatro a?os. ¡°Nos ponemos a jugar y a hacer manualidades con cajas o envases, por ejemplo. Y ¨¦l entiende que estas cosas se pueden reutilizar aparte de tirar¡±, cuenta.
El porqu¨¦ de las cosas
¡°Los ni?os aprenden por rutina. Si lo hacen desde peque?os, tienen m¨¢s probabilidades de mantener estas nociones y actuar en consecuencia de mayores¡±, ampl¨ªa Prado. Adriana tiene una ni?a muy peque?a. Cada vez que le quita el pa?al, lo cierra y su hija se?ala el sitio correcto al que tirarlo. ¡°No tiene ni dos a?os, pero lo hace como un juego y es consciente de esa acci¨®n¡±, comenta. Ella, por su parte, regal¨® a sus padres una papelera de cuatro compartimentos para que se animaran a reciclar. ¡°Asombrados, me dijeron que s¨ª, claro. El org¨¢nico a¨²n no lo reciclan, pero el resto, s¨ª¡±, afirma.
Cuando la capacidad de entendimiento del ni?o crece, Prado recomienda explicitar el porqu¨¦ de cada cosa. ¡°Es interesante detallarles por qu¨¦ suceden las cosas. Ad¨®nde va la lata que tiramos a la papelera y en qu¨¦ se convierte, por ejemplo. Si ellos entienden estas relaciones registrar¨¢n mejor estas rutinas¡±, se?ala la psic¨®loga. Y hacerles preguntas: ?qu¨¦ pasa con el papel cuando lo tiramos aqu¨ª? ?D¨®nde va? ¡°Son asociaciones b¨¢sicas que otorgan un sentido a lo que se est¨¢ haciendo¡±, ampl¨ªa.
Porque las ideas medioambientales de los peque?os salen del entorno inmediato: libros, internet, familia, amigos, televisi¨®n. Absorben y procesan m¨¢s r¨¢pido que nadie. ¡°Es importante cuidar este material. Que aporte conceptos claros y sencillos¡±, incide Prado. Por ejemplo, Sol se sirve de libros infantiles para este aprendizaje. Su favorito, dice, es La rana de tres ojos. ¡°Rufino tiene cuatro a?os, pero ya le hice part¨ªcipe a la hora de tirar la basura¡±, dice entre risas. ¡°Lo entendi¨® muy bien y sabe d¨®nde va cada cosa¡±.
Peque?os activistas
El aprendizaje padre-hijo tambi¨¦n se da al rev¨¦s. En muchas ocasiones los prescriptores de las buenas costumbres son los peque?os. Amanda reprende a su familia cuando no hacen lo que deben. Y ha dibujado una escena que distingue h¨¦roes y villanos en terreno medioambiental. ¡°Est¨¢ pendiente de reciclar y separa el papel y el cart¨®n, el pl¨¢stico y las botellas¡±, explica su padre Hern¨¢n, de 60 a?os. ¡°Y cuando nos equivocamos en algo, salta y nos dice: ¡®pap¨¢, pap¨¢, ?qu¨¦ haces?¡¯¡±.
¡°Hoy son m¨¢s los hijos los que mueven a los padres. Es mucho m¨¢s f¨¢cil llegar a familias enteras a trav¨¦s de ellos. Seguramente al hijo le har¨¢n m¨¢s caso que al educador porque se pasar¨¢ toda la semana insistiendo¡±, explica el educador ambiental Javier Rodr¨ªguez. Alfonso y Amanda cantan a la perfecci¨®n los cuatro colores de los cubos: amarillo, azul, marr¨®n y verde. Y saben que el agua no se puede desperdiciar. Y que la ropa, cuando se queda peque?a, hay que d¨¢rsela a sus primos y amigos.
Cualquier padre interesado en participar junto a sus hijos en actividades medioambientales dispone de una amplia oferta: conservaci¨®n, limpieza de espacios naturales, avistamiento de fauna, turismo al aire libre... ¡°Es un conocimiento compartido muy valioso¡±, termina Prado. ¡°A los padres les llega con fuerza porque los hijos lo viven y cuentan con mucha ilusi¨®n¡±.
Naturaleza en todas las asignaturas
No solo en casa se aprende a cuidar la naturaleza. En la actualidad, m¨¢s de mil docentes de 500 colegios de toda Espa?a participan en el proyecto Naturaliza, una iniciativa de Ecoembes que busca permear de naturaleza la ense?anza curricular y desarrollar una conciencia ecol¨®gica transversal y duradera. "La educaci¨®n ambiental empieza desde ni?o y tiene que estar integrada de manera natural en todas las asignaturas", afirma Yasm¨ªn Kayali, maestra de primaria e ingl¨¦s y una de las docentes participantes en el proyecto. "Para ello es vital implicar a toda la comunidad educativa: padres y madres, alumnos, directores de centros, autoridades". Un asunto que comienza a ser crucial para los j¨®venes: nueve de cada diez espa?oles de entre 18 y 30 a?os consideran la educaci¨®n ambiental como una herramienta fundamental para hacer frente a la actual crisis sanitaria, seg¨²n un estudio de Naturaliza.
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