El peligro de gastarte la paga apostando si tienes 15 a?os
El juego se extiende entre los j¨®venes. Los expertos piden m¨¢s regulaci¨®n para evitar adicciones
Debiera escandalizar tanto como ver a un menor al volante. Pero no es tan raro que un adolescente apueste dinero. Y tambi¨¦n lo tienen prohibido. Es una peligrosa forma de ocio que, en los casos m¨¢s graves, deriva en adicci¨®n. Un estudio de la Universidad de Valencia entre m¨¢s de 7.000 estudiantes certifica que el 2,1% de los alumnos de 15 a 17 a?os sufre problemas con el juego. Los expertos consultados piden una legislaci¨®n m¨¢s exigente, tanto en el acceso a los locales como en la publicidad.
¡°Los adolescentes y j¨®venes, un sector m¨¢s vulnerable, son un nicho de mercado¡±, critica Mariano Ch¨®liz, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa B¨¢sica de la Universidad de Valencia y experto en adicci¨®n al juego, algo que la patronal del sector niega. El 13,6% de los menores hab¨ªa apostado dinero presencialmente durante el ¨²ltimo a?o, seg¨²n la Encuesta sobre Uso de Drogas en Ense?anzas Secundarias en Espa?a, del Ministerio de Sanidad, con datos de 2016. Pero las cifras de Ch¨®liz son otras. Tras pasar un cuestionario en centros educativos valencianos, sus conclusiones son que m¨¢s de la mitad de los menores ha apostado dinero alguna vez en su vida. No quiere decir que todos vayan a ser adictos, pero da una medida de lo extendida que est¨¢ esta pr¨¢ctica, no solo en locales, sino tambi¨¦n a trav¨¦s de quinielas, tragaperras o loter¨ªas. Asegura que sobre todo son varones, pero que el perfil es ¡°cualquiera¡±: ¡°Surge como forma de ocio, con el grupo de amigos¡±. Seg¨²n una encuesta de la Universidad de Santiago de Compostela, en el 61% de los casos, los padres lo saben.
¡°Tienen prohibido el juego, ?pero c¨®mo se controla que los locales exijan el DNI? La regulaci¨®n es mucho m¨¢s laxa que con casinos y bingos¡±, critica el catedr¨¢tico. ¡°En 1977, cuando se regul¨® el acceso, el legislador s¨ª vio el problema. Luego llegaron las tragaperras a los bares y en 2011 se regul¨® el juego online y no se exigieron controles como en los casinos¡±, a?ade. ¡°Muchos locales ponen una cafeter¨ªa antes, con acceso libre, luego m¨¢quinas recreativas y, al fondo, las de apuestas. Controlar que todos sean adultos no es f¨¢cil. Y eso, mezclado con 17 legislaciones distintas, seg¨²n la comunidad aut¨®noma¡±, se queja Juan Jos¨¦ Lamas, director t¨¦cnico de la Federaci¨®n Espa?ola de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar).
¡°El acceso de menores est¨¢ prohibido y el objetivo es que no entren¡±, apunta Alejandro Landaluce, director general del Consejo Empresarial del Juego, la patronal del sector. ¡°La supervisi¨®n humana a veces puede fallar, pero lo hace pocas veces¡±, reconoce. ¡°Nuestra postura es que se avance en controles tecnol¨®gicos, que son m¨¢s efectivos¡±.
Ch¨®liz critica adem¨¢s que haya autonom¨ªas ¡°como Galicia, Navarra o la Comunidad Valenciana en las que est¨¢ permitido que haya m¨¢quinas de apuestas en bares¡±. Seg¨²n sus datos, el 76% de los menores valencianos encuestados eligieron los bares para jugar. ¡°En toda Espa?a hay 230.000 tragaperras en estos establecimientos¡±, a?ade. ¡°Y en pocos a?os hemos pasado de unos centenares a casi 6.500 salones de juegos o salas de apuestas. Es una barbaridad. Es preocupante si est¨¢n cerca de los centros educativos, pero lo alarmante es que haya tantos¡±, se queja el catedr¨¢tico.
¡°El sector mueve el 1,5% del PIB en Espa?a, m¨¢s de 43.000 millones de euros¡±, expone Lamas. En los 25 centros de Fejar, donde se atiende a 8.000 personas, no tratan a menores, pero han visto c¨®mo el usuario medio de hace una d¨¦cada ¡°era un var¨®n de 40 a 45 a?os que llevaba siete a?os jugando, mayoritariamente a las tragaperras, y ahora es un joven de 22 a 28 a?os que lleva dos recurriendo a los juegos de azar, principalmente a apuestas deportivas o juego online¡±. ¡°Nosotros calculamos que en Espa?a hay 400.000 adictos. Ahora comienzan antes a apostar y, por tanto, la ludopat¨ªa tambi¨¦n se configura antes¡±, explica. ¡°Si un adolescente empieza con 14 a?os, con su grado de desarrollo, tiene altas posibilidades de volverse dependiente, y en una edad muy temprana, cuando a¨²n no tiene estrategias para afrontar la carga publicitaria que va a recibir. No perciben el riesgo¡±, sigue.
¡°En los locales se juega online. Hay apuestas, sobre todo deportivas; p¨®ker y juegos de casino como ruleta electr¨®nica y tragaperras online. Hasta mediados de 2015 no se autorizaron estas ¨²ltimas, pero el a?o pasado en Espa?a nos gastamos 3.500 millones de euros en ellas¡±, dice Ch¨®liz. ¡°El mayor problema es claramente presencial. Es una leyenda urbana que en Internet con un clic se pueda jugar. Para hacerlo deben utilizar un DNI de un adulto. Tienen sistemas de verificaci¨®n m¨¢s exhaustivos que en los locales, donde el control es humano¡±, a?ade Lamas.
¡°Hay que quitar las m¨¢quinas de los bares y hacer que en las salas exijan el DNI como en los casinos¡±, exige Ch¨®liz, ¡°y hay que prohibir o limitar la publicidad¡±. ¡°Hay un decreto preparado para regularla, pero no se aprueba¡±, critica Lamas. Se muestra preocupado por que ¨ªdolos deportivos anuncien estos locales: ¡°Si un chaval al que le gusta el deporte ve a Ronaldo o a Nadal, se siente atra¨ªdo¡±.
¡°Las apuestas deportivas son la puerta de entrada¡±, dice Ch¨®liz. ¡°Seg¨²n nuestros datos, casi el 20% de los varones menores hacen estas apuestas m¨¢s de dos veces al mes¡±, se?ala. ¡°Cuanto antes se empieza, m¨¢s dif¨ªcil es resolver la adicci¨®n. Y hay pocos recursos sanitarios para menores¡±, afirma. ¡°En esas edades los salones est¨¢n normalizados. Se gastan su paga o el dinero que puedan ara?ar. Pero tenemos chavales que llegan a la asociaci¨®n con 20 a?os que ya han pedido siete u ocho microcr¨¦ditos¡±, apunta el director t¨¦cnico de Fejar. Y reclama: ¡°Hace falta prevenci¨®n. Tambi¨¦n que las familias sean conscientes de la magnitud del problema. Muchas veces se empieza con juegos que no exigen dinero, pero se va subiendo y a los 18 ya hay adicci¨®n¡±.
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