El dengue se multiplica en M¨¦xico y amenaza las grandes ciudades
Los casos se disparan un 250% respecto al a?o pasado. Jalisco, con 13 muertos, es uno de los epicentros del brote. Las autoridades descartan de momento emitir la alerta epidemiol¨®gica
Prob¨® con el humo de un cigarro, se roci¨® los brazos y la cara con m¨¢s repelente, pero no hab¨ªa manera de espantarlos. ¡°Era una horda de moscos¡±, recuerda Mariana L¨®pez, 48 a?os, sobre aquella noche de finales de septiembre en una terraza del centro de Guadalajara. A los dos d¨ªas empezaron las fiebres, el dolor abdominal, los sarpullidos por todo el cuerpo. Hab¨ªa sido infectada con dengue, como otros 2.122 casos en Guadalajara. La tercera ciudad m¨¢s poblada y rica de M¨¦xico es uno de los improbables epicentros del brote, que ha aumentado un 250% con respecto al a?o pasado y ya se ha cobrado 72 muertos en todo el pa¨ªs.
M¨¢s casos y mayor extensi¨®n en el territorio. El virus ha saltado de las costas tropicales, su ecosistema natural, y la onda expansiva est¨¢ alcanzando cada vez m¨¢s zonas del interior. El dengue es end¨¦mico de M¨¦xico desde los tiempos de la colonia, pero uno de los mosquitos que lo transmiten, el aedes aegypti, tradicionalmente se limitaba a las zonas calurosas y h¨²medas del tr¨®pico mexicano, como Veracruz o Oaxaca. El cambio clim¨¢tico ¨Cm¨¢s calor y m¨¢s lluvias¨C facilita que el insecto logre adaptarse a lugares alejados del mar y con mayor altura, como Guadalajara o Puebla, capitales del interior que ha registrado un aumento de casos respectivamente del 700% y el 1000% en lo que va de a?o.
¡°Lo preocupante es que ahora est¨¢ llegando a las ciudades. Es un disparo enorme en el n¨²mero de casos [22.992 en total], m¨¢s los otros 100.000 probables. No hay un control de la plaga y es probable que no quieran emitir la alerta epidemiol¨®gica para no evitar el efecto llamada porque no da abasto¡±, apunta el epidemi¨®logo de la UNAM, Jos¨¦ Luis Alfredo Mora Guevara. Desde la Secretar¨ªa de Salud de Jalisco descartan de momento emitir la alerta epidemiol¨®gica y se mantienen en el escal¨®n anterior: aviso. ¡°Ya conocemos lo que hace el brote y cu¨¢l es el serotipo, que es el uno y el dos [el dengue tiene cuatro variedades]. Adem¨¢s, no nos hemos visto rebasados en la atenci¨®n a los pacientes¡±, sostiene Leandro Hern¨¢ndez Barrios, director de Vigilancia e Investigaci¨®n Epidemiol¨®gica de la Secretar¨ªa.
En la cl¨ªnica p¨²blica del barrio de Santa Teresa, a 10 minutos andando del centro de Guadalajara, todas las sillas de espera est¨¢n ocupadas. Van pasando lista por tandas a los enfermos de dengue. Son las 17.00 de la tarde y van por el n¨²mero 62. Adelaida Burgos ha llegado hace dos horas con su hijo. Tiene el n¨²mero 92 y cierran la cl¨ªnica las ocho. ¡°S¨ª nos va a atender pero es tardado¡±, dice la madre. ¡°Pero esto es una epidemia aunque no lo reconozcan¡±.
La mayor preocupaci¨®n de las autoridades es el aumento del porcentaje de casos graves, el llamado dengue hemorr¨¢gico. La epidemi¨®loga del Departamento de Salud P¨²blica de la UNAM Guadalupe Soto apunta a que ¡°en Chiapas o Guerrero est¨¢n por encima del 50%, cuando otros a?os no llegaba al 5%. Y no existe a¨²n vacuna, la ¨²nica medicaci¨®n son analg¨¦sicos relajantes musculares, hidrataci¨®n y reposo¡±
Diana Guti¨¦rrez, 33 a?os, empez¨® a vomitar un jueves por la noche. Sigui¨® la fiebre y el dolor abdominal. El m¨¦dico le recet¨® paracetamol. Continuaron los dolores en la columna y en la cadera. Al cuarto d¨ªa comenzaron los sangrados por la nariz. Fue directa a urgencias. Ya en terapia intensiva, aparecieron las hemorragias de orina y enc¨ªas, pese a estar ya tomando antihemorr¨¢gicos. Las piernas, manchadas con llagas, le temblaban. ¡°Baj¨¦ seis kilos. No cesaban de bajar las plaquetas y empec¨¦ a ver borroso. Ah¨ª s¨ª me asuste. Pero me hicieron una tomograf¨ªa y descartaron que hubiera sangrado en cerebro y cabeza¡±, recuerda. No le dieron el alta hasta los 20 d¨ªas.
El dengue suele ser una dolencia leve, incluso asintom¨¢tica (el 80% de los casos). Pero puede complicarse si una misma persona contrae varias veces la dolencia. La agresividad de este brote se debe en parte a una mutaci¨®n del serotipo. Tradicionalmente era el n¨²mero uno el m¨¢s com¨²n en Jalisco. ¡°Esta vez estamos viendo cada vez m¨¢s el serotipo dos. Y cuando una persona se enferma por segunda vez de un segundo serotipo del que no esta inmunizado, se complica el caso y suele pasar a grave¡±, apuntan desde la Secretar¨ªa de Salud.
Defienden que se est¨¢n haciendo los tareas de contenci¨®n y erradicaci¨®n larvario correspondientes: fumigaci¨®n, control biol¨®gico y campa?as de informaci¨®n a la ciudadan¨ªa para que extremen la higiene en los recipientes de l¨ªquidos, donde anidan las larvas, o que incluso los desechen. Y conf¨ªan en que la curva ascendente de casos, pronto empiece a descender. La acad¨¦mica de la UNAM, por su parte, apunta a que ser¨ªa necear¨ªa oportuno ampliar el muestrario de las encuestas. ¡°No se sabe si son doble infecci¨®n. No tenemos un archivo de todos las personas. Es complicado porque la encuestas serol¨®gico es costosa¡±.
Centroam¨¦rica tambi¨¦n sufre desde el verano una crecida del brote y los estudios recientes son poco optimistas con la capacidad de contenci¨®n de las dos especies de mosquitos del g¨¦nero Aedes (aegypti y albopictus, m¨¢s conocido como tigre). En el peor escenario de cambio clim¨¢tico ¡ªhacia el que vamos si no se reducen las emisiones¡ª estos insectos podr¨¢n reproducirse en pr¨¢cticamente todo el planeta habitado en 2080 y amenazar¨¢n a 7.000 millones de personas, 1.000 millones m¨¢s que hoy. Pero antes ir¨¢n alcanzando cada vez m¨¢s ¨¢reas al ritmo que suban los term¨®metros.
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