La tortura de ser transexual en Latinoam¨¦rica
En Brasil, la esperanza media de vida del colectivo es de 35 a?os. Honduras cont¨® 21 asesinatos en seis meses. "Nuestras vidas no son importantes", dice una activista
La vida de Anahy Rivas, de 25 a?os, termin¨® de forma violenta la madrugada del pasado s¨¢bado. La mujer transexual ejerc¨ªa la prostituci¨®n cerca del bulevar de Los H¨¦roes, una arteria importante de San Salvador, cuando unos hombres se acercaron a solicitar sus servicios. Al aproximarse al veh¨ªculo, la sujetaron a la fuerza y tiraron de ella, pero el auto arranc¨® antes de que la mujer entrara por completo y sus piernas fueron arrastradas a lo largo de cinco kil¨®metros, seg¨²n el relato ofrecido a EL PA?S por activistas de la comunidad LGBTI de El Salvador, el peque?o pa¨ªs centroamericano donde se multiplican los cr¨ªmenes de odio contra transexuales. La joven fue asfixiada y tambi¨¦n intentaron degollarla, seg¨²n el relato. El cuerpo fue abandonado a la entrada de una discoteca de la capital salvadore?a. ¡°Es una barbarie¡±, resume Amalia, una activista transexual que lucha para que las autoridades de su pa¨ªs investiguen, esclarezcan y criminalicen a quienes cometen semejantes vejaciones. ¡°Nos preocupa, nos asusta y nos indigna¡±, afirma.
El caso de Anahy no es el ¨²nico registrado en este pa¨ªs de apenas 21.000 kil¨®metros cuadrados y 6,4 millones de habitantes, con una poblaci¨®n conservadora y agobiado por la violencia y la pobreza. Camila D¨ªaz, de 29 a?os y que tambi¨¦n ejerc¨ªa la prostituci¨®n, fue hallada en enero con numerosos golpes e inconsciente cerca de una zona de clubes nocturnos de la capital salvadore?a. Fue trasladada hasta un hospital, donde falleci¨® d¨ªas despu¨¦s. El informe forense decret¨® politraumatismo contuso como la causa de la muerte. La prensa salvadore?a relat¨® que la mujer hab¨ªa protagonizado una trifulca, por lo que fue detenida por polic¨ªas locales, quien, seg¨²n los testigos, la golpearon. El cuerpo fue hallado m¨¢s tarde cerca de donde Camila se ganaba la vida. Tres agentes fueron detenidos en relaci¨®n al caso. D¨ªas despu¨¦s, otra mujer trans conocida como Lolita fue asesinada a machetazos en Sonsonate, un peque?o municipio en el oeste de El Salvador. Estos cr¨ªmenes siguen impunes. ¡°Nos genera gran indignaci¨®n ver c¨®mo nuestras compa?eras son asesinadas¡±, dice Amalia, activista trans que trabaja en Comcavis, una de las organizaciones m¨¢s beligerantes en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTI en El Salvador, donde han sido asesinadas 68 mujeres transexuales entre 2016 y 2019.? ¡°La impunidad es muy alta: estos cr¨ªmenes no son investigados ni criminalizados por las autoridades, a pesar de que se producen con enorme violencia¡±, afirma Amalia.
En la vecina Honduras la realidad no es muy diferente. La Comisi¨®n Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) registra 325 asesinatos de integrantes de la comunidad LGBTI entre 2009 y 2019 y hasta julio pasado sumaban 21 cr¨ªmenes de odio contra transexuales. La semana del 3 al 8 de julio fue especialmente fat¨ªdica, con al menos tres homicidios de mujeres transexuales: Antonia La¨ªnez, de 38 a?os, fue asesinada a balazos en el departamento de Yoro, al norte del pa¨ªs; el 6 de julio, Santi Carvajal fue atacada a balazos en la ciudad de Puerto Cort¨¦s, tambi¨¦n al norte de Honduras. Carvajal falleci¨® en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, la segunda ciudad m¨¢s importante del pa¨ªs centroamericano. Dirig¨ªa el programa corte cr¨ªtico La Galaxia de Santi, en un canal de televisi¨®n de su localidad. Y la madrugada del 8 de julio mor¨ªa por un balazo en el abdomen la activista Bessy Ferrara, de 40 a?os, en la regi¨®n central hondure?a. La Red L¨¦sbica Cattrachas ha hecho un minucioso trabajo de documentaci¨®n de cr¨ªmenes contra gais, lesbianas y transexuales desde 1994. Ese a?o comenzaron los registros en las estad¨ªsticas locales, que muestran que hasta 2019 se produjeron 118 muertes de transexuales, 65 de ellas por armas de fuego. Leer los registros de Cattrachas es sumergirse en el horror: ¡°Los modus utilizados con mayor frecuencia [para asesinar a trans] fueron ejecuci¨®n, con 33 casos, acribillamiento (31), apu?alamiento (12), estrangulamiento (5), lapidaci¨®n (5), golpes (7), machetazo (4) y otros". El nivel de impunidad en estos cr¨ªmenes es tambi¨¦n alto: 96% seg¨²n los informes de Cattrachas.
Brasil y M¨¦xico son los pa¨ªses latinoamericanos donde se registran los mayores ¨ªndices de violencia contra gais, lesbianas y transexuales. Brasil es considerado el pa¨ªs m¨¢s peligroso del mundo para este colectivo, donde la esperanza de vida de las personas transexuales es de 35 a?os. Hasta julio se registraban 123 asesinatos. Las estad¨ªsticas en rojo tambi¨¦n destacan en M¨¦xico, un pa¨ªs golpeado por el crimen organizado y una guerra sin cuartel contra los carteles de la droga. Durante el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018) fueron asesinadas 473 personas de este colectivo, 261 transexuales. Los Estados m¨¢s violentos son Veracruz, Guerrero, Quintana Roo, Estado de M¨¦xico, Chihuahua, Puebla y Tamaulipas. Ari Vera, presidenta de la organizaci¨®n Almas Cautivas que trabaja con mujeres transexuales encarceladas en M¨¦xico, no solo lamenta la violencia que las golpea, sino el nivel de impunidad de su pa¨ªs. ¡°No se nos garantiza el acceso a la justicia por los prejuicios que hay hacia nosotras, que en gran parte somos vistas como personas problem¨¢ticas, no valiosas. Si quieres denunciar un acto de violencia, la autoridad no lo toma con seriedad. Nuestra palabra no importa.¡± Aunque en M¨¦xico se han registrado avances en los derechos, Vera asegura que son las personas transexuales quienes todav¨ªa sufren mayor discriminaci¨®n: ¡°El 87% sufre violencia psicol¨®gica¡±.
De regreso en El Salvador, el lunes fueron sepultados los restos de Anahy, la joven transexual asesinada por unos desconocidos. Familiares y amistades, varias de ellas transexuales, se reunieron alrededor del f¨¦retro. Antes de ser enterrado, el cuerpo de Anahy sufri¨® una ¨²ltima afrenta de parte de las autoridades salvadore?as: como no ten¨ªa padres o parientes cercanos, reclamar los restos fue una pesadilla para quienes asistieron a las instalaciones de Medicina Legal, seg¨²n explicaron a medios locales. ¡°Nuestras vidas no son importantes¡±, se lamenta Amalia, la activista trans que lucha para que a estos cr¨ªmenes no se los trague la impunidad.
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