Margarita Salas, un se?ero legado cient¨ªfico
Sin la preciada influencia fraternal del matrimonio Margarita Salas-Eladio Vi?uela nuestro desarrollo cient¨ªfico seguramente habr¨ªa transcurrido por otros derroteros. Con ocasi¨®n de la muerte de Margarita, la expresi¨®n de nuestro agradecimiento no cabr¨ªa en estas breves l¨ªneas, que de todos modos deber¨ªan eludir la expresi¨®n de nuestro dolor por la p¨¦rdida de una entra?able cotidianidad largamente compartida y centrarse en reconocer lo que en nuestra opini¨®n ha sido uno de los m¨¢s importantes legados cient¨ªficos del siglo XX espa?ol. Mencionaremos brevemente las principales contribuciones de nuestra amiga a la elucidaci¨®n de los elementos b¨¢sicos de la vida y trataremos de dar una idea sucinta de la enorme influencia que su magisterio ha tenido sobre el desarrollo de la biolog¨ªa molecular en Espa?a.
Desde las aportaciones de su tesis doctoral con Alberto Sols hasta su ¨²ltima asistencia al laboratorio hace un par de semanas, las contribuciones de nuestra investigadora se han insertado siempre en el m¨¢s esencial meollo de la biolog¨ªa de vanguardia, compartiendo protagonismo con la m¨¢s selecta ¨¦lite cient¨ªfica mundial. En el laboratorio de Sols descubri¨® las enzimas que permiten la entrada de la glucosa en el metabolismo mediante el cual dicho az¨²car act¨²a como combustible de la vida. Ya en Nueva York, con Severo Ochoa, hace descubrimientos fundamentales sobre lo que hoy sabemos sobre el funcionamiento de los genes y de la clave gen¨¦tica: el establecimiento de la direcci¨®n de lectura del mensaje gen¨¦tico, la identificaci¨®n del triplete de parada (UAA) de dicho mensaje y de los factores de iniciaci¨®n del proceso mediante el cual se traduce en prote¨ªnas el mensaje gen¨¦tico.
De vuelta a Espa?a, Eladio y Margarita eligen un virus que infecta a ciertas bacterias, un fago (29), como sistema modelo para estudiar la morfog¨¦nesis, la relaci¨®n entre los genes y la forma de los seres vivos, un proyecto muy ambicioso que parec¨ªa imposible de abordar en la extrema penuria de la Espa?a de finales de los a?os sesenta y que, sin embargo, cosech¨® ¨¦xitos rotundos a lo largo de medio siglo, antes y despu¨¦s de que quedara bajo la exclusiva direcci¨®n de nuestra investigadora. Entre estos ¨¦xitos est¨¢n el descubrimiento de la primera prote¨ªna covalentemente unida a un ¨¢cido nucleico y el de todo un nuevo sistema de replicaci¨®n del ADN, lo que m¨¢s tarde se ver¨ªa que era tambi¨¦n propio de virus con gran trascendencia para la salud humana. De esta investigaci¨®n rigurosamente b¨¢sica surgieron adem¨¢s hallazgos patentables que est¨¢n teniendo una enorme aplicaci¨®n en los m¨¦todos anal¨ªticos y forenses para el ADN.
Las aportaciones de Margarita Salas se inscriben en letras de oro en la literatura cient¨ªfica, desde los libros de texto hasta las revistas m¨¢s exigentes, y constituyen un ejemplo de que en Espa?a, aunque con dificultad, ha sido posible producir ciencia de primer orden. Este es un momento de reconocer la labor pionera de una generaci¨®n en la que aparte de mencionar a Eladio y a Margarita, hay que incluir nombres como los de Antonio Garc¨ªa Bellido y David V¨¢zquez.
A la sombra de las investigaciones aqu¨ª resumidas se ha formado un ingente n¨²mero de cient¨ªficos y cient¨ªficas de primera fila que en la actualidad dan vida a las m¨¢s diversas instituciones espa?olas. Dicha sombra ha cobijado tambi¨¦n a muchos otros investigadores menos directamente relacionados con ellos. Nuestro agradecimiento por lo que quedar¨¢ para las generaciones venideras.
Pilar Carbonero Zalduegui y Francisco Garc¨ªa Olmedo pertenecen a la Real Academia de Ingenier¨ªa.
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