Londres estrena el primer museo del mundo consagrado a la vagina
La sede en el tur¨ªstico barrio de Candem abre este s¨¢bado sus puertas con la vocaci¨®n de derribar tab¨²es y promover la salud de la anatom¨ªa ginecol¨®gica
¡°Casi la mitad de la poblaci¨®n tiene una y, sin embargo ya s¨®lo nombrarla supone un tab¨² para tanta gente¡¡±. Las interlocutoras se refieren a la palabra ¡°vagina¡±, que han colgado bien visible a las puertas de un nuevo e in¨¦dito museo de Londres consagrado a esta y otras partes de la anatom¨ªa ginecol¨®gica. La sede del Vagina Museum se estrena este s¨¢bado en el tur¨ªstico barrio de Candem gracias a una campa?a de crowdfunding que ha avalado su objetivo de derribar estigmas sobre el cuerpo de la mujer y de promover la salud vaginal, muchas veces cercenada por la falta de informaci¨®n.
Las discretas hechuras de las instalaciones contrastan con la atenci¨®n medi¨¢tica internacional que han logrado recabar, por tratarse del primer museo del mundo que tiene como epicentro y ¡°estrella¡± a la vagina. Y que adem¨¢s ha levantado su sede en el gran recinto de Camden Market, uno de los mercadillos m¨¢s famosos de la capital brit¨¢nica, conocido como ¡°The Stables¡± (los antiguos establos de caballos de otra era londinense). En medio del habitual enjambre de visitantes for¨¢neos que suelen inundar los tenderetes comerciales y puestos de comida del mercado, el Museo de la Vagina se ha instalado en la Unidad 17-18 (su direcci¨®n oficial) con una vocaci¨®n de ejercer de centro cultural y social, al margen de su escaparate en uno de los corazones de la industria tur¨ªstica.
¡°Es importante sentirnos capaces de hablar de nuestras vaginas y vulvas sin asociarlo con las (perniciosas) leyendas que han venido circulando sobre la anatom¨ªa femenina hasta convertirse en la norma¡±, subraya Sarah Creed, comisaria de una primera exposici¨®n temporal dedicada a Los mitos de la vagina y c¨®mo luchar contra ellos, y que marcar¨¢ el inicio de la programaci¨®n.
Ante quienes s¨®lo quieran ver en esa declaraci¨®n una soflama Creed esgrime datos como ese 65% de mujeres brit¨¢nicas entre los 16 y los 25 a?os que consideran embarazoso referirse abiertamente a sus ¨®rganos genitales. Pero sobre todo alude a un cuesti¨®n importante de salud p¨²blica que se resume en el m¨¢s de un cuarto de f¨¦minas que todav¨ªa no han cumplido los 30 a?os y que se sienten demasiado inc¨®modas para ir a hacerse una prueba de detecci¨®n de c¨¢ncer de ¨²tero (encuestas de las organizaciones Eve Appeal y Jo?s Trust, que promueven las revisiones ginecol¨®gicas peri¨®dicas entre la poblaci¨®n femenina).
La idea parti¨® de la fundadora y directora, Florence Schechter, y de su sorpresa al constatar que no hab¨ªa un museo f¨ªsico de la vagina (existe uno virtual en Austria: vaginamuseum.at), aunque s¨ª uno consagrado al pene en Reykjavik (Islandia), donde se exhiben casi tres centenares de espec¨ªmenes f¨¢licos de una variedad de mam¨ªferos. A Schechter le ha llevado dos a?os hacerla realidad en el noroeste de a capital brit¨¢nica, con el apoyo de un millar de donantes que en total aportaron 50.000 libras a la empresa.
El nuevo museo ¡°de ladrillo¡± (como le gusta subrayar para dejar clara su vocaci¨®n social) acoger¨¢ exposiciones de arte, proyecci¨®n de pel¨ªculas y talleres relacionados con la imagen del cuerpo, el consentimiento, la salud y la sexualidad, adem¨¢s de incluir actividades destinadas a los ni?os para que se sientan c¨®modos hablando de sus genitales. Es de entrada gratuita, se declara ¡°inclusivo para todos los g¨¦neros¡± y quiere difundir el mensaje de que ¡°la vagina es una parte del cuerpo que deber¨ªamos celebrar¡±.
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