La Fiscal¨ªa rebaja de tres a dos a?os la petici¨®n de pena a La Manada por el presunto abuso sexual de Pozoblanco
El ministerio p¨²blico mantiene la reclamaci¨®n de cuatro a?os de c¨¢rcel por un delito contra la intimidad por la grabaci¨®n de los hechos y su difusi¨®n en dos grupos de WhatsApp
¡°Si una llamada de auxilio se hubiera producido por estas fechas, seguramente la hubieran cre¨ªdo, porque desde entonces hasta ahora han proliferado este tipo de delitos, pero entonces, no¡±. Esta frase de Blas Ar¨¦valo, el abogado de la v¨ªctima de Pozoblanco de La Manada, ilustra la soledad y el desconcierto al que tuvo que enfrentarse la joven cuando el 1 de mayo de 2016 tuvo la certeza de que algo malo le hab¨ªa ocurrido durante el viaje de vuelta desde la feria de Torrecampo a su ciudad natal, pero del que nada recordaba. Tambi¨¦n desde entonces ha evolucionado la respuesta social a la hora de tratar con el estigma de quienes han sufrido delitos contra la libertad sexual. Este cambio se produjo a ra¨ªz de la violaci¨®n cometida por La Manada en los sanfermines de 2016. Poco pod¨ªa imaginarse la joven cordobesa entonces que ella tambi¨¦n fue su v¨ªctima.
Este jueves ha concluido el juicio por aquellos hechos: los tocamientos en los pechos que le realizaron cuatro de los cinco miembros del grupo a la joven de Pozoblanco mientras estaba inconsciente en su coche. La ¨²ltima cita con la justicia de La Manada ha terminado con un giro en la petici¨®n de penas en las conclusiones finales de las partes. La Fiscal¨ªa ha reducido de tres a dos los a?os de prisi¨®n por abuso sexual que pide para los cuatro integrantes del grupo. El ministerio p¨²blico s¨ª ha mantenido los cuatro a?os de c¨¢rcel por un delito contra la intimidad por la grabaci¨®n de esos hechos y su difusi¨®n en dos grupos de WhatsApp y la pena de multa a Alfonso Jes¨²s Cabezuelo, el militar del grupo, por lesiones leves, al haber golpeado a la v¨ªctima tras negarse a hacerle una felaci¨®n. La acusaci¨®n popular ejercida por la Asociaci¨®n Clara Campoamor ha reclamado para este ¨²ltimo cinco a?os de c¨¢rcel por un delito de agresi¨®n sexual al entender que en sus actos s¨ª existe ¡°violencia e intimidaci¨®n¡±.
El abogado de la defensa ha insistido en solicitar la libre absoluci¨®n para sus clientes por entender que la prueba en la que se basa toda la acusaci¨®n ¨Cel v¨ªdeo¨C es nula. En el caso de que el juez la declarara v¨¢lida, ha solicitado dos a?os de prisi¨®n para Jos¨¦ ?ngel Prenda por un delito de maltrato de obra en concurso con otro contra la intimidad (Prenda es quien grab¨® y difundi¨® las im¨¢genes), una multa de un mes para Jes¨²s Escudero, el peluquero de La Manada, por un delito de maltrato; y para Cabezuelo y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, seis meses de c¨¢rcel por un delito contra la integridad moral en concurso con otro de vejaciones. El letrado de la v¨ªctima ha sido el ¨²nico que no ha modificado su petici¨®n inicial y ha reclamado dos a?os y seis meses por los abusos sexuales; cuatro a?os y tres meses por el delito contra la intimidad y la multa contra Cabezuelo por lesiones leves.
El fiscal Jes¨²s Aparicio ¨Cque ha manifestado su sorpresa ante la decisi¨®n de la acusaci¨®n particular de acusar de agresi¨®n sexual a Cabezuelo¨C?ha argumentado, para justificar la rebaja de la pena de prisi¨®n por el delito de abusos que la agravante de vulnerabilidad del art¨ªculo 180.3 del C¨®digo Penal se encuentra incluido en el propio tipo penal de abusos del 181 por el que se juzga a los acusados. ¡°Contemplarlo ser¨ªa vulnerar el principio de non bis in ¨ªdem y juzgar dos veces el mismo hecho¡±, ha se?alado. Para la abogada de la Asociaci¨®n Clara Campoamor, Patricia Catalina, ¡°el testimonio de la v¨ªctima tiene mayor valor probatorio¡± en los delitos contra la libertad sexual, seg¨²n ha se?alado citando la jurisprudencia del Tribunal Supremo y es en sus declaraciones en lo que se ha fundamentado para elevar la petici¨®n de abuso a agresi¨®n para Cabezuelo, puesto que no ha modificado el relato de los hechos.
En el caso de Pozoblanco, aunque solo hay grabaciones de 26 segundos de un trayecto de 30 minutos ¨Cla distancia entre la feria de Torrecampo donde la mujer conoci¨® a sus presuntos agresores y la localidad cordobesa en la que viv¨ªa¨C pudo haber sucedido algo m¨¢s, de acuerdo con la letrada. ¡°La v¨ªctima confes¨® a la psic¨®loga forense que el morat¨®n con el que se encontr¨® a la ma?ana siguiente era similar a los que le salen cuando tiene relaciones sexuales¡±, ha se?alado Catalina, recordando el testimonio de la profesional. Tambi¨¦n ha hecho alusi¨®n al testimonio de otro de los amigos de la joven que testific¨® el martes y asegur¨® que cuando ella lo llam¨® por la ma?ana le dijo: ¡°Me han violado¡±.
La ¨²ltima sesi¨®n ha resumido las cuatro jornadas del juicio: una pugna entre la defensa y la acusaci¨®n por la validez de las grabaciones, el pilar fundamental sobre el que se apoyan los cargos contra La Manada y de las que se deduce buena parte de los hechos que han sido juzgados. Desde el primer d¨ªa, la defensa ha buscado remarcar la ausencia de una autorizaci¨®n judicial expresa para poder investigar en los m¨®viles de La Manada en fechas anteriores al 7 de julio de 2016, cuando violaron a la joven de Madrid en un portal de Pamplona, argumentando que la intenci¨®n final de los polic¨ªas forales de Navarra que dieron con los v¨ªdeos de Pozoblanco era ¡°confirmar las sospechas de que pod¨ªan haber cometido otros delitos con anterioridad¡±, seg¨²n ha sostenido su abogado, Agust¨ªn Mart¨ªnez Becerra. El defensor tambi¨¦n ha buscado restar intencionalidad sexual a los tocamientos de sus clientes y desvirtuar el delito de lesiones contra Cabezuelo, apoy¨¢ndose en las declaraciones del m¨¦dico forense. En la sesi¨®n del mi¨¦rcoles, el profesional determin¨® que el color del hematoma al que la v¨ªctima le tom¨® una foto la ma?ana posterior a su agresi¨®n determinaba que se habr¨ªa producido con m¨¢s antelaci¨®n que las horas que transcurrieron desde que dej¨® al militar y captur¨® la imagen.
"Usted tiene que enfrentarse a lo que pase fuera"
En sus alegatos finales, el letrado ha aludido el rechazo social que genera La Manada para victimizarla y apremiar al juez. ¡°Estamos ante una justicia vengativa y popular. Cualquier sentencia que difiera de lo que ya est¨¢ decidido socialmente se encontrar¨¢ con el rechazo de la opini¨®n p¨²blica. El juez que resuelva contra los grupos de presi¨®n puede ser tildado de loco, de insensible o de tener un problema particular¡±, ha asegurado. ¡°Usted, su toga y sus pu?etas tienen que dictar una sentencia y enfrentarse a lo que pase fuera. Me da la sensaci¨®n de que el fiscal no va a ser ajeno a las hordas externas¡±, ha advertido en referencia a la decisi¨®n del ministerio p¨²blico de rebajar la pena por abusos sexuales.
Del otro lado, la Fiscal¨ªa y las acusaciones, adem¨¢s de defender el procedimiento para obtener las grabaciones ¨Capelando a que el consentimiento de los acusados a que se revisaran sus m¨®viles en sanfermines avalaba que se indagara en todo su contenido, y que, ante el hallazgo de un hecho delictivo, existe la obligaci¨®n legal de investigar¨C?han puesto el ¨¦nfasis en el desasosiego de la v¨ªctima durante los meses en los que sab¨ªa que algo le hab¨ªa pasado, pero no pod¨ªa probar el qu¨¦, y en su determinaci¨®n a la hora de interponer la denuncia en cuanto tuvo constancia de lo que hab¨ªa sucedido. Tambi¨¦n en el trauma posterior, agravado por la exposici¨®n medi¨¢tica en un peque?o pueblo de la sierra norte cordobesa, donde todos se conocen y donde la denunciante ha atravesado por el proceso de desnaturalizaci¨®n que implica pasar de ser una joven de 21 a?os a convertirse en ¡°la v¨ªctima de La Manada¡±.
La credibilidad de la v¨ªctima, en la que la acusaci¨®n popular sustancia sus argumentos para elevar el tipo penal de abuso sexual a agresi¨®n para Cabezuelo, tambi¨¦n ha sido tenida en cuenta por el fiscal para mantener el delito de lesiones leves contra el militar. ¡°Aqu¨ª la ¨²nica prueba es el testimonio de la v¨ªctima y yo la creo¡±, ha se?alado Aparicio. La defensa ha puesto en duda la verosimilitud de la joven, recordando que vari¨® sus versiones sobre la llegada a su casa con Cabezuelo y en que es su falta de credibilidad la que provoc¨® el rechazo de su pueblo. ¡°No fueron los v¨ªdeos, no fueron ellos [en alusi¨®n a los acusados], fue que no dijo la verdad¡±, ha se?alado el letrado.
En todos estos d¨ªas, a los acusados solo se les ha escuchado en el arranque del juicio para declararse inocentes. Se acogieron a su derecho a no declarar al no dar validez a la prueba del v¨ªdeo que los incrimina. Hoy, sin embargo, ha sido Prenda quien ha cerrado el juicio: ¡°Reconozco haber grabado en el m¨®vil de Antonio Manuel [Guerrero] y haberlo pasado sin el conocimiento de ninguno de ellos¡±. Con sus palabras, buscaba exculpar al resto de sus compa?eros del delito contra el derecho a la intimidad. El resto, los tocamientos en el pecho, las risas bajas mientras lo hac¨ªa, su abogado ha considerado que est¨¢n exentos de intenci¨®n sexual y solo pueden circunscribirse a un maltrato de obra y a vejaciones. Le toca al juez decidir.
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