¡°La conservaci¨®n de los chimpanc¨¦s tiene que ir de la mano de las comunidades locales¡±
Alice Macharia, vicepresidenta del Instituto Jane Goodall en ?frica, alerta del aumento de las amenazas que pesan sobre la especie
Sus ojos se iluminan al recordar la primera vez que vio un chimpanc¨¦. Han pasado ya 13 a?os, pero aun as¨ª lo recuerda y narra con nitidez: ¡°Fue en el Santuario de Kenia. Y me fascinaron. Correteaban por todos lados, se me sub¨ªan encima, me agarraban¡ Estaban llenos de energ¨ªa¡±. Despu¨¦s vino la visita al Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, donde qued¨® impresionada por la interacci¨®n entre estos animales, y tambi¨¦n por el silencio que envuelve los minutos posteriores a sus actividades de caza. La keniata Alice Macharia convirti¨® esa fascinaci¨®n en su trabajo. A sus 44 a?os, y como vicepresidenta del Instituto Jane Goodall para ?frica, lucha por la conservaci¨®n de los chimpanc¨¦s y sus entornos a trav¨¦s de la concienciaci¨®n de las comunidades locales, entre otras v¨ªas. Macharia visit¨® Madrid en noviembre, donde recibi¨®, en nombre del organismo, el premio a la conservaci¨®n de la biodiversidad de la Fundaci¨®n BBVA.
Pregunta. Los chimpanc¨¦s se enfrentan a la extinci¨®n. ?Cu¨¢les son las principales amenazas que sufren?
Respuesta. Tanto en Tanzania como en el resto del continente, las amenazas est¨¢n aumentando y dependen de la zona. A veces es la agricultura, que ocupa los ecosistemas de los chimpanc¨¦s; en otras zonas es la caza, las enfermedades¡ Es por eso que tratamos de conocer muy bien el terreno para desarrollar medidas efectivas. Y la ¨²nica forma de hacerlo es tratar con las instituciones locales, las que tienen la responsabilidad de proteger a esos animales. Construimos lazos para que se impliquen.
P. ?Y qu¨¦ papel tienen las comunidades?
R. Tienen un papel crucial porque est¨¢n en la primera l¨ªnea de acci¨®n. Por ejemplo, a trav¨¦s de los vecinos nos dimos cuenta de que hab¨ªa un problema con el pastoreo. Hasta que ellos lo reportaron, no lo hab¨ªamos tenido en cuenta. Y en efecto, es una enorme amenaza. El objetivo es poder adelantarnos a lo que viene, entenderlo y encontrar soluciones, involucrando a todos los agentes posibles. Necesitamos que ellos tambi¨¦n est¨¦n receptivos y empaticen. Que entiendan que a ellos tambi¨¦n les beneficia.
P. ?Y lo est¨¢n consiguiendo?
R. Cada vez m¨¢s, aunque lleva su tiempo. Hay comunidades que hasta tienen sus propios grupos para patrullar el bosque y detectar los cambios que se est¨¢n produciendo. Apuntan en una tableta que les hemos dado si alguien ha cortado un ¨¢rbol o si hay alguien pastoreando¡ No toman ninguna acci¨®n, solo pasan el parte a las autoridades. Y entonces son ellas las que act¨²an. Solo conseguiremos proteger a los chimpanc¨¦s si las comunidades locales est¨¢n en primera l¨ªnea. Jane Goodall lo vio claramente: tenemos que aprender a trabajar desde la perspectiva de las comunidades locales para que la conservaci¨®n de los chimpanc¨¦s perdure.
P. ?Es el cambio clim¨¢tico otra amenaza?
R. Es un factor que contribuye. Y que preocupa a las comunidades y que venimos notando nosotros tambi¨¦n. El cambio clim¨¢tico es un factor a tener en cuenta en nuestro trabajo, para replantearnos los cultivos, las siguientes construcciones e incluso cambiar nuestros h¨¢bitos y adaptarnos.
P. Jane Goodall dec¨ªa: ¡°Cada uno de nosotros importa. Cada individuo tiene un papel que cumplir. Cada individuo marca la diferencia¡±. ?De qu¨¦ manera puede cada individuo sumar?
R. Est¨¦s en Tanzania o sentados aqu¨ª en Madrid, cada uno tiene un papel que est¨¢ interconectado con el resto. Cuando habl¨¢bamos de cambio clim¨¢tico, por ejemplo, te das cuenta de que a todos nos afecta. Tenemos que ser conscientes de nuestros actos: de lo que comemos, de si reciclamos o no¡ y ser activistas.
P. Da la sensaci¨®n de que los j¨®venes se est¨¢n alzando en esta lucha contra el cambio clim¨¢tico. ?Pasa igual en Tanzania?
R. Exactamente. Antes de que comenzara el programa de conservaci¨®n en Tanzania, en 1991, Jane se sent¨® con un grupo de j¨®venes a los que les preocupaba el futuro de sus comunidades y crearon el programa Roots and Shoots, un movimiento juvenil de j¨®venes que est¨¢ logrando un cambio en las comunidades, la flora y la fauna. Desde entonces hay escuelas con refugios de animales, actividades de mapeo, huertos de plantas medicinales que se est¨¢n perdiendo, adolescentes que quedan para limpiar las playas¡ Los j¨®venes se est¨¢n movilizando con mucha fuerza y energ¨ªa seg¨²n las necesidades de sus comunidades.
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