Todo lo que hay que hacer, hay que hacerlo ya
El ¨¦xito de esta cumbre, en definitiva, ser¨¢ su celebraci¨®n. Suele ocurrir en citas internacionales; el gran acuerdo es juntarse
?En una de las torres de iluminaci¨®n de Ifema se descuelga el jueves una enorme pancarta amarilla que, con el reflejo del sol, compone una estampa como de pel¨ªcula con la sombra de los activistas all¨ª trepando, y la frase en ingl¨¦s: ¡°Our politics are polluted¡±, que se traduce como ¡°Nuestros pol¨ªticos est¨¢n contaminados¡±. De eso se habla, aunque no estrictamente en esos t¨¦rminos: de pol¨ªticos y de contaminaci¨®n. Dentro del recinto los l¨ªderes alargan la toma de decisiones en un ambiente que la propia ministra espa?ola de Transici¨®n Ecol¨®gica reconoce como ¡°tenso¡±; la ministra de Sanidad, Mar¨ªa Luisa Carcedo, por su parte, lanza esta frase: ¡°Est¨¢ constatado que?los contaminantes del aire son responsables de unas 10.000 muertes al a?o: las consecuencias del cambio clim¨¢tico son ya una emergencia de salud p¨²blica¡±. Y se publica un informe del ?ndice de Desempe?o del Cambio Clim¨¢tico en el que Australia ocupa el ¨²ltimo lugar y el primer ministro australiano, Scott Morrison, dice desde Melbourne que ¡°no es cre¨ªble¡±.
Son las 15.30 y varias decenas de personas se sientan en el interior de Ifema portando carteles que dicen ¡°Los derechos humanos son nuestra l¨ªnea roja¡±. Son de Fridays for Future. Hay una r¨¦plica de lancha de Rebels Beyond Borders, una joven levanta la bandera palestina, un chico al meg¨¢fono exige ¡°justicia clim¨¢tica¡± y dirige los c¨¢nticos. Entraron y salieron de pabell¨®n 4 reivindicando a los pueblos ind¨ªgenas y denunciando la violencia contra las mujeres. Una portavoz de Fridays for Future, Laura Laguna, dice que los compromisos que se est¨¢n adoptando en la cumbre ¡°no son suficientes¡± y se queja de las negociaciones ¡°van muy lentas¡±. As¨ª es y eso es tambi¨¦n lo que sale de fuentes oficiales estos d¨ªas.
El ¨¦xito de esta cumbre, en definitiva, ser¨¢ su celebraci¨®n. Suele ocurrir en citas internacionales; el gran acuerdo es juntarse. En este caso ha sido algo a festejar especialmente porque cuando Chile anunci¨® que no podr¨ªa acoger la cita -s¨ª la ha presidido igual- debido a las revueltas sociales en ese pa¨ªs, se crey¨® que este a?o la ocasi¨®n se perd¨ªa. Bien es cierto que la contaminaci¨®n no va a remitir porque se hable de ella, y a estas horas de la tarde del viernes el ¨²nico motivo que hay que celebrar es eso: que se han dicho un mont¨®n de cosas importantes sin que hayan acercado posturas los dos grandes bloques de p¨¢ises: los favorables a medidas m¨¢s ambiciosas para reducir las emisiones contaminantes, y los que prefieren ir m¨¢s despacio. Les separa la urgencia, precisamente la palabra m¨¢s importante de esta cumbre y la que m¨¢s han pronunciado los participantes de una cita cuyo resumen ser¨ªa este: todo lo que hay que hacer, hay que hacerlo ya. Tampoco va a ser de ¨¦sta.
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