18 preguntas y falsas creencias sobre el cambio clim¨¢tico: los cient¨ªficos contestan

Javier Mellado, doctor en F¨ªsica en la Universidad de Lisboa, ense?a un gr¨¢fico en movimiento de la Tierra que muestra c¨®mo los colores rojizos aumentan en el ¨²ltimo siglo. El Sol sigue ciclos de 11 a?os y las anomal¨ªas destacadas que han ¡°enrojecido¡± el dibujo aparecen en los ¨²ltimos 150 a?os. ¡°Estamos en un m¨ªnimo de la actividad solar¡±, a?ade el investigador, ¡°por lo tanto el Sol no puede ser el culpable¡±. Para acabar, Mellado concluye que el problema est¨¢ en la atm¨®sfera, donde desde 1900 los gases de efecto invernadero aumentan de manera alarmante.

Andrea Molero estudia c¨®mo el calentamiento global podr¨ªa contribuir a la liberaci¨®n abrupta del metano atrapado en forma de hidratos de gas en los sedimentos marinos, cuyas reservas son superiores a las de los hidrocarburos. La probabilidad de que ocurra es muy baja, espec¨ªfica, pero ya ha pasado hace 55 millones de a?os. Se alcanz¨® el m¨¢ximo t¨¦rmico con un aumento de 5 a 8 grados. "Fue un punto de no retorno", asevera.

S¨ª. Miguel Tamayo, experto en microbiolog¨ªa ambiental, contesta de manera sorprendente y did¨¢ctica con comparaciones impensables. Desde 1950, el ser humano ha generado 8.300 millones de toneladas de pl¨¢sticos, lo que equivale, en peso, a 25.000 rascacielos como el Empire State Building. El cient¨ªfico insiste en que tiramos al mar el equivalente a 30 rascacielos por a?o. Tamayo explica que si el plastico fuera pizza, para suprimirlo ser¨ªa necesario que cada persona del mundo comiese una al d¨ªa durante cuatro a?os.

Jos¨¦ Manuel Garrido, investigador en la UCM, estudia el impacto que el cambio clim¨¢tico y la circulaci¨®n atmosf¨¦rica tienen en la calidad del aire y el sector energ¨¦tico. ¡°El extremo clim¨¢tico es un ejemplo perfecto para alertar sobre la existencia de un problema. El cambio clim¨¢tico tiene la culpa¡±, explica. Garrido demuestra mediante gr¨¢ficos y mapas que las causas humanas afectan a la frecuencia y la intensidad de las olas de calor y a las precipitaciones.

Juncal Cruz es doctora en geolog¨ªa y asegura que los periodos de lluvias torrenciales en Asia marcados por los monzones son totalmente necesarios para muchos pa¨ªses. Sin embargo, estos episodios clim¨¢ticos? han cambiado de fechas y se desplazan hacia el norte por culpa del cambio clim¨¢tico. Cruz alerta de que esto afecta el cultivo de arroz, que se reducir¨¢ en un 25% en 10 a?os, y repercutir¨¢ en las migraciones, que desplazar¨¢n a m¨¢s de 1.000 millones de personas en dos d¨¦cadas.

Amara Santiesteban es activista en Fridays For Future y su especialidad son las plantas. La bi¨®loga cuenta que, por culpa del aumento notable de la temperatura, la vegetaci¨®n tiene que subir a cotas m¨¢s altas para desarrollarse. El ascenso promedio es de 365 metros en 200 a?os. En Ecuador ha sido de 500 metros en 100 a?os; en Francia, 290 metros; y en algunos lugares de Asia, en tan solo 50 a?os, 150 metros.

Pablo Almela realiza un doctorado en ecolog¨ªa microbiana de las regiones polares. La temperatura ha aumentado 2,5 grados en el ?rtico y en la Ant¨¢rtida, mientras que en el conjunto del planeta el ascenso es de 0,8. El cient¨ªfico destaca que la presencia de osos polares es cinco veces mayor que en 1950, pero que en 2050 se prev¨¦ un descenso de esta poblaci¨®n de un 30%. En cuanto a los ping¨¹inos de la Ant¨¢rtida, su n¨²mero ya ha sufrido un descenso del 30%. "Si se derriten los dos polos, el mar subir¨¢? unos 65 metros. ?Os imagin¨¢is lo que ocurrir¨ªa?", pregunta.

El nivel del mar no para de subir desde 1880. Javier Blasco es especialista en la interacci¨®n de los mantos de hielo con el clima y el oc¨¦ano. El cient¨ªfico recuerda que hay una clara p¨¦rdida de glaciares y que un trozo equivalente a Gran Canarias ya se desprendi¨® del manto. Aunque asegura que hay poca probabilidad que todo se derrita, el experto insiste en el punto de inflexi¨®n: un aumento de m¨¢s de 1,5 grados ser¨ªa el principio del final de Groenlandia y algunas zonas de la Ant¨¢rtida.

El permafrost es el suelo congelado en altas latitudes y cubre una superficie de 23 millones de kil¨®metros cuadrados. Maialen L¨®pez, investigadora en geolog¨ªa en la UCM, advierte que empieza tambi¨¦n a derretirse y que su temperatura ha aumentado 0,3 grados en los ¨²ltimos 10 a?os. Si llega a descongelarse por completo, se formar¨ªa una gran cantidad de cr¨¢teres en aquellas zonas.

No, pero s¨ª desplazarlo. El calentamiento global afecta a la circulaci¨®n atmosf¨¦rica y, por lo tanto, el viento cambia. Cristina Rojas, estudiante de doctorado en la UCM, insiste en que afectar¨¢ a la fuente de energ¨ªa e¨®lica actual. ¡°Si seguimos as¨ª, el viento disminuir¨¢ en unos lugares y se incrementar¨¢ en otros. En 2100, la Pen¨ªnsula saldr¨¢ perdiendo mientras que el norte de Europa ganar¨¢¡±. La cient¨ªfica insiste en que hay que reaccionar con rapidez.

"El 40% de un avi¨®n es combustible y el 10% de la carga de un barco es gasoil", explica Elena Alfonso, investigadora de la UAM. Pero existen maneras de aligerar estos sistemas de transporte altamente contaminantes. El CO₂ atmosf¨¦rico puede reciclarse usando agua y luz solar mediante el proceso conocido como fotos¨ªntesis artificial, dando lugar a nuevos combustibles. Esta fuente de energ¨ªa renovable podr¨ªa llegar a formar parte de un sistema energ¨¦tico con una huella de carbono pr¨¢cticamente nula.

La investigaci¨®n de Daniel Gonz¨¢lez est¨¢ centrada en el campo de la fotocat¨¢lisis, que consiste en utilizar la energ¨ªa solar para convertirla en energ¨ªa qu¨ªmica y llevar a cabo procesos menos contaminantes. El cient¨ªfico concluye con una cita del fil¨®sofo italiano Francesco Guicciardini que termina as¨ª: ¡°La vida seguir¨¢ adelante siempre que el sol brille¡±.

Hasta ahora, el ser humano est¨¢ creando bioenerg¨ªa a partir de plantas, pero de las que se comen. Para luchar contras posibles crisis alimentarias hay que encontrar otras plantas para cultivar energ¨ªa. Judith Cano, bi¨®loga e investigadora en la UAM explica que las ca?as son una soluci¨®n, junto al olmo o la camelina. Con humor y im¨¢genes din¨¢micas esquematiza que para obtener biog¨¢s hacen falta plantas, heces de la ganader¨ªa, una f¨¢brica bien herm¨¦tica "y listo".

Elena Per¨¦z compara el planeta con una tarta de cumplea?os que se tiene que compartir entre 194 pa¨ªses. ¡°Pensamos que nos va a durar toda la vida, pero hemos calculado con el PIB (producto interior bruto) y no con los recursos naturales que nos ofrece¡±, explica la doctoranda en econom¨ªa en la UCM. Los pa¨ªses en desarrollo viven gracias a los recursos de los pa¨ªses en v¨ªas de crecimiento. Es el equilibrio perfecto para el capitalismo. ¡°Para que haya gente que viva mejor, hace falta que muchos vivan peor¡±, a?ade la investigadora.

Marina Casas investiga el ¨¢mbito de la reutilizaci¨®n de residuos industriales para la fabricaci¨®n de cementos ecoeficientes. La insistencia por el reciclaje, la expansi¨®n del mercado de los coches el¨¦ctricos y la retirada de bolsas de pl¨¢stico son ejemplos de estrategias propuestas por los distintos Gobiernos. La experta expone, gracias a una l¨ªnea del tiempo en movimiento, los protocolos propuestos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. "Hay un progreso notable, pero queda mucho camino por recorrer", dice.

Para algunos, la respuesta ser¨¢ s¨ª, pero no sin alternativas. ?ngel Lareo, investigador en la UAM, desarrolla un modelo inform¨¢tico para estudiar el comportamiento de los distintos sectores econ¨®micos en funci¨®n de las horas de trabajo y las emisiones de gases de efecto invernadero. El investigador demuestra que se crear¨¢n 300.000 empleos gracias a la transici¨®n ecol¨®gica y asegura que, mientras en algunos sectores las oportunidades caer¨¢n en picado, en otros se abrir¨¢n nuevos campos innovadores para obtener una din¨¢mica global sostenible.

Por culpa de los acontecimientos clim¨¢ticos extremos, el patrimonio cultural se deteriora. Basta con mirar lo que sucedi¨® en Venecia el mes pasado. Vanessa Men¨¦ndez, investigadora en derecho internacional p¨²blico, propone tres soluciones: la primera, incluir las comunidades locales en la toma de decisiones; la segunda, medidas de adaptaci¨®n y mitigaci¨®n; y la ¨²ltima, una concienciaci¨®n de urgencia.

Laura Garc¨ªa es investigadora en neurociencia en la UAM y advierte que los efectos del calentamiento global causan ansiedad, depresi¨®n y pueden llevar al suicidio. Para generar en la gente un comportamiento sostenible, la cient¨ªfica asegura que es necesario que el ser humano vea que su acci¨®n tiene realmente un impacto. "De la misma manera que nosotros hemos generado el problema, nosotros podemos solucionarlo", concluye.