Condenado un conocido periodista en Jap¨®n por violar a una reportera y activista del MeToo
Noriyuki Yamaguchi deber¨¢ pagar 27.000 euros a Shiori Ito en compensaci¨®n por el sufrimiento causado
En el exterior del tribunal, y frente a una valla tan alta como ella, Shiori Ito se muestra muy seria cuando eleva su pancarta: ¡°Victoria¡±, se lee en japon¨¦s. La reportera de 30 a?os acaba de ganar este mi¨¦rcoles su demanda civil contra el c¨¦lebre periodista de televisi¨®n Noriyuki Yamaguchi, al que acusaba de violarla mientras ella se encontraba inconsciente. Un tribunal de Tokio que ha encontrado el testimonio de la joven ¡°enormemente cre¨ªble¡± ha condenado a la vaca sagrada del periodismo nacional a pagarle una compensaci¨®n de 3,3 millones de yenes (unos 27.000 euros). El resultado es un triunfo para el movimiento #MeToo nip¨®n, a¨²n en un estado muy incipiente y del que Ito se hab¨ªa convertido en la cara m¨¢s visible en los ¨²ltimos tres a?os.
Ito era una becaria en la agencia Reuters en Tokio en 2015 cuando consigui¨® lo que pensaba que ser¨ªa una oportunidad de oro para su futuro. Yamaguchi, entonces corresponsal en Washington de la cadena Tokyo Broadcasting System (TBS) y muy conocido en Jap¨®n por su cobertura del primer ministro Shinzo Abe ¡ªha escrito una biograf¨ªa sobre ¨¦l¡ª, le hab¨ªa invitado a tomar unas copas para hablar de la posibilidad de un trabajo. Acudi¨®, empezaron a hablar, y seg¨²n ha contado en varias entrevistas y en su libro Caja Negra, lo siguiente que recuerda es despertar en la habitaci¨®n de un hotel, tremendamente dolorida, y darse cuenta de que su entrevistador estaba sobre ella.
Al principio, ha explicado Ito, la Polic¨ªa de Tokio intent¨® disuadirla de que pusiera una denuncia. Finalmente, acept¨® tramitar el caso y se emiti¨® una orden de detenci¨®n contra el periodista, pero un alto cargo policial decidi¨® suspenderla, seg¨²n lo que cuenta la reportera en su libro. Yamaguchi siempre ha negado las acusaciones. Seg¨²n su versi¨®n, la joven no control¨® cu¨¢nto hab¨ªa bebido, se encontraba en un serio estado de embriaguez y ¨¦l la llev¨® a un hotel para darle tiempo a que se le pasaran los efectos del alcohol antes de volver a su casa en transporte p¨²blico. El corresponsal asegura que fue ella quien le exigi¨® tener sexo.
En 2017, la periodista hizo p¨²blica su denuncia, meses antes de que en Occidente estallara el esc¨¢ndalo sobre el productor Harvey Weinstein que dar¨ªa origen al movimiento #MeToo. El caso represent¨® todo un esc¨¢ndalo en Jap¨®n, por la celebridad del denunciado y la rareza de la demanda: seg¨²n una encuesta gubernamental de 2017, solo un 4% de las mujeres v¨ªctimas de abusos se lanzan a reconocer en p¨²blico lo ocurrido. Las causas, una cultura que considera honorable sufrir en silencio y el miedo al estigma en un pa¨ªs donde el poder contin¨²a de modo abrumador en manos masculinas.
El caso lleg¨® al Parlamento japon¨¦s, donde diputados de la oposici¨®n celebraron audiencias para examinar si Yamaguchi hab¨ªa recibido un trato de favor por sus conexiones con Abe. Los funcionarios convocados a declarar lo negaron y argumentaron que, simplemente, no hab¨ªa pruebas suficientes para abrir una causa contra el prominente periodista.
Aunque tras su denuncia Ito recibi¨® numerosos ataques personales en las redes sociales, llamadas an¨®nimas y correos electr¨®nicos con insultos, y fuertes cr¨ªticas en columnas de la prensa conservadora, ella continu¨® hablando en p¨²blico sobre su experiencia. ¡°Me inundaron con insultos y amenazas. Pero lo que m¨¢s me afect¨® fueron esos correos electr¨®nicos en t¨¦rminos muy educados de muchas mujeres que me dec¨ªan que tendr¨ªa que avergonzarme de m¨ª misma por contarlo todo¡±, ha recordado en entrevistas.
Su caso desencaden¨® una reforma de la legislaci¨®n nipona para endurecer las penas por violaci¨®n. Hasta entonces, la ley vigente, de 1907, preve¨ªa un m¨¢ximo de tres a?os de prisi¨®n, que ahora ha pasado a ser de cinco. No obstante, y pese a las protestas de activistas, psic¨®logos y trabajadores sociales, se mantiene la obligaci¨®n de que la Fiscal¨ªa demuestre que el presunto culpable us¨® la violencia o la coacci¨®n, o que la v¨ªctima estaba incapacitada para resistir.
La experiencia de Ito tambi¨¦n ha abierto la puerta al #MeToo en Jap¨®n y a las denuncias de acoso, aunque a¨²n de modo mucho m¨¢s reducido que en Occidente o incluso que en su vecina Corea del Sur, donde se han registrado sonadas denuncias en el mundo pol¨ªtico, art¨ªstico o acad¨¦mico. El a?o pasado se registraron 35 denuncias m¨¢s por violaci¨®n, para alcanzar las 410. Tambi¨¦n en 2018 el viceministro de Finanzas Junichi Fukuda dimiti¨® despu¨¦s de que varias mujeres periodistas le acusaran de acoso sexual. Cada mes, desde comienzos de este a?o, se celebran "manifestaciones de las flores" en una veintena de ciudades japonesas contra la violencia sexual.
Ito no consigui¨® que su caso prosperara por la v¨ªa penal porque los fiscales decidieron en 2016 que no hab¨ªa pruebas suficientes, por lo que recurri¨® a una demanda civil para exigir una compensaci¨®n por el sufrimiento que el caso le hab¨ªa provocado. En el juicio celebrado en el Tribunal de Distrito de Tokio, Ito reclamaba 11 millones de yenes (90.200 euros). Aunque finalmente la cantidad que han decidido los magistrados solo representa una tercera parte de esa cifra, la sentencia da la raz¨®n a la joven y encuentra que ¡°no ten¨ªa ning¨²n motivo¡± para denunciar al periodista, m¨¢s que arrojar luz sobre los obst¨¢culos que las v¨ªctimas de abusos sexuales encuentran en la sociedad.
Yamaguchi hab¨ªa presentado, por su parte, otra demanda contra la reportera por injurias y reclamaba 130 millones de yenes (1,06 millones de euros). Los jueces rechazaron la demanda del periodista, al considerar, entre otras cosas, que ¨¦l hab¨ªa ido alterando su versi¨®n de los hechos a lo largo de los a?os y que su explicaci¨®n sobre c¨®mo acab¨® en la cama con Ito no era veros¨ªmil. Yamaguchi ha alegado que apelar¨¢.
En el exterior del edificio del tribunal, la joven periodista aseguraba que se encontraba ¡°muy contenta¡±. ¡°Hemos ganado. Rechazaron la contrademanda¡± del excorresponsal, declaraba ella. ¡°Ha sido un largo camino. Pero creo que estos peque?os pasos pueden llevar a cambios grandes¡±.
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