¡°Tienen cien mil deberes y est¨¢n sobreexcitados. Esto es un sindi¨®s¡±

Cuando la Comunidad de Madrid y el Gobierno anunciaron el pasado jueves el cierre de todos los centros educativos ante el avance del coronavirus, Jos¨¦ Manuel Bordallo, de 42 a?os e inform¨¢tico de profesi¨®n, pens¨® que se le ca¨ªa el mundo encima. Ahora, unos d¨ªas despu¨¦s sigue sufriendo las consecuencias de teletrabajar junto a su hijo de dos a?os. ¡°Trabajo con la televisi¨®n encendida y los dibujos de Peppa Pig de fondo. Si no me pongo los cascos no puedo concentrarme¡±, explica este padre. Sin guarder¨ªa, con los parques de su localidad ¡ªTres Cantos¡ª precintados y con la orden de no salir, confiesa que si no fuese por la baja laboral de su mujer ser¨ªa imposible sobrellevar la situaci¨®n. ¡°Hay momentos que se pasa mal y otros bien, pero solo porque somos dos, si no ser¨ªa todo malo¡±, asegura.

Los primeros d¨ªas, antes de decretarse el estado de alarma, Bordallo se resist¨ªa a ¡°tirar de los abuelos¡± como hac¨ªan algunos de sus conocidos para cuidar a sus hijos. Le preocupaba que se contagiasen. ¡°Mi padre tiene mucho miedo a estas cosas y se ha apartado. Y mi suegro tambi¨¦n es mayor y no queremos que corra peligro. Hoy nos ha visitado con mascarilla y guantes y mi hijo lo miraba extra?ado con los ojos como platos¡±, contaba el jueves intentando quitarle hierro al asunto.

Acostumbrado a trabajar ya algunos d¨ªas desde casa en una empresa mediana, este madrile?o defiende que esta crisis va a sentar un precedente sobre el teletrabajo en Espa?a: ¡°Creo que este formato va a calar, estamos muy anticuados y hacerlo as¨ª reduce la contaminaci¨®n, el tr¨¢fico o la necesidad de grandes espacios¡±.

La dificultad, sin embargo, es que en su mayor¨ªa, son las grandes empresas las que ya utilizaban el teletrabajo y se han podido adaptar a esta situaci¨®n con rapidez. En las peque?as y medianas empresas, que suponen el 99% del tejido productivo espa?ol, la reacci¨®n no est¨¢ siendo tan ¨¢gil, pues solo el 14% de ellas tienen un plan de digitalizaci¨®n en marcha, seg¨²n la patronal Cepyme, lo que no significa siquiera que est¨¦n preparadas para trabajar en remoto. Lo mismo ocurre con los trabajadores por cuenta propia: la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA) estima que solo un 20% de los 3,2 millones espa?oles en este r¨¦gimen est¨¢ en disposici¨®n de teletrabajar. En el cuarto trimestre de 2019, un 7,9% de los ocupados trabaj¨® desde casa, m¨¢s de 1,5 millones de personas, seg¨²n el ¨²ltimo Monitor de Oportunidades y Satisfacci¨®n en el Empleo de Adecco.

Tres ni?os, de 9 y 6 a?os, y una reci¨¦n nacida, han convertido la vida de otro padre, que prefiere no dar su nombre, en ¡°un caos¡±. Periodista en el departamento de comunicaci¨®n de una entidad deportiva, teletrabaja desde este lunes. ¡°Tienen 100.000 deberes y est¨¢n sobreexcitados. Esto es un sin dios¡±, describe.

De once de la noche a tres de la madrugada, mientras sus hijos duermen, trabaja. Por el d¨ªa, lo compagina apoy¨¢ndose en su mujer, que est¨¢ de excedencia. ¡°Mi hija mayor est¨¢ concienciada, pero echa de menos ir al colegio. El peque?o no entend¨ªa que los vecinos jugasen en la calle (antes de decretarse el estado de alarma) y ¨¦l no, pero ninguno est¨¢ asustado. Tienes que inventar formas de entretenerles, ayudarles con los ejercicios y eso impide que te centres. Veremos qu¨¦ pasa si esto se prolonga¡±, relata este padre, que padece insomnio estos d¨ªas y dice no poder parar de leer la prensa.

Al progenitor le preocupa que sus hijos enfermen y asegura que cumplen todas las recomendaciones sanitarias. Y aunque confiesa que se ha visto tentado de ir al apartamento que tienen en la playa, no lo ha hecho para no ser irresponsable. ¡°Le¨ª el otro d¨ªa un tuit que dec¨ªa que a nuestros abuelos los mandaron a la guerra y a nosotros nos han mandado a casa. Espero que seamos capaces de cumplirlo¡±, expresa resignado.

Los hijos adolescentes de Mayo Zapata, una ingeniera que trabaja en el departamento de recursos humanos de una empresa del sector energ¨¦tico, tienen aprendida la lecci¨®n sobre c¨®mo comportarse cuando sus padres cumplen con sus obligaciones laborales en el domicilio. Los j¨®venes echan de menos correr o salir a dar una vuelta con sus amigos, pero se comunican con sus amigos a trav¨¦s de juegos online y aplicaciones telef¨®nicas que les hacen m¨¢s llevadero el confinamiento. ¡°Todos los d¨ªas el colegio les manda los deberes que les corresponden para que no pierdan el ritmo. Y a nosotros el centro nos lo notifica para que conozcamos sus tareas¡±, detalla Zapata.

Para ella, no ir f¨ªsicamente al trabajo es una forma m¨¢s de ejercer su profesi¨®n. Lo sol¨ªa hacer ya dos o tres veces por semana, y asegura que su compa?¨ªa ha gestionado ¡°muy bien¡± esta soluci¨®n para que la epidemia global del coronavirus no les perjudique. ¡°No es momento de tonter¨ªas, solo bajamos a la calle para ir al supermercado o la farmacia. Hay que tom¨¢rselo en serio¡±, se?ala.

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