La brecha laboral que abre el teletrabajo
El coronavirus acelera el empleo a distancia, pero solo algunos oficios y las grandes empresas pueden permit¨ªrselo
Oficinas vac¨ªas, como la de la foto, ilustran los efectos que est¨¢ provocando la expansi¨®n del coronavirus en Espa?a. Esta semana han sido las empresas madrile?as y las riojanas las que han seguido la recomendaci¨®n del Gobierno y han enviado a sus empleados a trabajar a casa para contener los contagios. Pero a partir de la que viene, la mayor¨ªa de las comunidades har¨¢n lo propio tras decretarse el cierre de los colegios. Se va a poner a prueba as¨ª, a la fuerza, si el pa¨ªs est¨¢ preparado para el teletrabajo.
En la Rep¨²blica de Corea, como en China, el confinamiento parece que est¨¢ controlando la propagaci¨®n de la Covid-19. ¡°El Gobierno de Se¨²l se ha tomado muy en serio la crisis sanitaria. Y las empresas, tambi¨¦n. Es el pa¨ªs que m¨¢s test de coronavirus ha hecho y donde la letalidad es m¨¢s baja. Las autoridades hacen un seguimiento telem¨¢tico de los pasos que han dado las personas infectadas y avisan a quienes han estado en contacto con ellas para evitar la expansi¨®n del virus¡±, explica Carlos Olave, director global de recursos humanos de LG Electronics. La compa?¨ªa tiene a m¨¢s de la mitad de sus empleados coreanos teletrabajando. ¡°Aplicamos la misma pol¨ªtica que hemos desplegado en Corea al resto del mundo, especialmente a los pa¨ªses de mayor riesgo, como Italia, Ir¨¢n, Estados Unidos y, ahora, Espa?a¡±.
Pero LG, como gran parte de las multinacionales y grandes empresas espa?olas, ya hab¨ªa implantado el teletrabajo o el trabajo flexible (smart working llaman a la actividad que se puede desarrollar desde cualquier lugar, no necesariamente desde el domicilio) como pol¨ªtica de recursos humanos de car¨¢cter voluntario antes de la emergencia de la pandemia. Y les ha resultado m¨¢s sencillo desplegarlo actualmente entre el conjunto de la plantilla.
La consultora EY envi¨® el jueves de la semana pasada a sus m¨¢s de 3.000 empleados madrile?os a trabajar en remoto. ¡°Instauramos el teletrabajo hace dos a?os, pero nunca lo hab¨ªamos puesto en pr¨¢ctica con un colectivo tan grande¡±, explica Jos¨¦ Luis Risco, su director de recursos humanos. Todos los empleados cuentan con ordenadores port¨¢tiles, tel¨¦fonos m¨®viles, tarifa plana de Internet y conexi¨®n a la red corporativa, herramientas con las que hasta ahora pod¨ªan realizar la mitad de su jornada laboral fuera de la oficina. El 65% de la plantilla us¨® el teletrabajo en 2019, lo que permiti¨® ganar un 15% de productividad, dice. Hoy en la sede de Madrid de esta compa?¨ªa apenas permanece un equipo de 25 personas para garantizar el soporte de la actividad y para coordinar la situaci¨®n de emergencia.
La medida recomendada el pasado martes por el Gobierno para frenar la virulencia del coronavirus est¨¢ siendo implementada por la mayor¨ªa de las grandes compa?¨ªas y multinacionales en sus sedes de Madrid. Banco Santander, Telef¨®nica, BBVA, Orange, Microsoft, Cellnex, Bankia, Axa, Google, Ence, Repsol, Vodafone, Ericsson, Iberdrola¡ y por instituciones como la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de Espa?a o el propio Congreso.
Sin embargo, en las peque?as y medianas empresas, el 99% del tejido productivo espa?ol, la reacci¨®n no est¨¢ siendo tan ¨¢gil, pues solo el 14% de ellas, explica Gerardo Cuerva, presidente de la patronal Cepyme, tienen un plan de digitalizaci¨®n en marcha, ¡°lo que no quiere decir necesariamente que est¨¦n preparadas para trabajar en remoto¡±. Pymes y aut¨®nomos est¨¢n m¨¢s expuestos al virus que los empleados de las grandes corporaciones precisamente por ello, y porque su trato con la gente es mayor, indica Lorenzo Amor, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA), que estima que solo un 20% de los 3,2 millones de empleados por cuenta propia espa?oles est¨¢ en disposici¨®n de teletrabajar.
Para que la brecha de riesgo de contagio entre las plantillas de las grandes y las peque?as compa?¨ªas no se ensanche, las pymes est¨¢n buscando soluciones para continuar con su negocio a distancia (las que pueden, claro, pues ni comercio, hosteler¨ªa, transporte, industria o construcci¨®n son actividades que permitan el teletrabajo en ning¨²n tipo de compa?¨ªa). Aunque, como expone Cuerva, hay una dificultad: el coste asociado al cambio es muy alto. Calculan que al menos de 22.400 euros para una empresa de 10 trabajadores que requiera una instalaci¨®n b¨¢sica (adem¨¢s de 50 euros por trabajador y mes para pagar licencias, antivirus...). ¡°Exploramos el alquiler de equipos, que no conseguimos porque est¨¢n agotados; tambi¨¦n la compra de segunda mano¡ Pero necesitamos conexiones a las redes corporativas y licencias, que suponen una inversi¨®n muy importante¡±, destaca. Y es que no se puede implantar el teletrabajo de cualquier manera ni inmediatamente porque los riesgos de ataques cibern¨¦ticos son muy elevados; de hecho, el 43% de las organizaciones que los sufren son pymes y el 60% de ellas tiene que cerrar seis meses despu¨¦s a consecuencia del hackeo, indica el presidente de Cepyme, que pide ayudas para que las pymes puedan comprar estos equipos.
Por 30.000 euros
La comercializadora CHC Energ¨ªa, con 30 empleados, ya lo ha hecho. Ha puesto en marcha el teletrabajo de un d¨ªa para otro como exige la situaci¨®n de emergencia, explica su consejera delegada, Mariola Mart¨ªnez. La empresa ya utilizaba tecnolog¨ªa colaborativa y hab¨ªa migrado sus archivos a la nube de Internet antes del coronavirus, pero ha tenido que comprar dispositivos port¨¢tiles, l¨ªneas de m¨®viles y contratar una centralita virtual con un coste de unos 30.000 euros. La comercializadora de energ¨ªa con 400.000 clientes trabaja hoy en un plan de acci¨®n para las 150 oficinas comerciales donde 300 aut¨®nomos operan en exclusiva para CHC.
Mart¨ªnez cree que muchas pymes van a tener dificultades para desplegar un protocolo de emergencia como el de su empresa. ¡°Muchas carecen de medios digitales¡±, se?ala, por lo que tambi¨¦n opina que hacen falta ayudas para acometer la inversi¨®n. Al mismo tiempo, considera que el coronavirus va a ser un gran empuje para su digitalizaci¨®n y para el despegue del trabajo a distancia.
Fue a inicios de los a?os 2000 cuando el teletrabajo se puso de moda en Espa?a, cuando hubo un boom y la mayor¨ªa de las grandes organizaciones se lo ofrecieron a sus plantillas para contribuir a la conciliaci¨®n familiar, recuerda Ignacio Bab¨¦, secretario general del Club Excelencia en Gesti¨®n. La gente lo prob¨®, las empresas se dieron cuenta del ahorro de costes que supone, pero no cal¨® hondo en ellas, asegura. De hecho, aunque el 71% de las grandes compa?¨ªas lo recojan en sus pol¨ªticas de recursos humanos, seg¨²n Hays, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) refleja que solo el 3,2% de los ocupados teletrabaj¨® de forma ocasional en 2018 (¨²ltimos datos disponibles) y el 4,3% lo hizo m¨¢s de la mitad de su jornada semanal. Sin embargo, el 91,5% no recurri¨® a esta herramienta en ning¨²n momento.
Incluso hay multinacionales que, aun teniendo los dispositivos disponibles despu¨¦s de acometer una cuantiosa inversi¨®n, no los han empleado hasta este momento. Es el caso de Banco Santander, que ha reunido por primera vez a sus empleados de las sedes territoriales a trav¨¦s de telepresencia por la pandemia.
El mayor problema para el despegue del trabajo en remoto hasta la fecha ha sido la cultura del presencialismo que impregna a las compa?¨ªas espa?olas. ¡°El miedo de los jefes a no poder controlar a sus empleados si no los tienen cerca¡±, sostiene Roc¨ªo Bonet, profesora de IE Business School. ¡°Todav¨ªa hay mucha resistencia entre los l¨ªderes al teletrabajo. Piensan que la gente no est¨¢ trabajando si no est¨¢ en su puesto¡±, apoya Carlos Olave. Aunque es un error, coincide Remedios Orrantia, directora de recursos humanos de Vodafone, en cuya empresa el 55% de la plantilla trabaja a distancia regularmente, pues ¡°permite ganar productividad, que la gente sea m¨¢s eficiente y que pueda conciliar el trabajo con la vida personal, con lo que tambi¨¦n mejora la satisfacci¨®n de los empleados y su compromiso con la organizaci¨®n¡±.
Orrantia es una convencida de que el coronavirus va a permitir que los directivos ganen confianza en sus teletrabajadores y se pueda dar el cambio cultural necesario en Espa?a para organizar el trabajo de forma m¨¢s flexible. ¡°La conciliaci¨®n y el medio ambiente lo necesitan¡±, dice. ¡°La pandemia va a romper la barrera de los directivos y mandos intermedios hacia el teletrabajo¡±, incide Jos¨¦ Luis Casero, presidente de la Comisi¨®n Nacional para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles (ARHOE).
Porque sus ventajas son considerables, argumenta Casero, ya que permite un ahorro de costes de unos 1.100 euros anuales por trabajador [Cepsa, por ejemplo, est¨¢ realquilando espacios en sus oficinas tras implantar de forma generalizada el teletrabajo]; favorece la conciliaci¨®n familiar, aumenta la productividad entre un 25% y un 30% y reduce la huella de carbono al disminuir los desplazamientos, enumera. Eso s¨ª, advierte el presidente de ARHOE, tampoco es bueno utilizarlo m¨¢s que parcialmente, puesto que los empleados necesitan contacto con sus compa?eros y no hacerlo puede suponer un desgaste psicosocial. Quiz¨¢s no m¨¢s de dos d¨ªas a la semana, aprecia.
Desventajas
El teletrabajo tambi¨¦n tiene inconvenientes. No hay m¨¢s que ver c¨®mo en Estados Unidos algunas de las compa?¨ªas que tradicionalmente lo defend¨ªan pliegan velas y hacen volver a sus plantillas a las oficinas. Son firmas como IBM o Yahoo, que comprueban que la distancia entre colegas dificulta la innovaci¨®n, explica Roc¨ªo Bonet, y por ello revierten su estrategia. A su juicio, el trabajo a distancia eleva la productividad y reduce el absentismo laboral cuando los trabajadores llevan entre seis meses y un a?o en su organizaci¨®n y, por tanto, la conocen; y cuando tienen las condiciones necesarias para desarrollarlo en sus casas (una habitaci¨®n sin ruidos y con luz y buena conexi¨®n y segura a Internet, adem¨¢s de cobertura m¨®vil), porque en los hogares deben seguirse las normas de prevenci¨®n de riesgos laborales.
Inconvenientes y tambi¨¦n riesgos, aprecia Bonet. Uno de los mayores es que se trabajen m¨¢s horas de las que fija la jornada laboral porque en casa se pierde menos tiempo y se reducen los tiempos muertos. Pone como ejemplo a un call center que implant¨® el teletrabajo y su productividad subi¨® m¨¢s del 20%, ahorr¨® 2.000 d¨®lares por empleado y redujo espacio de oficinas; pero un a?o despu¨¦s decidi¨® dar a elegir a su plantilla si quer¨ªa seguir haciendo las llamadas desde casa o en la oficina y esta prefiri¨® volver a la sede porque echaba de menos las relaciones sociales.
Adem¨¢s, seg¨²n la docente, la gente que teletrabaja recibe promociones m¨¢s lentas que el resto aunque sus rendimientos sean muy buenos debido a esa falta de contacto con los jefes. ¡°Puede tener efectos negativos a largo plazo en la carrera profesional¡±, alerta. Una reciente encuesta de Deloitte sostiene que un 30% de los empleados descarta el trabajo a distancia por las consecuencias en su carrera y por la falta de confianza de sus jefes hacia este modelo. El teletrabajo tiene otra parte diab¨®lica, apoya Casero, y es que contribuye a la desigualdad, pues la mayor¨ªa de quienes lo practican en Espa?a son mujeres con cargas familiares, lo que produce un distanciamiento con la empresa y un retardo en su carrera profesional, algo que el coronavirus ha venido a modificar.
¡°Todas las crisis cambian a la sociedad. Y esta va a lograr que nuestra cultura del trabajo se modifique porque el teletrabajo va a ser inevitable. Si consigui¨¦semos que las empresas tuviesen a un tercio de su plantilla trabajando en remoto y que las reuniones presenciales diesen paso a las realizadas por videoconferencia ser¨ªa todo un ¨¦xito¡±, afirma Bab¨¦.
EL MILENIAL PIDE TRABAJO REMOTO PERO NO LO USA
No llega al 4% de los convenios colectivos que incorporan la alternativa del teletrabajo en Espa?a. Aunque haya mejorado su presencia en el ¨²ltimo lustro, se?ala UGT. ¡°Se mantiene en cifras rid¨ªculas¡±.
El ¨²ltimo Monitor de Oportunidades y Satisfacci¨®n en el Empleo de Adecco muestra que la penetraci¨®n del trabajo a distancia aumenta. En el cuarto trimestre de 2019, un 7,9% de los ocupados trabaj¨® desde casa, m¨¢s de 1,5 millones de personas, lo que supone un m¨¢ximo hist¨®rico y un alza interanual de cuatro d¨¦cimas. La compa?¨ªa asegura que este sistema ha crecido en 12 comunidades aut¨®nomas, y solo baja en Madrid y Asturias.
Los j¨®venes son los que m¨¢s reclaman las herramientas de trabajo en remoto, sostiene Remedios Orrantia, de Vodafone, pero luego son los que menos las utilizan porque quieren socializar. Su uso se centra en personas de 40 a 50 a?os, un 65% mujeres y el 35% hombres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.