El papa Francisco: ¡°El dolor de estos d¨ªas debe abrirnos a lo concreto¡±
¡°No desperdicies estos d¨ªas dif¨ªciles¡±, sostiene Francisco en una entrevista con la ¡®La Repubblica¡¯
¡°En estos d¨ªas dif¨ªciles podemos volver a descubrir aquellos peque?os gestos concretos de proximidad hacia las personas m¨¢s cercanas a nosotros, una caricia a nuestros abuelos, un beso a nuestros hijos, a las personas que amamos. Son gestos importantes, decisivos. Si sabemos vivir as¨ª estos d¨ªas no se desperdiciar¨¢n¡±. El papa Francisco (83 a?os, Buenos Aires, Argentina) vive estos d¨ªas en el Vaticano siguiendo de cerca las noticias sobre la emergencia del coronavirus. Hace dos d¨ªas fue a rezar a Santa Mar¨ªa Maggiore y a la iglesia de San Marcello al Corso. Hoy le cuenta a Repubblica lo que le est¨¢n ense?ando estos d¨ªas.
Pregunta. Santo Padre, ?qu¨¦ pidi¨® cuando fue a rezar a las dos iglesias romanas?
Respuesta. Le ped¨ª al Se?or que detuviera la epidemia: Se?or, detenla con tu mano. Rec¨¦ por esto.
P. ?C¨®mo podemos vivir estos d¨ªas para que no se desperdicien?
R. Debemos redescubrir lo concreto de las peque?as cosas, de los peque?os cuidados que hay que tener hacia nuestros allegados, la familia, los amigos. Comprender que en las peque?as cosas est¨¢ nuestro tesoro. Hay gestos m¨ªnimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasi¨®n que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telef¨®nica... Son gestos familiares de atenci¨®n a los detalles de cada d¨ªa que hacen que la vida tenga sentido y que haya comuni¨®n y comunicaci¨®n entre nosotros.
P. ?No solemos vivir as¨ª?
R. A veces s¨®lo vivimos una comunicaci¨®n virtual entre nosotros. En cambio, deber¨ªamos descubrir una nueva cercan¨ªa. Una relaci¨®n concreta hecha de cuidados y paciencia. Muy a menudo las familias, en casa, comen juntas en un gran silencio, pero no es para escucharse mejor unos a otros, sino m¨¢s bien porque los padres ven la televisi¨®n mientras comen, y sus hijos est¨¢n concentrados en sus tel¨¦fonos m¨®viles. Parecen unos monjes aislados unos de otros. As¨ª no hay comunicaci¨®n; en cambio, escucharnos es importante porque entendemos los problemas de cada uno, sus necesidades, esfuerzos, deseos. Hay un lenguaje hecho de gestos concretos que debe ser salvaguardado. En mi opini¨®n, el dolor de estos d¨ªas debe abrirnos a lo concreto.
P. Hay mucha gente que ha perdido a sus seres queridos, mientras muchos otros est¨¢n luchando al frente para salvar otras vidas. ?Qu¨¦ quiere decirles?
R. Agradezco a los que se dedican de esta manera a los dem¨¢s. Son un ejemplo de esta sensibilidad hacia lo concreto. Y pido que todos est¨¦n cerca de aquellos que han perdido a sus seres queridos y traten de estar cerca de ellos de todas las maneras posibles. El consuelo debe ser ahora el compromiso de todos. En este sentido me impresion¨® mucho el art¨ªculo escrito en Repubblica por Fabio Fazio sobre las cosas que est¨¢ aprendiendo estos d¨ªas.
P. ?Qu¨¦ le ha impresionado en particular?
R. Muchos pasajes, pero en general el hecho de que nuestro comportamiento siempre afecta a la vida de los dem¨¢s. Tiene raz¨®n, por ejemplo, cuando dice: ¡°Se ha hecho evidente que los que no pagan impuestos no s¨®lo cometen un delito, sino un crimen: si faltan camas y aparatos de respiraci¨®n, tambi¨¦n es culpa suya¡±. Esto me impresion¨® mucho¡±.
P. ?C¨®mo puede vivir con esperanza frente a estos d¨ªas alguien que no cree?
R. Todos somos hijos de Dios y estamos bajo su mirada. Incluso aquellos que a¨²n no han encontrado a Dios, aquellos que no tienen el don de la fe, pueden encontrar ah¨ª su camino, en las cosas buenas en las que creen: pueden encontrar la fuerza en el amor a sus hijos, a su familia, a sus hermanos y hermanas. Uno puede decir: ¡°No puedo rezar porque no soy creyente. Pero al mismo tiempo, sin embargo, puede creer en el amor de la gente que le rodea y encontrar all¨ª la esperanza¡±.
Traducci¨®n de Luis E. Moriones
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