California teme que 60.000 personas sin hogar puedan enfermar de Covid-19 y desbordar los hospitales

La orden de permanecer aislados en casa es una especie de broma pesada para las 108.000 personas que viven en las calles de California. La mayor poblaci¨®n de gente sin hogar de Estados Unidos es, adem¨¢s, en los d¨ªas del Covid-19, un riesgo de primer orden para un sistema sanitario que se prepara contrarreloj para una crisis como las de Italia o Espa?a, apenas unos d¨ªas por delante. Este mi¨¦rcoles, el gobernador de California, Gavin Newsom, activ¨® 150 millones de d¨®lares de la respuesta del estado al coronavirus solo para prevenir la tragedia entre las personas sin hogar.

Todo California se encuentra en estado de emergencia y con recomendaciones de no salir de casa. La regi¨®n de San Francisco, adem¨¢s, tiene en vigor una orden de confinamiento obligatorio, la primera de este tipo en una gran ciudad norteamericana, que afecta a 6,7 millones de personas y algunas de las mayores empresas del mundo.

Las comunicaciones del gobernador son diarias desde que empez¨® la crisis sanitaria en California. Newsom da las nuevas cifras en persona cada d¨ªa. Hasta el mi¨¦rcoles, California hab¨ªa registrado 598 casos de Covid-19 y 17 muertos. Las cifras est¨¢n lejos de las de Italia o Espa?a, pero el consenso es que lo peor est¨¢ por llegar en las pr¨®ximas dos semanas, ya que est¨¢ aumentando alrededor de un 20% al d¨ªa.

En esa respuesta a la crisis, la situaci¨®n de las personas sin hogar ha sido desde el principio el elefante en la habitaci¨®n. Las aceras de las grandes ciudades de California est¨¢n llenas de personas expulsadas de la econom¨ªa por una crisis de carest¨ªa de vivienda sin precedentes. California tiene alrededor de 150.000 personas sin hogar. De ellas, 108.000 viven en las calles. La cifra es de la encuesta del a?o pasado, el consenso es que son m¨¢s. La poblaci¨®n sin hogar de Nueva York, por ejemplo, en su mayor¨ªa tiene un lugar para dormir a cubierto. Tanto el gobernador como los acaldes de las grandes ciudades han hecho de la soluci¨®n al problema de los sin techo la prioridad pol¨ªtica absoluta del Estado desde hace meses. No se pod¨ªan imaginar que sacar a la gente de las calles iba a ser, en cuesti¨®n de d¨ªas, una emergencia sanitaria.

En una comparecencia por Facebook en la que no ahorr¨® dramatismo en los datos, Newsom asegur¨® el mi¨¦rcoles que el Gobierno estatal baraja un escenario en el que se podr¨ªa infectar de coronavirus alrededor del 56% de la poblaci¨®n sin techo, unas 60.000 personas. ¡°Eso crea un factor de tensi¨®n importante para la poblaci¨®n pero m¨¢s para nuestro sistema sanitario y nuestra capacidad para mover a la gente dentro y fuera de los refugios de manera segura sin contactar con otras personas y sin ponerlos a ellos en riesgo¡±. Con esa proyecci¨®n, California necesita 12.000 camas de hospital solo para personas sin hogar, que no pueden seguir las recomendaciones sanitarias aunque quisieran.

De los 500 millones de d¨®lares ya aprobados para la preparaci¨®n contra el virus, 150 millones van a ir ya a encontrar recursos para sacar a la gente de las calles, explic¨® Newsom. De esos, 100 millones son transferencias a los Ayuntamientos (por ejemplo, el de Los ?ngeles va a acondicionar centros deportivos p¨²blicos como refugios). Otros 50 millones son para movilizar remolques de emergencias y utilizar hoteles por todo el estado para que los sin techo tengan donde meterse. Se han movilizado 1.309 remolques, un esfuerzo que estaba ya en marcha desde antes.

El Estado ya ha identificado 950 hoteles que podr¨ªa utilizar para alojar a los sin techo, explic¨® Newsom. Los dos primeros ya est¨¢n disponibles en la zona de Oakland, con 393 habitaciones que se utilizar¨¢n para poder aislar individuos.

Mientras, en las trincheras de la ayuda a los sin techo ya est¨¢ cambiando la forma de actuar. Georgia Berkovich, portavoz de Midnight Mission, uno de los refugios m¨¢s conocidos del centro de Los ?ngeles, explica que ya no sirven comidas en el centro, sino que las preparan para llevar. Todas sus actividades han sido canceladas. Los voluntarios que trabajan en Skid Row, el epicentro de la miseria de Los ?ngeles, se toman la temperatura todos los d¨ªas. ¡°La gente en las calles no tiene alternativas¡±, dice Berkovich a EL PA?S. ¡°Por eso tenemos que mantener nuestros servicios abiertos¡±.

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