Macron consulta con el pol¨¦mico promotor de la cloroquina para tratar la Covid-19
El presidente franc¨¦s se desplaza a Marsella para reunirse con el doctor Raoult, el hombre que divide a la Francia confinada
Francia lleva semanas dividida por el doctor Didier Raoult, ap¨®stol de la hidroxicloroquina para tratar a los enfermos de coronavirus. Sus partidarios lo consideran un cient¨ªfico audaz y genial que nada a contracorriente y osa enfrentarse a los poderes establecidos para encontrar un tratamiento para la Covid-19. Sus detractores ven en ¨¦l a un aventurero que crea falsas esperanzas en un momento cr¨ªtico. El presidente, Emmanuel Macron, se desplaz¨® el jueves desde Par¨ªs para entrevistarse con ¨¦l en Marsella.
La visita sorpresa, en pleno confinamiento nacional, se enmarca en la ronda de consultas del presidente con expertos franceses e internacionales para preparar el discurso a la naci¨®n del pr¨®ximo lunes, en el que podr¨ªa esbozar las salidas de la crisis. Pero, trat¨¢ndose de alguien como Raoult, la reuni¨®n ten¨ªa un significado particular. La visita supon¨ªa a la vez un reconocimiento del exc¨¦ntrico microbi¨®logo por parte del jefe del Estado, y un esbozo de reconciliaci¨®n entre la Francia que conf¨ªa en Raoult y la que duda de la eficacia y seguridad de su m¨¦todo.
Seg¨²n el diario Le ?chos, el m¨¦dico aprovech¨® la visita del presidente para presentarle los resultados de un estudio realizado con 1.061 pacientes, 973 de los cuales se habr¨ªan curado. Organismos como el comit¨¦ de ¨¦tica del CNRS, el CSIC franc¨¦s, le han reprochado esta semana, sin citarlo, que ¡°en nombre de un pragmatismo de la urgencia, se soslayen las exigencias del m¨¦todo cient¨ªfico y de los procedimientos usuales¡±. ¡°No pod¨ªa imaginarme que mi tratamiento desencadenar¨ªa pasiones de esta naturaleza", se defiende Raoult, de 68 a?os, en un v¨ªdeo difundido el mi¨¦rcoles. "En realidad es una oposici¨®n entre m¨¦dicos y personas que han dejado de ser m¨¦dicos, o no lo son¡±.
La hidroxicloroquina es un f¨¢rmaco usado contra la malaria que se est¨¢ probando ya en varios pa¨ªses para tratar casos durante el principio de la infecci¨®n. El debate reside en si es demasiado pronto para aceptarla para la Covid-19 visto lo poco avanzados que est¨¢n los ensayos. Raoult, cient¨ªfico reconocido y autor de libros sobre enfermedades infecciosas, ha tratado a enfermos en su Instituto Hospitalario Universitario Mediterr¨¢neo Infecci¨®n, que ¨¦l dirige. Cada d¨ªa se forman colas de decenas de personas ante el instituto para hacerse las pruebas: ya ha hecho m¨¢s de 60.000.
Apartado del comit¨¦ que asesora a Macron ante la pandemia, Raoult se ha convertido en una especie de Quijote de la ciencia francesa, una figura que va por libre y desaf¨ªa a las autoridades. Sus propuestas cuentan con seguidores como Donald Trump en Estados Unidos, quien, desde el p¨²lpito de la Casa Blanca, difunde las virtudes de la hidroxicloroquina pese a la cautela de su equipo cient¨ªfico. La imagen del profesor marsell¨¦s ¡ªla melena blanca y el anillo con una calavera ("mi memento mori¡±, dice), que le dan un aspecto a medio camino entre un viejo rockero y un druida¡ª refuerza el mensaje antiestablishment.
Raoult cristaliza algo m¨¢s que una discusi¨®n cient¨ªfica: las pasiones que despierta reflejan divisiones profundas en la sociedad. ¡°Es cl¨¢sico que en periodos de crisis los anunciadores de buenas noticias susciten inter¨¦s y simpat¨ªa¡±, analiza en Le Figaro el polit¨®logo J¨¦r?me Fourquet, del instituto demosc¨®pico Ifop. ¡°El entusiasmo del que disfruta el profesor Raoult, alimentado por sus posiciones y su comunicaci¨®n bien trabajadas, se apoya tambi¨¦n en algo presente durante la crisis de los chalecos amarillos: una desconfianza muy fuerte hacia las autoridades constituidas y la oposici¨®n del supuesto pragmatismo del terreno ante las ¨¦lites supuestamente desconectadas, entre la provincia en Marsella y Par¨ªs¡±.
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