El Reino Unido extiende tres semanas m¨¢s el confinamiento domiciliario

El ministro de Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, que sustituye a Boris Johnson mientras el primer ministro se recupera de la Covid-19, ha confirmado este jueves la decisi¨®n que ya se daba por descontada desde principios de semana: las medidas de confinamiento domiciliario y distancia social impuestas a los ciudadanos se extender¨¢n al menos tres semanas m¨¢s. Con m¨¢s de 103.000 casos de infectados confirmados y casi 18.000 muertos (13.729, este jueves), Raab ha querido dar se?ales de optimismo a la poblaci¨®n brit¨¢nica y ha asegurado que ¡°comienza a verse la luz al final del t¨²nel¡±. ¡°Tenemos indicaciones de que las medidas desplegadas han tenido ¨¦xito en frenar el ritmo del contagio del virus, pero el SAGE [el comit¨¦ cient¨ªfico en el que se apoya el Gobierno] afirma que el escenario sigue presentando inconsistencias y datos mezclados, y que en algunas localizaciones concretas existe la posibilidad de que las infecciones sigan aumentando¡±, aseguraba el ministro.

Con el prop¨®sito de dar un atisbo de estrategia de salida, algo que la oposici¨®n laborista ha comenzado a reclamar con insistencia al Ejecutivo, Raab ha querido se?alar las cinco condiciones o ¡°pruebas¡± que deber¨ªan superarse para comenzar a hablar de un relajamiento de las medidas. Todas ellas demasiado gen¨¦ricas o ambiciosas como para ofrecer un plazo aproximado. En primer lugar, ha dicho, ¡°necesitamos tener la confianza de que el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en ingl¨¦s) sea capaz de proporcionar la atenci¨®n cr¨ªtica suficiente a los pacientes y el tratamiento espec¨ªfico requerido a lo largo de todo el pa¨ªs¡±. A lo largo de la semana, ha aumentado la tensi¨®n entre el Gobierno y el personal sanitario por el ritmo desesperadamente lento con que est¨¢ llegando a los hospitales el equipo de protecci¨®n necesario para trabajar con seguridad. Y el esfuerzo nacional anunciado por Johnson para comenzar a fabricar los respiradores necesarios se ha visto frustrado tras la cancelaci¨®n de proyectos empresariales que no alcanzaban los requisitos de seguridad y homologaci¨®n necesarios.

Exige Raab adem¨¢s que el descenso en el n¨²mero diario de fallecimientos se sostenga en el tiempo, hasta convencer a los expertos de que se ha superado del pico de la pandemia. O que la tasa de infecci¨®n haya descendido hasta unos niveles manejables. En ese sentido, Patrick Vallance, el asesor cient¨ªfico jefe del Gobierno brit¨¢nico, ha asegurado que ¡°SAGE ha observado con mucho cuidado todos los datos y cree muy probable que el n¨²mero de transmisiones (R) ya est¨¢ por debajo de uno, lo que supone que, de media, un infectado transmitir¨¢ el contagio a menos de una persona¡±.

La cuarta condici¨®n del Gobierno supone asegurar que la capacidad para realizar test masivos sea la deseada y puedan sostenerse futuras demandas. Las promesas de Downing Street en este sentido han sido vacilantes. Johnson prometi¨® 250.000 test al d¨ªa, y su ministro de Sanidad, Matt Hancock, se vio obligado a corregirle con su propia promesa: 100.000 diarios para finales de abril. Los mensajes del Gobierno, en estos momentos, se refieren a ese n¨²mero como una ¡°ambici¨®n¡± o un ¡°objetivo deseable¡±, porque la realidad ha demostrado que ni el ritmo de pruebas realizadas est¨¢ a la altura ni la fiabilidad de los kits es la prevista.

Finalmente, Raab ha presentado como quinta condici¨®n lo que m¨¢s bien es una incertidumbre: el Gobierno, ha dicho, necesita estar seguro de que cualquier relajaci¨®n del confinamiento no se traduzca en una segunda ola del virus a¨²n m¨¢s virulenta.

A pesar de que las medidas impuestas a la poblaci¨®n brit¨¢nica son mucho m¨¢s relajadas y flexibles que en otros pa¨ªses (se permite salir a hacer ejercicio o a salir a pasear con los ni?os), la acumulaci¨®n de las semanas comienza a afectar al ¨¢nimo de los ciudadanos. La polic¨ªa, que solo en Inglaterra ha impuesto m¨¢s de 3.200 multas a los que se saltan las reglas, se ha visto obligada a publicar una lista oficial de ¡°excusas razonables¡± por las que los agentes podr¨¢n hacer la vista gorda, entre las que se incluye la necesidad de salir a la calle a airearse despu¨¦s de una discusi¨®n dentro del domicilio.

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