El Supremo de Pa¨ªses Bajos falla que los m¨¦dicos pueden practicar la eutanasia en casos de demencia aguda si hay testamento vital previo

El Tribunal Supremo ha sentado un precedente este martes en Pa¨ªses Bajos al fallar que los m¨¦dicos pueden aplicar la eutanasia en casos de demencia aguda, siempre que cuenten con el testamento vital del paciente firmado cuando estaba l¨²cido. La decisi¨®n se deriva del caso de una geriatra neerlandesa que, en 2016, ayud¨® a morir a una mujer de 74 a?os aquejada de alzh¨¦imer. Acusada de asesinato por la Fiscal¨ªa, y absuelta en 2019, el Supremo ha se?alado que la m¨¦dica no cometi¨® un error al interpretar los deseos de la enferma, rubricados por ella misma en 2012, a pesar de que la eutanasia le fue practicada cuando ya no pod¨ªa comunicarse. Los jueces subrayan que en casos especiales como este, el facultativo debe ¡°tener en cuenta otras circunstancias que apoyen de forma consistente el deseo expresado en el testamento, en particular, el dolor insuperable y sin posibilidad de mejora¡±. Es la primera vez que el Supremo se pronuncia sobre la interpretaci¨®n de la Ley de Eutanasia, aprobada en 2002.

Seg¨²n ha dicho el presidente del Supermo, Willem van Schendel, ¡°el facultativo no siempre tiene que lograr una petici¨®n verbal de eutanasia cuando el paciente padece ya una demencia aguda, si llega a la conclusi¨®n de que, dadas las circunstancias insuperables e insufribles, el afectado ya no querr¨ªa vivir as¨ª. Entonces, la eutanasia no es punible¡±. El fallo del Supremo allana el camino de la eutanasia en casos de demencia aguda sin vulnerar la ley, porque se?ala asimismo lo siguiente: ¡°puede haber situaciones en que una eutanasia solicitada en un testamento vital no se lleve a cabo porque las expresiones posteriores del paciente indican que no procede¡±. De ah¨ª que Van Schendel haya hecho hincapi¨¦ en la obligaci¨®n de ¡°cumplir la normativa vigente, y comprobar que el paciente dej¨® claro en su testamento vital que querr¨ªa la eutanasia cuando ya no pudiera pedirla por s¨ª mismo¡±. En dicha situaci¨®n, el m¨¦dico que la practique deber¨¢ consultar antes con dos colegas, en lugar de uno, como estipula la ley para el resto de los casos.

El tribunal ha subrayado a su vez que la eutanasia debe dejarse en lo posible en manos de los m¨¦dicos, porque las Comisiones Regionales (hay cinco reunidas en torno a un solo organismo) la eval¨²an. ¡°Juzgar al m¨¦dico no es siempre la mejor respuesta a una posible mala pr¨¢ctica¡±, a?ade el fallo. La decisi¨®n del alto tribunal sigue el consejo del Fiscal General del Estado, que el a?o pasado se?al¨® que si el m¨¦dico conclu¨ªa -tras la lectura del testamento vital- que seguir preguntando al paciente con demencia aguda por la eutanasia no ten¨ªa sentido, ¡°dicha decisi¨®n profesional deb¨ªa ser respetada por los jueces¡±, explic¨® Jos Silvis.

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La eutanasia en este supuesto no es frecuente, y en 2019 se produjo en dos ocasiones, seg¨²n el informe anual de las Comisiones Regionales, reci¨¦n remitido a los ministerios de Sanidad y Justicia. El a?o pasado se practicaron en Pa¨ªses Bajos 6.361 eutanasias: un 4,2% del total de muertes registradas en el pa¨ªs, y un 3,8% m¨¢s que en 2018. Un 91% de los casos los enfermos ten¨ªan c¨¢ncer, problemas de coraz¨®n, circulatorios o pulmonares, y del sistema nervioso, o bien una combinaci¨®n de dolencias.

En el caso de la geriatra Catharina A, del que deriva el actual fallo del Supremo, la mujer de 74 a?os aquejada de alzh¨¦imer hab¨ªa firmado un testamento vital, pero no fue consultada cuando la enfermedad progres¨® hasta la fase aguda. La m¨¦dica se?al¨® que la enferma sufr¨ªa sin soluci¨®n y ya no se reconoc¨ªa a s¨ª misma ante el espejo. El problema es que el marido y la hija no le dijeron nada a la enferma, y le pusieron un calmante en el caf¨¦ que tom¨® antes de recibir una inyecci¨®n letal. Mientras se proced¨ªa, recobr¨® la consciencia y se agit¨® tanto que fue preciso sujetarla. La geriatra acabo siendo juzgada ¡°por no hablar con la mujer de forma regular, en especial cuando fue ingresada, para asegurarse de que segu¨ªa deseando la eutanasia¡±, seg¨²n dijo el fiscal, Thijs Berger. A pesar de haberla acusado de asesinato, la Fiscal¨ªa pidi¨® que no fuera condenada ante la falta de claridad de la ley, y acudi¨® al Supremo para que este se pronunciara. Catharina A. est¨¢ jubilada.