Padres, disu¨¦lvanse
Los ni?os han desarrollado cierto temor a la polic¨ªa, estaban preocupados por cu¨¢nto era un kil¨®metro y sugirieron llevar los pasaportes
Lleg¨® el domingo el gran d¨ªa y enseguida empezaron las fotos de familiares y amigos con los ni?os por ah¨ª, sobre todo de los que tienen playa cerca, para dar envidia, funci¨®n b¨¢sica de las redes sociales. En estos momentos los conocidos que viven en el campo, o ven el mar, o ya solo con que tengan una terraza o un jard¨ªn, crean aut¨¦ntico rencor social. Los famosos con casopl¨®n ya ni te cuento. Nuestros hijos quer¨ªan sacar las bicis y los patinetes pero les dijimos que no, luego hay que desinfectarlos o dejarlos fuera, y ya tenemos invadido el descansillo, que parece una zapater¨ªa. Somos cinco y ni por un momento se me pas¨® por la cabeza cumplir la norma de que solo uno de los padres puede ir con los ni?os, si llevamos mes y medio en la misma casa. Tambi¨¦n acordamos que si nos preguntaban cu¨¢ndo hab¨ªamos salido deb¨ªamos decir que hac¨ªa diez minutos. Pero los ni?os estaban preocupados, han desarrollado cierto temor a la polic¨ªa, m¨¢s que al virus. Hablaban de si nos pod¨ªan meter en la c¨¢rcel y una de mis hijas sugiri¨® llevar los pasaportes. Al final me llev¨¦ hasta el libro de familia.
Dijimos de hacernos una foto todos con la mascarilla, la primera vez que sal¨ªamos juntos, pero con todo el l¨ªo se nos olvid¨®. Cuando salimos a la calle era como si se hubieran abierto puertecitas en los ¨¢rboles y salido a la luz grupos dispersos de enanos. Pero tampoco hab¨ªa una invasi¨®n infantil, vivimos en una zona gentrificada. Luego ve¨ªas im¨¢genes de paseos mar¨ªtimos llenos de gente y te daba a¨²n m¨¢s envidia. Pero adem¨¢s es que hay ni?os que tienen miedo, se imaginan la calle como parque jur¨¢sico, con coronavirus gigantes pisando coches. Me impresion¨® un consejo de una psic¨®loga de menores: ¡°Salir est¨¢ permitido, pero no es obligatorio¡±. Si no es como los que te daban la plasta para que bailaras en las fiestas. Me recordaba aquella canci¨®n de Leslie Gore, It¡¯s my party (n¨²mero uno en 1963): ¡°?Es mi fiesta y lloro si quiero!¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°T¨² tambi¨¦n llorar¨ªas si te hubiera pasado a ti¡±. Ayer domingo era el d¨ªa de los chavales, pero no todos estaban contentos, sino algo descolocados, viendo todo cerrado. Para algunos eso de solo pasear es aburrido, una cosa de mayores.
Salud¨¢bamos a los viandantes como en un musical. ?Les conocemos? ¡°No, pero qu¨¦ m¨¢s da, hoy no es como siempre, que te cruzas con otros y no les saludas¡±. Uno de los ni?os observ¨®: ¡°A tus amigos nos les conoces porque van con mascarilla y saludas a los desconocidos como si les conocieras¡±. Nos sent¨ªamos m¨¢s como astronautas en una breve exploraci¨®n por el exterior de la nave que como vecinos del barrio. El ambiente era raro, no alegre, pero enseguida se vio que pod¨ªa empeorar. De pronto me llam¨® una mujer desde la otra acera, cruz¨® y pens¨¦ que iba a pedirme dinero. Sac¨® la cartera y cre¨ª que me iba a contar su vida con papeles y fotos de la familia, pero exhibi¨® una placa y se identific¨® como polic¨ªa municipal. S¨ª, s¨ª, como en las pel¨ªculas. No me hab¨ªa pasado en la vida, y lo primero que pens¨¦ fue pedirle que me dejara verla. Por curiosidad, porque a ver cu¨¢ndo se presenta otra ocasi¨®n, pero tambi¨¦n por comprobar si no me estaba ense?ando el carn¨¦ de la piscina, que en las pel¨ªculas pasa. ¡°?Saben ustedes que no est¨¢n cumpliendo la normativa, no?¡±, pregunt¨®. C¨®mo no lo voy a saber, no te fastidia, con la tabarra que han dado, pero no cre¨ªa que se fueran a poner pesados. ¡°No pueden ir dos adultos con tres ni?os, solo uno, esto no es para pasear en familia¡±.
Comenc¨¦ a repetir interiormente un mantra (¡°Sobre todo no insultes, que son 2.000 euros¡±), y a concentrarme en dar ejemplo delante de los ni?os. Ellos aprendieron dos cosas ¨²tiles en la vida. Una, que la polic¨ªa no es tonta. Dos, que puede ponerse muy tonta. Pero no fue el caso, solo nos avis¨®, y as¨ª los ni?os aprendieron una tercera, cuando el agente no obedece a razones pero te perdona la vida: ¡°No les voy a denunciar, aunque podr¨ªa, pero est¨¢ todo plagado de polic¨ªas de paisano, disu¨¦lvanse, si no les van a parar enseguida¡±. Pens¨¦ que me tomaba el pelo, como si no tuvieran otra cosa mejor que hacer que andar persiguiendo familias. A mis hijos les encanta la pel¨ªcula de los Blues Brothers (Landis, 1980) y quiz¨¢ esperaron que aparecieran coches patrulla chocando unos con otros, y hasta nazis del Illinois, a juntarse con los de aqu¨ª. Comenzamos a mirar de forma sospechosa a nuestro alrededor, pero en fin, nos disolvimos. Formamos dos grupos e hicimos como que no nos conoc¨ªamos, o nos hab¨ªamos peleado, o incluso separado. Toda la cuarentena juntos y el primer d¨ªa que puedes salir a la calle te mandan alejarte. Para mis hijos, nacidos en Italia, cuando un polic¨ªa se les acercaba en el barrio era para darles caramelos o bromear con ellos y ense?arles la pistola, es un pa¨ªs serio.
Menos mal que una anciana nos grit¨® desde la ventana con alegr¨ªa: ¡°?Hala, qu¨¦ bien los ni?os, que ya pueden salir!¡±. Esto de hablarse a voces en la calle est¨¢ muy bien, es como de pueblo. Charlamos un poco y nos deseamos feliz domingo. Los ni?os, preocupad¨ªsimos siempre de cu¨¢nto era un kil¨®metro. Pero nos alejamos m¨¢s para ir hasta el ¨²nico y heroico quiosco abierto en toda la zona, a comprar los peri¨®dicos. All¨ª estaba el hombre con su caf¨¦ con leche. Hab¨ªa una peque?a cola de padres con ni?os, porque era un oasis en medio del desierto para intentar hacer algo como siempre. Pero no ten¨ªan tebeos ni cromos de mu?ecas Lol o de Fantasy Rider. Tampoco se pod¨ªa pagar con tarjeta, y fuimos a un cajero. Tuve problemas, porque despu¨¦s de un mes sin usar dinero ni recordaba el n¨²mero secreto.
Luego empezamos a regresar dando un rodeo. Pasear as¨ª es un poco soso, casi te entraban ganas de volver a casa. Ahora ves cu¨¢nto estaban unidos a nuestra idea del domingo las terrazas, ver gente, el aperitivo, las patatas fritas, ir a comer a casa de unos amigos o a un restaurante chino, todo considerado no esencial, aunque quiz¨¢ es esencial para un domingo. A lo mejor s¨ª ten¨ªamos que haber sacado los patinetes. Menos mal que la polic¨ªa hizo todo m¨¢s divertido.
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