?Feliz d¨ªa de la liberaci¨®n!
Pregunt¨¦ a mis hijos qu¨¦ les gustar¨ªa hacer cuando puedan salir el domingo y dijeron: andar en bici, viajar en una furgoneta y parar a picar en bares, dormir en el campo y ver las estrellas
Esta semana es una de mis favoritas del a?o: el 21 es el aniversario de la fundaci¨®n de Roma; el 23, el d¨ªa del libro y el 25, la fiesta de la liberazione, el d¨ªa que Italia se sublev¨® a los nazis y al fascismo en 1945. El 20 es el cumplea?os de Hitler, pero bueno, tambi¨¦n el de un amigo m¨ªo. El yin y el yang van juntos, pero esta semana gana el yang, el blanco, por goleada. Este a?o a?adiremos a la lista otra liberaci¨®n, la del 26, el d¨ªa que los ni?os van a poder salir. Pregunt¨¦ a mis hijos qu¨¦ les gustar¨ªa hacer y dijeron: andar en bici, viajar en una furgoneta y parar a picar en bares, dormir en el campo y ver las estrellas. Tambi¨¦n ir al zoo a ver a los animales, porque estar¨¢n extra?ados de que ya no vaya nadie a verles. Todo llegar¨¢; de momento con un paseo van que chutan.
Confieso que ya el otro d¨ªa una de mis hijas y yo burlamos el encierro, se lo hab¨ªa prometido. Fue solo un momento para comprar el pan, pero qu¨¦ emoci¨®n, lo recordar¨¢ toda su vida. Llevaba d¨ªas viendo ni?os acompa?ando a sus padres a los recados, porque esto no era normal y adem¨¢s los chavales est¨¢n muy concienciados. (Atenci¨®n, como deferencia al rastreador de la Guardia Civil, que tendr¨¢ mucho trabajo estos d¨ªas, le se?alo que esto que acabo de decir puede generar desafecci¨®n al Gobierno). El martes tambi¨¦n salimos a protestar a las siete al balc¨®n para que se corrigieran las medidas de los ni?os, cosa que finalmente ocurri¨® (esto deber¨ªa generar afecci¨®n, salte el resto del p¨¢rrafo se?or rastreador, creo yo). Algunos vecinos, se?ores majetes de derechas, salieron corriendo con ollas y cucharas, aunque no tienen hijos peque?os, porque pensaban que era contra el Gobierno. Les dijimos que no, que eso es otra cacerolada a otra hora, pero por solidaridad se quedaron. Uno de ellos ya cree que la Guardia Civil le va a pinchar el tel¨¦fono, es que al hombre le ponen la cabeza loca con mensajes tremebundos que no sabe ni de donde le vienen. Es curioso, los mismos que claman que les coartan la libertad de expresi¨®n son la prueba andante de lo contrario, todo el d¨ªa a ver qui¨¦n dice la barbaridad m¨¢s gorda. Cuando puedan salir har¨¢n giras por los pueblos. Por cierto que he perdido una apuesta, cre¨ª que se tardar¨ªa m¨¢s en lograr poner en el mismo titular coronavirus y ETA, pero sali¨® el jueves en un peri¨®dico: ¡°La Audiencia Nacional decide dar portazo al chivatazo a ETA en plena crisis del coronavirus¡±. La realidad ya es pura plastilina para ni?os de todas las edades.
Yo creo que los ni?os se portar¨¢n muy bien en la calle porque esto les est¨¢ impresionando mucho. Cont¨® el jueves un lector en una carta a la directora que su hijo prefiere no salir el domingo porque ¡°el virus parece m¨¢s listo que estos mayores que salen en la tele¡±. El otro d¨ªa en clase de mis hijas les explicaron lo del meteorito que se carg¨® a los dinosaurios y luego una me pregunt¨® preocupada si tambi¨¦n ahora habr¨¢ una extinci¨®n masiva. Con lo que est¨¢ pasando, cosas peregrinas les parecen posibles. Le dije que solo hay un fen¨®meno c¨®smico extraordinario de este tipo cada millones de a?os y acaban de suspender los sanfermines, as¨ª que podemos estar tranquilos. No habr¨¢ encierros, solo uno, el nuestro.
Tambi¨¦n creo que podemos confiar en la responsabilidad de las familias. Estos a?os han soportado la delirante asignatura de Science sin asaltar el ministerio de Educaci¨®n. Ya saben, lo de dar Ciencias solo en ingl¨¦s y que los ni?os tengan que aprender ¡°p¨ªloro¡± y ¡°cotiled¨®nea¡± en ese idioma. Espa?a, en cambio, adolece de ense?anza de conciencia civil y democr¨¢tica, pero a los ni?os italianos se les ense?a con entusiasmo el d¨ªa la liberaci¨®n. Comenz¨® con un llamamiento por radio le¨ªdo por Sandro Pertini, luego presidente de la Rep¨²blica. Ni?os, mirad: puedes estar en la c¨¢rcel por oponerte a un dictador, ser condenado a muerte y despu¨¦s ser presidente de Italia y levantar la copa del Mundial 82. Pertini, es curioso recordar ahora el t¨¦rmino, fue uno de los miles de disidentes enviados por Mussolini al confino. As¨ª se llamaba el confinamiento, mandar unos a?os a islas o pueblos perdidos a opositores y personas que ofend¨ªan la raza, como los homosexuales. En fin, a los desafectos del r¨¦gimen, igual que se dec¨ªa en el franquismo. Ya ven que hay que tener cuidado con la elecci¨®n de las palabras, como desafecci¨®n.
Uno de los grandes escritores italianos, la escritora Natalia Ginzburg, tiene un libro maravilloso, Las peque?as virtudes, t¨ªtulo de uno de los relatos, inolvidable manual de educaci¨®n infantil. En el primer cap¨ªtulo, Invierno en Abruzzo, cuenta su vida en su confinamiento en un pueblo de monta?a, con su marido, Leone Ginzburg, intelectual antifascista. Pasaron all¨ª tres a?os, con sus tres ni?os, una vida pobre, g¨¦lida y mon¨®tona. Con la ca¨ªda del fascismo, en 1943, volvieron a Roma y su esposo entr¨® en la resistencia. Pero fue detenido, torturado y muri¨® en prisi¨®n. Pertini se cruz¨® all¨ª con ¨¦l, cont¨® que ten¨ªa el rostro roto por los golpes, pero fue esto lo que le dijo: ¡°Desgraciados de nosotros si el d¨ªa de ma?ana no sabemos olvidar nuestros sufrimientos, si en nuestra condena atacamos a todo el pueblo alem¨¢n¡±. Nunca es mal momento para ense?ar a no odiar al adversario, por eso mejor que estos d¨ªas los ni?os no vean los plenos del Congreso. Adem¨¢s debemos intentar que sean mejores que nosotros, y si ven a algunos elementos y elementas podr¨ªan pensar que est¨¢ chupado.
Natalia Ginzburg a¨²n no sab¨ªa en su confinamiento lo que le deparaba el destino, cuenta en su relato esos momentos cotidianos que luego se le hicieron preciosos, y termina recordando el final de su marido en unas l¨ªneas conmovedoras: ¡°Ante el horror de su muerte solitaria, ante las angustiosas alternativas que precedieron su muerte, yo me pregunto si esto nos ha pasado a nosotros, a nosotros que compr¨¢bamos las naranjas a Gir¨° y d¨¢bamos paseos en la nieve. Entonces yo ten¨ªa fe en un porvenir f¨¢cil y feliz, rico de deseos cumplidos, de experiencias y empresas comunes. Pero aquel era el tiempo mejor de mi vida y solo ahora que se me ha escapado para siempre, solo ahora lo s¨¦¡±. Feliz d¨ªa de la liberaci¨®n a nuestros peque?os h¨¦roes llenos de futuro.
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