La cuarentena en altamar de m¨¢s de un centenar de mexicanos
La tripulaci¨®n de tres cruceros lleva varada desde mediados de marzo en el Caribe sin saber cu¨¢ndo ser¨¢ repatriada
Fue a finales de marzo cuando Omar, de 40 a?os y quien prefiere usar otro nombre por seguridad, registr¨® 38,5 de fiebre. Trabaja desde octubre en un crucero de Royal Caribbean y est¨¢ a 4.000 kil¨®metros de su casa en M¨¦xico. Tras notar la temperatura, visit¨® al m¨¦dico del barco. Unas placas pulmonares y pruebas moleculares de las fosas nasales descartaron influenza. Dos d¨ªas despu¨¦s, no mejor¨®. El doctor visit¨® su camarote: el diagn¨®stico de la covid-19 lleg¨® 24 horas despu¨¦s con unas pruebas de sangre. El crucero tiene unos 700 tripulantes, pero solo un hu¨¦sped: el coronavirus. La pandemia puso en pausa la vida de 117 trabajadores mexicanos repartidos en tres barcos de la compa?¨ªa estadounidense en el Caribe. No han pisado tierra desde el 17 de marzo y han estado aislados a la espera de respuestas de la empresa o de las autoridades mexicanas para ser repatriados. Su odisea contin¨²a.
El 12 de marzo era un d¨ªa como cualquier otro para los empleados de Royal Caribbean, quienes aguardaban la llegada de nuevos clientes para comenzar la ruta. Los futuros hu¨¦spedes esperaban en el puerto de Miami cuando las cifras de la epidemia alcanzaban los 14.000 contagios y 200 muertes en Estados Unidos. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, la empresa alert¨® a la tripulaci¨®n de que deb¨ªan regresar a Miami porque los puertos programados de la ruta no les permitir¨ªan el desembarco. El 16 de marzo atracaron en Bahamas para repostar y aguardar ¨®rdenes. Al d¨ªa siguiente volvieron a Florida para dejar a los hu¨¦spedes, pero a la tripulaci¨®n no se le permiti¨® descender. Los capitanes del barco avisaron: ¡°Vamos sin rumbo¡±.
Tras d¨ªas a la deriva, el 20 de marzo, la isla de Barbados fue fijada como destino. La costa de Bridgtown se ha vuelto un paisaje rutinario desde entonces. Poco despu¨¦s llegaron las mentiras, seg¨²n varios trabajadores. ¡°Todos volver¨¢n a casa el 27¡±, aseguraban los capitanes. Lazslo, de 33 a?os, otro trabajador mexicano que prefiere no dar su nombre real, visit¨® el centro m¨¦dico para comprar un cubrebocas. ¡°Me encontr¨¦ a las enfermeras limpiando todo desesperadamente, con spray y un trapo. Se las ve¨ªa preocupadas¡±, explica Lazslo, quien lleva desde diciembre trabajando para el barco. A finales de marzo la mayor¨ªa de tripulantes se enter¨® de que hab¨ªa varios infectados a bordo, entre ellos Omar y otro mexicano.
El 27 se anunci¨® que el viaje de vuelta no iba a suceder. La empresa argument¨® que el Centro para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingl¨¦s) de Estados Unidos no autorizaba la vuelta a casa. El argumento se repiti¨® el 28 y 30 de abril y el 3 y 8 de mayo. La compa?¨ªa ha anunciado la vuelta a casa cinco ocasiones, pero a ¨²ltima hora esta se cancelaba. Hasta hoy hay m¨¢s de 100.000 trabajadores atrapados en cruceros de todo el mundo. El Gobierno mexicano calcula que hay 2.614 ciudadanos varados en el extranjero, entre ellos los 117 en altamar.
La CDC asegur¨® recientemente a The Guardian que varias compa?¨ªas de cruceros se han negado a cumplir con los requisitos que se les exigen: garantizar a la tripulaci¨®n un transporte seguro por medios no comerciales y pedirles un aislamiento voluntario de 14 d¨ªas en su destino. ¡°Algunos cruceros han tenido falta de voluntad para firmar la certificaci¨®n debido a las consecuencias legales y tampoco han querido asumir los costes de un transporte no comercial¡±, aseguraba la agencia de salud. La Asociaci¨®n Internacional de L¨ªneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en ingl¨¦s) respondi¨® a estas afirmaciones. Argument¨® que exigir "que todos los empleados cumplan con los requisitos, incluidos la no interacci¨®n con el p¨²blico, con sanciones penales en juego, ni tiene precedentes, ni es pr¨¢ctico¡±.
La situaci¨®n en el Royal Caribbean comenz¨® a complicarse. Los brotes florecieron en el barco con trabajadores de decenas de nacionalidades. Muchos empezaron a enfermarse. La tripulaci¨®n decidi¨® aislarse durante 15 d¨ªas y dividir el barco en tres zonas. La roja para los enfermos, la naranja para los convalecientes o quienes ten¨ªan s¨ªntomas leves y la verde para los sanos. De 18 mexicanos a bordo, dos resultaron contagiados. La rutina en la zona roja era siempre la misma. Solo pod¨ªan entrar m¨¦dicos con el traje epidemiol¨®gico para hacerles un seguimiento cada 24 horas y a llevarles comida india, ya que la mayor¨ªa de los hu¨¦spedes y cocineros suelen ser indios o indonesios. ¡°Era desesperante. A los pocos d¨ªas comenc¨¦ a perder el sentido del gusto y del olfato. Est¨¢s encerrado en medio del oc¨¦ano y te dicen que tienes la covid-19. Hac¨ªa todo lo posible por no preocuparme¡±, explica Omar, ya recuperado, v¨ªa telef¨®nica.
Lazslo, dentro de la zona verde, se registr¨® en la p¨¢gina de la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores mexicana. ¡°Recibimos un n¨²mero de confirmaci¨®n y algunos d¨ªas despu¨¦s un correo pregunt¨¢ndonos si est¨¢bamos en M¨¦xico o segu¨ªamos en el extranjero. Cuando dec¨ªamos que segu¨ªamos en el extranjero nos dec¨ªan que segu¨ªan trabajando¡±, relata. El joven se ha puesto en contacto con la Embajada mexicana en Trinidad y Tobago y el consulado de Miami. La respuesta es la misma. ¡°Estamos haciendo todo lo posible¡±.
Fuentes de la canciller¨ªa aseguran que los 117 mexicanos en Barbados volver¨¢n a casa la semana que viene v¨ªa a¨¦rea. Ciudadanos mexicanos varados en cruceros han sido repatriados desde Francia, Italia, San Diego y Florida. ¡°Las autoridades estadounidenses establecieron medidas adicionales para las embarcaciones, lo que ha complicado continuar con el proceso de desembarque y repatriaci¨®n de las tripulaciones¡±, cuentan a este diario desde la secretar¨ªa.
Dos semanas de confinamiento han pasado entre incertidumbre, lectura, ejercicio y comida india. Un indonesio infectado tuvo que ser trasladado de emergencia a Miami por la gravedad de su estado. Hasta el momento, ni Lazslo ni Omar han vuelto a tener noticias de su compa?ero. Tras el aislamiento, los tripulantes pueden salir libremente al resto del barco, aunque con cubrebocas obligatorio, gel antibacterial y la distancia de seguridad. Desde el 25 de abril reciben 13 d¨®lares diarios para la compra de alimentos y art¨ªculos de higiene.
A principios de mayo, la compa?¨ªa dijo a la tripulaci¨®n que este viernes ser¨ªan cambiados de barco y separados por nacionalidades para proceder a su vuelta a casa. Lazslo estaba nervioso ante la idea de por fin volver a M¨¦xico. La compa?¨ªa hab¨ªa asegurado que esta vez era una decisi¨®n definitiva. El jueves por la noche lleg¨® una nueva decepci¨®n. ¡°Saldr¨¢n vuelos desde Barbados el pr¨®ximo 12 de mayo¡±, dec¨ªa el director del crucero en una grabaci¨®n facilitada a este diario, algo que confirma la versi¨®n de la canciller¨ªa mexicana. ¡°Solo queremos regresar a casa¡±, se lamentaba Lazlo a trav¨¦s del celular. M¨¢s de 50 d¨ªas despu¨¦s, 117 mexicanos contin¨²an varados en medio del oc¨¦ano.
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