Buenos Aires reabre el comercio no esencial a las puertas del pico de la pandemia
La autorizaci¨®n gubernamental supone el movimiento potencial de 120.000 empleados
Los argentinos vieron venir la pandemia desde el otro lado del Atl¨¢ntico y se encerraron en sus casas para contenerla. El presidente Alberto Fern¨¢ndez orden¨® la cuarentena obligatoria el 20 de marzo, cuando el pa¨ªs ten¨ªa poco m¨¢s de un centenar de casos positivos de covid-19 y tres fallecidos. Casi dos meses despu¨¦s, los negocios no esenciales han vuelto a subir sus persianas esta semana en Buenos Aires, pero con m¨²ltiples precauciones. La reapertura coincide con un aumento del n¨²mero de contagios: de los 255 casos confirmados el jueves, 153 fueron en la capital argentina.
En la avenida Cabildo, una de las arterias comerciales del norte de Buenos Aires, una mujer con mascarilla muestra su DNI en la puerta de un gran negocio de electrodom¨¦sticos. Cuando el guardia de seguridad comprueba que su documento termina en un n¨²mero par, pone un chorro de alcohol en gel en las manos de la potencial clienta y retira la cinta para dejarla pasar. Tiene a cinco dependientes s¨®lo para ella: no hay nadie m¨¢s. A pocos metros de all¨ª, las puertas de una cadena de librer¨ªas est¨¢n semicerradas y un guardia las abre de forma manual cada vez que alguien quiere entrar o salir.
Los negocios est¨¢n casi vac¨ªos; las calles, llenas. ¡°Sal¨ª con los chicos a que nos d¨¦ un poco el sol¡±, le dice un padre que camina con sus dos hijos tomados de la mano a una mujer que empuja un cochecito de beb¨¦. ¡°La llev¨¦ a que le diesen una vacuna, pero aprovecho¡±, responde ella desde m¨¢s de dos metros de distancia. Es una soleada tarde de oto?o y muchos han salido a dar una vuelta, aunque hasta el s¨¢bado no est¨¢n autorizados los paseos con ni?os en Buenos Aires sino s¨®lo las salidas a comprar: en d¨ªas pares los que tienen un DNI que termina en n¨²mero par y en d¨ªas impares los dem¨¢s.
En Cabildo se sienten con fuerza las seis semanas de cierre obligatorio de negocios, impuesto en medio de una grave crisis econ¨®mica. Numerosos locales est¨¢n en alquiler, hay tiendas que colgaron un cartel de cierre por vacaciones a mitad de marzo y nunca lo sacaron y escaparates que promocionan a¨²n las rebajas de verano, aunque las aceras est¨¦n alfombradas de hojas amarillas. Algunos negocios siguen prohibidos, como peluquer¨ªas, salones de belleza, gimnasios y tiendas de ropa y calzado. Los dem¨¢s tienen horarios restringidos.
¡°Est¨¢ todo muy tranquilo, en todo el d¨ªa entraron cuatro o cinco personas¡±, admite Beatriz en el primer d¨ªa que atiende al p¨²blico en su negocio de accesorios con una mascarilla puesta. ¡°Era lo esperable, nosotros no vendemos nada de extrema necesidad. Pero por ahora vamos a aguantar, los argentinos ya pasamos muchas crisis¡±, agrega, con cerca de 20 a?os de experiencia acumulada. En esta pandemia, muchos comercios han tenido su bautismo en la venta por Internet y telef¨®nica y otros s¨®lo abren la puerta para entregar pedidos hechos de antemano a clientes o mensajeros.
Muchos comerciantes han reabierto con los mismos precios o los han aumentado por debajo que el a?o pasado, cuando la inflaci¨®n cerr¨® en 53,8%, la m¨¢s alta del continente despu¨¦s de Venezuela. La excepci¨®n son las tiendas de alimentos, las ¨²nicas que han permanecido abiertas durante toda la pandemia. Los alimentos y bebidas aumentaron un 3,2% en abril respecto a marzo, m¨¢s del doble del IPC mensual (1,5%).
Aumenta el n¨²mero de casos
Buenos Aires concentra casi la mitad de los casos positivos de covid-19 de Argentina: 3.239, seg¨²n datos del Gobierno local. Por ese motivo, la cuarentena es m¨¢s r¨ªgida en esta ciudad y su ¨¢rea metropolitana que en el resto del pa¨ªs. Pero la reapertura de negocios no esenciales ha aumentado tambi¨¦n la circulaci¨®n de autom¨®viles y peatones. S¨®lo en empleados, la autorizaci¨®n municipal supone el movimiento potencial de 120.000 empleados, seg¨²n el vicejefe porte?o, Diego Santilli. El 70% de toda la actividad econ¨®mica de la ciudad son servicios, comercio sobre todo, puntualiza Santilli.
¡°Desde la ¨²ltima conferencia de prensa, parece como si hubieran abierto la jaula: no qued¨® nadie dentro¡±, lamenta tras el mostrador el vendedor de una tienda de telefon¨ªa m¨®vil. ¡°Creo que la gente se relaj¨® demasiado y no ve que el n¨²mero de casos est¨¢ subiendo¡±, opina. El mi¨¦rcoles se superaron por primera vez los 300 contagios diarios en todo el pa¨ªs, m¨¢s de la mitad en Buenos Aires. El jueves fue r¨¦cord en v¨ªctimas fatales, 24; 10, en la capital.
La escalada de la pandemia hace temer a los comerciantes una r¨¢pida vuelta atr¨¢s. ¡°Me parece que esto es algo provisional y que en breve vamos a tener que cerrar. Al principio era mucho m¨¢s riguroso y la polic¨ªa controlaba, pero ya no. Se ve mucho movimiento de gente, tambi¨¦n de personas mayores y algunos no respetan la distancia¡±, dice Diego Pruss desde detr¨¢s del mostrador de una tienda de art¨ªculos de papeler¨ªa. A su lado, Natalia Plamenatz asiente y destaca que esta semana empez¨® a viajar gente de pie en el autob¨²s, a pesar de que est¨¢ prohibido. ¡°Vimos lo que pasaba en otros pa¨ªses y tuvimos tiempo para prepararnos, pero a¨²n estamos en la primera parte de la pel¨ªcula, hay gente impaciente que no lo entiende¡±, concluye.
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