El ¡°¨®rdago¡± econ¨®mico del obispo de C¨¢diz aboca al desahucio a un colegio p¨²blico
La reclamaci¨®n del prelado de m¨¢s de 200.000 euros a la Diputaci¨®n provoca el fin de un centro educativo hist¨®rico en el que estudiaban 63 ni?os
Una decr¨¦pita placa de m¨¢rmol recuerda a los benefactores del colegio Instituci¨®n Provincial Gaditana, Jos¨¦ Moreno de Mora y Micaela de Aramburu. Sobrevivi¨® milagrosamente a la explosi¨®n de un polvor¨ªn que, en 1947, arras¨® el anterior hospicio que ellos financiaron. Al final, la pieza ha resultado ser m¨¢s resistente que la voluntad de estos dos fil¨¢ntropos de finales del siglo XIX. El desahucio del centro educativo p¨²blico en el que estudiaban 63 ni?os parece inexorable. Rafael Zornoza, pol¨¦mico obispo de C¨¢diz y propietario del inmueble, ha reclamado su devoluci¨®n y el pago de m¨¢s de 200.000 euros a la Diputaci¨®n, la gestora del equipamiento que ya da casi por extinguido el acuerdo.
¡°El obispo lo que quiere es dinero, la Diputaci¨®n y la Junta de Andaluc¨ªa lo que buscan es ahorr¨¢rselo¡±, sentencia Mario L¨®pez, presidente del Ampa del centro. Es el resumen que el padre hace de un enmara?ado l¨ªo de competencias y acusaciones cruzadas que dejar¨¢ sin colegio a su hija Claudia, de 10 a?os, para el pr¨®ximo curso. Tras desarrollar toda su formaci¨®n en ese lugar, la peque?a es una de las afectadas por el movimiento de un prelado conocido en su di¨®cesis por despidos a sus trabajadores, desahucios y maniobras para entregar la gesti¨®n de centros concertados cat¨®licos a manos de Educatio Servanda, una instituci¨®n de Madrid famosa por su corte conservador.
La Instituci¨®n Provincial Gaditana es ya siquiera la sombra de lo que fue. Asediada por la baja natalidad de C¨¢diz y la cercan¨ªa de hasta cinco colegios concertados en su entorno, el centro apenas conservaba ya 63 alumnos, frente a los m¨¢s de 1.000 que lleg¨® a tener en los a?os 80, cuando su formaci¨®n llegaba hasta el bachiller y las formaciones profesionales. La Diputaci¨®n de C¨¢diz gestiona el equipamiento desde que en 1963 rubric¨® un acuerdo con Fundaci¨®n Aramburu Moreno de Mora, una entidad del Obispado, presidida por su prelado y heredera del patrimonio que el adinerado matrimonio gaditano dej¨® a la beneficencia. La administraci¨®n provincial se segu¨ªa encargando hoy del colegio gracias a otro convenio con la Junta de Andaluc¨ªa, que es quien tiene las competencias ahora en educaci¨®n.
Aunque cada vez m¨¢s mermado en mantenimiento y afluencia, el status quo de la Instituci¨®n Provincial Gaditana pareci¨® conservarse hasta el pasado mes de marzo de 2019. Entonces, Zornoza envi¨® una carta a la Diputaci¨®n en la que ped¨ªa ¡°recuperar a la brevedad posible el uso del edificio¡±. El obispo argument¨® que quer¨ªa hacerse con la gesti¨®n del inmueble para emprender un ¡°proyecto renovado al servicio de la infancia¡±, ya que el convenio de 1963 ya no era compatible con el marco jur¨ªdico actual y no se estaban cumpliendo las condiciones econ¨®micas pactadas, seg¨²n argument¨® en una misiva difundida ahora por la administraci¨®n provincial en un comunicado. Zornoza acababa de poner en marcha el reloj para el fin de la Instituci¨®n Provincial.
En enero de este a?o fue el representante legal de la Fundaci¨®n el que envi¨® un nuevo escrito, mucho m¨¢s expl¨ªcito en lo pecuniario. ¡°Nos hicieron una reclamaci¨®n de una cantidad bastante elevada, superaba los 200.000 euros. La suma parece responder a que, en el convenio de 1963, se habla de una compensaci¨®n de 225.000 pesetas anuales a las monjas que estaban entonces para atender unas salas para ni?os hu¨¦rfanos. Hasta ahora nunca se hab¨ªa reclamado, ya que no se tiene constancia de que esas salas llegaran a funcionar¡±, explica el diputado de Desarrollo Social Daniel Moreno. La Diputaci¨®n mostr¨® su disconformidad con el importe y en caso de reconocer la deuda, la estimaba en no m¨¢s de 7.000 euros, correspondientes a lo no prescrito en los a?os.
Maniobra fallida
En ¨²ltima instancia, Fundaci¨®n ofreci¨® la firma de un nuevo convenio ¡ªseg¨²n asegura el Obispado en un comunicado¡ª, ya que la ley 40/2015 del R¨¦gimen Jur¨ªdico del Sector P¨²blico obligaba a fijar un tope m¨¢ximo de cuatro a?os de validez para todos aquellos convenios de administraciones con entidades privadas que no tuviesen fecha de fin, como ocurr¨ªa con la r¨²brica de 1963. Pero Moreno asegura que ya no hay nada que hacer, dado que la Diputaci¨®n no puede rubricar un acuerdo para una competencia, la educativa, que ya no le pertenece. ¡°Adem¨¢s, al denunciar el obispo el convenio, ya tiene que hacerse uno nuevo. Si no se hubiese reclamado, nosotros hubi¨¦semos seguido¡±, asegura el diputado. Tampoco la Junta asegura poder rubricar un acuerdo similar al tratarse de un suelo privado y asegura que poco m¨¢s puede hacer, m¨¢s all¨¢ de garantizar la escolarizaci¨®n de los ni?os en otros centros p¨²blicos de su titularidad.
¡°Todo esto parece que ha sido un ¨®rdago del obispo que no ha salido como esperaba¡±, apunta una fuente cercana a la Diputaci¨®n. Y ni en las filas de la propia Iglesia sorprende la maniobra de Zornoza que aseguran ya haber visto antes. ¡°Est¨¢n presionando a las ¨®rdenes religiosas que tienen colegios en edificios de la di¨®cesis y que no pagan nada de alquiler a la misma. Todo es problema de dinero¡±, asegura una persona cercana a la curia gaditana. De hecho, desde que lleg¨® a la Di¨®cesis de C¨¢diz en 2011 ya ha apartado a comunidades femeninas que gestionaban colegios cat¨®licos en la capital, La L¨ªnea o Puerto Real.
En todos los casos ha acabado sustituyendo a estas monjas por Educatio Servanda, una instituci¨®n educativa madrile?a que, en apenas nueve a?os ha tenido un ascenso mete¨®rico en la provincia de C¨¢diz, donde ya se encarga de cinco centros. La Fundaci¨®n es famosa por su corte conservador y por pol¨¦micas como comparar las leyes LGTB con el terrorismo o por pedir a las profesoras que vistan con ¡°recato¡± y ¡°modestia¡± en centros concertados con la Comunidad de Madrid. Ahora, sectores contrarios a Zornoza consultados por EL PA?S temen que, tras la petici¨®n econ¨®mica fallida, el prelado repita la maniobra con la organizaci¨®n madrile?a.
Mientras, L¨®pez y el resto de padres libran una batalla a la desesperada para intentar salvar in extremis al hist¨®rico centro. Desde que el pasado 15 de mayo les notificaron oficialmente el cierre, saben que es una guerra casi perdida. El progenitor se queja de la falta de inter¨¦s de administraciones p¨²blicas en mantener el equipamiento abierto y en el oscurantismo que rodea a un convenio que ni el Obispado ni la administraci¨®n provincial nunca han dado a conocer. ¡°El colegio se cierra no solo porque la fundaci¨®n solicite la devoluci¨®n sino porque la Diputaci¨®n y la Junta no quieren mantenerlo abierto. Nuestra obligaci¨®n es que salga a la luz toda la verdad¡±, zanja el padre indignado.
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