Los detectives del coronavirus que cercaron el brote de Totana

Cuando una persona da positivo en las pruebas de coronavirus, no solo se activa la maquinaria m¨¦dica para tratarla, sino tambi¨¦n un sistema de b¨²squeda de contactos para averiguar de d¨®nde ha surgido el contagio y, sobre todo, a d¨®nde puede ir. En la Regi¨®n de Murcia, desde el pasado 1 de mayo, un equipo de 22 m¨¦dicos y enfermeros se dedica a rastrear cada nuevo caso que se detecta con el objetivo de que cualquier brote quede controlado en el menor tiempo y con el menor n¨²mero de afectados posible. Su trabajo determin¨® el municipio de Totana quedara fuera de la fase 2, a la que pas¨® el resto de la comunidad aut¨®noma el 25 de mayo. Un solo contagio activ¨® la maquinaria que descubri¨® otros cinco casos y puso a 58 personas en cuarentena por haber tenido contacto estrecho con ellos.

¡°Se trata de meterse en la vida de los que se infectan para poder proteger a quienes les rodean¡±, explica Mar¨ªa Dolores Chirlaque, jefa de la unidad de Epidemiolog¨ªa del Servicio Murciano de Salud, que coordina a este equipo de ¡°rastreadores¡±, una especie de ¡°detectives¡± del coronavirus que con sus informes motivaron que Totana no entrara en la fase 2. El caso de esa localidad de unos 35.000 habitantes (de los que unos 10.000 son extranjeros) en el interior de la Regi¨®n de Murcia ha sido paradigm¨¢tico a nivel nacional: el brote ha frenado su avance en la desescalada con la aprobaci¨®n tanto del Gobierno regional (PP y Ciudadanos) como de su alcalde (IU).

Lo que determin¨® tomar esa precauci¨®n extrema no fue el n¨²mero de casos, que resulta casi rid¨ªculo para otras zonas de Espa?a m¨¢s castigadas por la pandemia (en Murcia apenas ha habido 3.000 contagios desde que comenz¨® la crisis sanitaria y 149 fallecidos), sino la ¡°complejidad¡± del brote, que tuvo su punto de inicio entre trabajadores agrarios de origen latinoamericano. La ¡°paciente 1¡±, una jornalera de 66 a?os de nacionalidad ecuatoriana, se someti¨® a las pruebas PCR en los primeros d¨ªas de mayo pero, para entonces, llevaba ya m¨¢s de dos semanas encontr¨¢ndose mal y hab¨ªa ido a trabajar con claros s¨ªntomas como tos y fiebre, desplaz¨¢ndose en un autob¨²s con otras 44 personas. ¡°Era un brote que se nos pod¨ªa ir de las manos¡±, resume Chirlaque.

Con su PCR positiva, el trabajo de los rastreadores se pone en marcha. Desde un despacho en la sede de la Consejer¨ªa de Salud, en Murcia capital, Alonso S¨¢nchez, m¨¦dico especialista en salud p¨²blica, y su equipo de vigilancia descuelgan el tel¨¦fono para empezar la persecuci¨®n: ¡°Si no podemos ser capaces de eliminar este coronavirus, al menos, tenemos que pararle los pies con aislamiento. Es la ¨²nica v¨ªa¡±, se?ala. Comienza entonces un largo rosario de llamadas, la primera, al paciente, para comunicarle que est¨¢ infectado. ¡°Lo primero es conseguir tranquilizarle. Luego, toca toda una labor exhaustiva para analizar cu¨¢ndo empez¨® a notar los primeros s¨ªntomas, cu¨¢les son, con qu¨¦ intensidad. Se intenta vincular a esa persona con otros contagiados de su familia, de su trabajo o de su entorno social para buscar el origen. Luego, hay que hacer memoria de todo lo que ha hecho, de toda la gente con la que ha estado por lo menos desde 48 horas antes de notar los primeros s¨ªntomas y c¨®mo de ¨ªntimo ha sido ese contacto. Pero no siempre es f¨¢cil conseguir todos esos datos¡±, explica S¨¢nchez. Y no por falta de colaboraci¨®n de los pacientes. Hay quien entra ¡°en estado de p¨¢nico¡± y no es capaz de pensar con claridad. Otros, simplemente, no recuerdan con exactitud qu¨¦ han hecho, con qui¨¦n y en qu¨¦ fecha exacta.

En entornos socioecon¨®micos vulnerables, la situaci¨®n puede complicarse a¨²n m¨¢s, como en el brote de Totana. Al surgir entre temporeros, con condiciones laborales muy precarias, y en algunos casos incluso en situaci¨®n irregular en Espa?a, no todos los ¡°investigados¡± estaban dispuestos a dar datos concretos de su vida personal. ¡°Si pregunt¨¢bamos, por ejemplo, cu¨¢ntas personas resid¨ªan en el domicilio, era habitual recibir respuestas inconcretas, como que compart¨ªan vivienda con varias personas¡±, apunta Chirlaque. ¡°O no sab¨ªan m¨¢s que el nombre de la persona con la que hab¨ªan comido esos d¨ªas, porque es un mero compa?ero de la cuadrilla de trabajo¡±, agrega S¨¢nchez.

Para que la b¨²squeda sea eficaz, los rastreadores tienen que ganarse la confianza de los pacientes. ¡°Es fundamental que entiendan que no se les va a sancionar, ni a juzgar por sus conductas. Que solo se trata de evitar contagios¡±, apunta la jefa de Epidemiolog¨ªa. A d¨ªa de hoy, las 58 personas que se sometieron a cuarentena en Totana han sido ya dadas de alta y ninguna de ellas ha dado positivo en las PCR que se les han realizado, pero Epidemiolog¨ªa no da el brote por¡°cerrado¡±, solo por ¡°controlado¡±. En esas condiciones, el ministerio ha dado luz verde a que Totana se sume este lunes a la fase 2 con el resto de Murcia.

El avance en la desescalada, que la sociedad vive con alegr¨ªa, es una preocupaci¨®n m¨¢s para Chirlaque y su equipo. ¡°A m¨¢s contacto social, m¨¢s se complica el rastreo¡±, explica la epidemi¨®loga, que llama a la prudencia y pide seguir evitando actos multitudinarios y contactos que no sean imprescindibles:¡° ?De qu¨¦ nos servir¨ªa pasar r¨¢pido de fase y dejar de lado las precauciones si luego tenemos que volver atr¨¢s¡±.

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