La complicada lucha para evitar que la comida acabe en el cubo de la basura
La ley de residuos aborda el desperdicio alimentario, pero las iniciativas para reducir este problema a¨²n dependen de la buena voluntad de las empresas y consumidores
Los espa?oles tiran al cubo de la basura 1,3 millones de toneladas de alimentos al a?o, una cifra que, lejos de reducirse, en 2018 aument¨® un 9% respecto al a?o anterior. Los datos del Ministerio de Agricultura solo computan los residuos producidos en los hogares, no en restaurantes, industrias ni distribuidores. Espa?a...
Los espa?oles tiran al cubo de la basura 1,3 millones de toneladas de alimentos al a?o, una cifra que, lejos de reducirse, en 2018 aument¨® un 9% respecto al a?o anterior. Los datos del Ministerio de Agricultura solo computan los residuos producidos en los hogares, no en restaurantes, industrias ni distribuidores. Espa?a firm¨® en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que inclu¨ªan reducir el desperdicio alimentario a la mitad para 2030, algo que por ahora parece lejano. El Consejo de Ministros aprob¨® el martes un paquete normativo destinado a reducir el impacto de la actividad econ¨®mica en el medio ambiente, que incluye medidas contra el desperdicio alimentario y la obsolescencia programada.
¡°No hay datos muy concretos sobre lo que est¨¢ ocurriendo en Espa?a con la comida que va a la basura a pesar de que se puso en marcha la estrategia M¨¢s alimento menos desperdicio 2017-2020. Deber¨ªa haber indicadores claros para saber si la estrategia est¨¢ dando resultados¡±, se queja Luis Ferreirim, portavoz de alimentaci¨®n en Greenpeace. La estrategia del ministerio trata de concienciar a ciudadanos y empresas sobre esta problema, pero tan solo ofrece recomendaciones y buenas pr¨¢cticas como comprar solo lo necesario o reutilizar las sobras. La iniciativa incluye estudios que muestran que casi el 95% de los ciudadanos cree que los supermercados deber¨ªan donar a bancos de alimentos los productos a punto de caducar y que saben que no vender¨¢n. ¡°En Francia tienen desde 2016 una ley obliga a los grandes supermercados a donar la comida que les sobra a bancos de alimentos u organizaciones ben¨¦ficas para evitar destruir la comida. En Espa?a es algo que hacen algunos supermercados y otros no¡±, explica Laura Martos, de la ONG Enra¨ªza derechos.
Martos se?ala que la ONG tiene en marcha la campa?a ¡°Yo no desperdicio¡± para luchar contra este problema. ¡°El desperdicio hace que haya menos alimentos disponibles y que suban los precios. Tirar comida es malgastar el agua, malgastar la tierra y gastar recursos. No es la causa del hambre, pero la agrava. Por eso hemos apostado por campa?as de sensibilizaci¨®n en este sentido¡±, dice. Seg¨²n la ONU, alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo acaban en la basura. ¡°Hay que hacer leyes para que las empresas pongan todos los medios para evitar el desperdicio, no puede dejarse a su voluntad¡±, a?ade.
Por ahora, las iniciativas han sido voluntarias. AECOC, la patronal que aglutina a fabricantes y distribuidores, puso en marcha un proyecto en este sentido. ¡°Las empresas adheridas se comprometen a formar a sus trabajadores para un mejor aprovechamiento de los alimentos y tambi¨¦n a donar todos aquellos productos que no han podido ser comercializados pero que pueden tener una segunda oportunidad, tanto para consumo humano como para alimentaci¨®n animal¡±, explica Nuria de Pedraza, de AECOC. Otra propuesta es la ¡®app¡¯ Too good to go, donde restaurantes, tiendas y supermercados venden los productos que no han vendido durante el d¨ªa (y est¨¢n en buen estado) a un tercio de su precio. ¡°En Espa?a trabajamos con 3.000 establecimientos, hemos superado los 920.000 packs salvados de comida y tenemos 1,4 millones de usuarios. Nuestro objetivo es que se combata el desperdicio de alimentos¡±, se?ala su portavoz, Carlos Garc¨ªa.
A nivel local tambi¨¦n hay ideas interesantes. El pr¨®ximo jueves se presenta una gu¨ªa de medidas para prevenir el desperdicio alimentario de Menorca, cuyas propuestas sirven para cualquier empresa o domicilio. ¡°En los hogares, sugerimos revisar qu¨¦ hay en casa antes de ir a comprar, planificar los men¨²s semanalmente, elaborar una lista de la compra ajustada a la planificaci¨®n, intentar comprar en peque?os comercios y a granel, priorizar el producto local y de temporada, dar oportunidad al producto feo, aprovechar las sobras y cocinar las cantidades adecuadas y conservar bien los restos¡±, dice N¨²ria Llabr¨¦s, de la ONG Justicia alimentaria, que ha colaborado en la elaboraci¨®n. ¡°Hay tambi¨¦n propuestas para empresas, restaurantes, distribuidores y comedores escolares¡±, a?ade.
Hasta ahora, las propuestas legales han sido t¨ªmidas. En marzo, el Parlament de Catalu?a aprob¨® una proposici¨®n de ley para reducir el despilfarro alimentario que, cuando se desarrolle, obligar¨¢ a los restaurantes y bares catalanes a disponer de recipientes reutilizables o reciclables para que los clientes puedan llevarse el alimento que hayan pagado y no hayan consumido.
El anteproyecto de la ley de residuos y suelos contaminados, presentado este martes por el Ejecutivo, propone ¡°fomentar la donaci¨®n de alimentos y otros tipos de redistribuci¨®n para consumo humano¡±, si bien parece quedarse en las recomendaciones. La norma intenta abordar el desperdicio alimentario con medidas para reducir estos residuos. Y establece los criterios para que determinados desechos pueden utilizarse de nuevo. Ser¨ªa el caso, por ejemplo, de los residuos que puedan convertirse en subproducto, como los de la industria alimentaria que puedan emplearse en la fabricaci¨®n de piensos para animales. Adem¨¢s, para facilitar a las empresas la donaci¨®n de alimentos a las entidades sin ¨¢nimo de lucro, el Ministerio de Consumo elaborar¨¢ una gu¨ªa de buenas pr¨¢cticas de higiene para el aprovechamiento de la comida en el comercio minorista y la restauraci¨®n.
Obsolescencia programada
Otra de las cuestiones que preocupa a los consumidores es la obsolescencia programada, es decir, que los productos dejen de funcionar cuando lo decida el fabricante: por ejemplo, impresoras que se bloquean al llegar a un n¨²mero de impresiones o bombillas que se funden al llegar a unas horas determinadas. La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) puso en marcha una campa?a en 2018 para combatirla, denominada Larga vida a lo que compro. ¡°Pedimos una legislaci¨®n que penalice la obsolescencia programada, como ya tiene Francia, que incorpora en el c¨®digo de consumo la sanci¨®n de estas pr¨¢cticas¡±, explica el portavoz, Enrique Garc¨ªa. Por ahora, esa norma no existe en Espa?a. ¡°Adem¨¢s, hay otra obsolescencia que consiste en usar componentes de peor calidad para que un producto dure menos, no es lo mismo hierro que pl¨¢stico, que se deteriora antes¡±, a?ade.
Rub¨¦n S¨¢nchez, de la organizaci¨®n de consumidores Facua, coincide: ¡°Se podr¨ªan aprobar normas que proh¨ªban mecanismos para acelerar las aver¨ªas y p¨¦rdida de calidad en un producto. Introducir una tara a un producto vulnerar¨ªa la normativa, aunque siempre se podr¨ªa regular espec¨ªficamente contra la obsolescencia programada¡±. En su opini¨®n, ¡°el problema es c¨®mo reconocerla¡±. "Una investigaci¨®n tendr¨ªa que detectar, por ejemplo, que una marca de impresoras deja de funcionar porque le falla el chip y no por el uso, y eso siempre es dif¨ªcil de demostrar¡±, explica.
Garc¨ªa apuesta por favorecer el ecodise?o de los productos para que sean m¨¢s durables y reparables. ¡°Los fabricantes deben informar de la durabilidad de los productos y esta debe aparecer en el etiquetado, como si fuera una especie de fecha de caducidad. Si el producto dura menos de lo que espera el fabricante, habr¨ªa que compensar al consumidor. Adem¨¢s, eso ayuda a la hora de comprar, porque no es lo mismo que un frigor¨ªfico dure cinco a?os a que dure el doble¡±. El portavoz de la OCU pide tambi¨¦n que se apueste por reparar los electrodom¨¦sticos. ¡°Para que las cosas duren, tiene que ser f¨¢cil repararlas. Esto hace que se reduzcan los residuos y se apueste por la econom¨ªa circular¡±.
En este sentido, el anteproyecto de ley del Gobierno pretende ¡°fomentar el dise?o, la fabricaci¨®n y el uso de productos que sean eficientes en el uso de recursos, duraderos (tambi¨¦n en t¨¦rminos de vida ¨²til y ausencia de obsolescencia programada), reparables, reutilizables y actualizables" y favorecer la disponibilidad de piezas de repuesto, aunque todav¨ªa est¨¢ por ver en qu¨¦ se traduce.
Una dieta m¨¢s sostenible
Luis Ferreirim, de Greenpeace, apuesta por un cambio de dieta para producir m¨¢s productos vegetales y menos carne como forma de generar menos residuos. ¡°Todos tenemos que ser conscientes de qu¨¦ significa producir alimentos: uso de combustibles f¨®siles, gasto de agua, deterioro del suelo¡ El desperdicio alimentario mundial significa cerca del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por eso hay que planificar mejor la alimentaci¨®n, comprar lo que hace falta y utilizar los excedentes de la comida para hacer otros platos, como hac¨ªan nuestras abuelas. Tenemos que tirar menos comida¡±.