¡®Apps¡¯ para comer las sobras del restaurante y salvar el planeta

Comprar la comida que sobra al final del d¨ªa en restaurantes y tiendas, ahorrar dinero ¡ªse vende a un tercio de su precio¡ª y evitar el desperdicio de alimentos. Esta es la idea tras Too good to go (algo as¨ª como "demasiado bueno para tirarlo"), una aplicaci¨®n para m¨®viles que conecta a establecimientos con usuarios y que en un a?o se han descargado un mill¨®n de personas en Espa?a. Gratix, que se acaba de lanzar, es otra app que propone regalar las cosas que no se utilizan y pedir objetos que otra gente ya no quiere para intentar que no acaben en la basura. Estas nuevas aplicaciones pretenden impulsar la econom¨ªa circular, romper el bucle del consumismo y reducir los residuos, que contribuyen al calentamiento global.

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Seg¨²n la ONU, alrededor de un tercio de los productos alimentarios acaba en la basura. Un informe del Ministerio de Agricultura cifra en m¨¢s de 1,2 millones de toneladas los alimentos desperdiciados en Espa?a en 2016 (¨²ltimos datos disponibles). De hecho, el director general de la Industria Alimentaria, Jos¨¦ Miguel Herrero, particip¨® este jueves en la cumbre del clima en un foro sobre desperdicio y cambio clim¨¢tico, donde subray¨® la importancia de incrementar el conocimiento sobre el desperdicio y sensibilizar a los ciudadanos ante este problema. Herrero se?al¨® que la lucha contra las p¨¦rdidas de alimentos es una de las prioridades del ministerio.

"Saber que estamos tirando tanta comida y que nos estamos cargando el planeta me duele. No nos queda otra que hacer algo y pedir la comida que sobra en los restaurantes es una opci¨®n", explica Judith Roma, barcelonesa de 26 a?os, que hace unos meses se anim¨® a probar To good to go y ahora es asidua. "La primera vez ped¨ª un pack de sushi que val¨ªa como 30 euros y al recogerlo al final nos cobraron solo 9. Tambi¨¦n he comprado sobras de panader¨ªas y fruter¨ªas", explica.

Oriol Reull, responsable de la app en Espa?a, se?ala que este movimiento que lucha contra el desperdicio de alimentos surgi¨® hace tres a?os en Dinamarca y ya est¨¢ presente en 14 pa¨ªses. "La aplicaci¨®n m¨®vil conecta todo tipo de establecimientos ¡ªuna cafeter¨ªa, un restaurante, un supermercado, una fruter¨ªa y hasta un hotel¡ª que quieran dar salida al excedente que tienen diariamente ¡ªsiempre en perfecto estado¡ª con usuarios que van a salvar la comida con un precio mucho m¨¢s bajo y con la condici¨®n de ir a recogerla al establecimiento a la hora de cierre", explica Reull. Puede ser a mediod¨ªa, por la tarde o bien entrada la noche.

"El establecimiento gana porque no tira comida, mientras que el usuario compra productos de calidad a un precio m¨¢s barato, generalmente a un tercio de lo que suelen costar. Y gana el planeta, porque tirar comida es uno de los principales emisores de di¨®xido de carbono (CO₂) a nivel mundial¡±, contin¨²a. "De hecho, si fuera un pa¨ªs, el desperdicio ser¨ªa el tercer pa¨ªs que m¨¢s?CO₂ emite, solo por detr¨¢s de EE UU y China. Si cambiamos nuestros h¨¢bitos de consumo, podemos frenar dr¨¢sticamente las emisiones a la atm¨®sfera", a?ade.

Por ahora, se han sumado 2.000 establecimientos en 20 ciudades y han conseguido salvar 500.000 packs de comida del desperdicio. La media de edad de los usuarios es de 20 a 40 a?os. En esa horquilla se encuentra Alexandra, de 31 a?os, que se acerca a recoger un pack con tres trozos de pizza y una bebida a la pizzer¨ªa Slais de Madrid sobre la medianoche. Vale 9,80 euros, pero al final de la jornada se vende por 3,25. "Uso la app porque es una manera de no desperdiciar comida, y adem¨¢s la comida es mucho m¨¢s barata", dice. Guillermo, tambi¨¦n de 31 a?os, recoge otro de los packs.?"Es una manera de darle un uso a la comida que de otra manera se va a la basura", cuenta.

Giancarlo Cuevas es el propietario de la pizzer¨ªa, situada en Malasa?a. "Nos daba mucho dolor tirar la comida y no siempre es f¨¢cil regalarla, porque acabamos muy tarde. Hace dos meses encontramos esta soluci¨®n y desde entonces hemos disminuido lo que tiramos. Adem¨¢s, mantenemos las pizzas frescas", se?ala Cuevas. "El desperdicio que tiene la mayor¨ªa de los restaurantes es importante, porque nunca sabes cu¨¢nto vas a vender. Este tipo de soluciones es fundamental para cuidar el medio ambiente, porque est¨¢s evitando residuos y de paso est¨¢s dando una alternativa m¨¢s barata para gente que a lo mejor no puede pagar el precio normal", a?ade.

Regalar lo que no se usa

Hace pocos meses se puso en marcha Gratix, una especie de Wallapop donde los objetos no tienen precio, sino que se regalan. "Es una app que permite regalar lo que tienes y cuando necesites algo, pedirlo y que te lo regalen. Muchas veces lo que yo voy a comprar lo tiene mi vecino y no lo utiliza", dice Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, creador de la aplicaci¨®n. "Muchas veces compramos de forma compulsiva productos que no necesitamos. Miramos el precio bajo y no lo que hay detr¨¢s de ese producto. Nosotros queremos cambiar el patr¨®n de consumo reutilizando y evitar que las cosas acaben en la basura", comenta. "Gratix se apoya en el concepto de karma, cuantos m¨¢s regalos hagas, m¨¢s puedes pedir. Es como un trueque entre todos. Y permite tener un historial vinculado a lo que has regalado".

Ana Jaime, de 26 a?os, se ha convertido en una asidua de la app. En su caso, ha regalado mucha ropa que ya no usaba, y material para estudiar, pero tambi¨¦n ha pedido deseos. "Necesitaba l¨¢mparas para la mesilla de noche y un hombre me regal¨® las dos. Tambi¨¦n me han dado un soporte para mis dos pantallas de ordenador", explica. Todo est¨¢ en buen estado. "Me han dado varios juegos de mesa que est¨¢n tan nuevos que incluso pueden servir como regalo de Navidad", se?ala. "Antes compraba cosas cuando las necesitaba, pero ahora creo que es mejor que las cosas circulen entre todos. Para reducir la contaminaci¨®n hay que pensar de otra forma".

Una utop¨ªa alimentaria

La jornada del jueves de la COP25 acogi¨® varias charlas sobre alimentaci¨®n y cambio clim¨¢tico. En una de ellas coincidieron Oriol Reull, de To good to go, y Jes¨²s Pag¨¢n, de Foodtopia, un proyecto que busca la utop¨ªa alimentaria de preparar comida barata y sin residuos para luchar contra el calentamiento global. "Cada semana en Foodtop¨ªa fabricamos unos 20.000 platos sin emitir ning¨²n tipo de residuos. Un men¨² de Foodtopia est¨¢ en seis euros, incluyendo comida, desayuno, merienda y cena". ?Y c¨®mo se logra? "Usamos productos de proximidad y ecol¨®gicos, disminuimos el impacto energ¨¦tico de la dieta, no usamos pl¨¢sticos y adem¨¢s trabajamos con tiendas que tienen un sistema cooperativo para distribuir los platos. La persona que quiera comprar esta comida, eso s¨ª, debe llevar sus propios recipientes.

La iniciativa surgi¨® hace un a?o y ya da empleo a unas 60 personas, la mayor¨ªa en Murcia pero han comenzado a extenderse por otras provincias. "El sistema alimentario es responsable del 54% de las emisiones del calentamiento global, consume el 70% de agua dulce y ocupa el 40% de la superficie del planeta. No es posible evolucionar contra el cambio clim¨¢tico si primero no arreglamos el sistema alimentario", dice Pag¨¢n.