Los ¨²ltimos de la UCI
Tras curarse del virus, los pacientes que pasan semanas en cuidados intensivos, encamados y fuertemente medicados, han de superar una espiral de trastornos
Juan Jos¨¦ cree que su madre entr¨® en la UCI porque tuvo la suerte de estar en C¨®rdoba, y no en Madrid. Cuando ingres¨®, a finales de marzo, en las unidades de cuidados intensivos de la capital no hab¨ªa sitio para todos los que las necesitaban. Los m¨¦dicos tuvieron que priorizar a los pacientes con m¨¢s posibilidades de supervivencia. Rosario, de 78 a?os, con una debilidad extrema y una saturaci¨®n de ox¨ªgeno en sangre m¨ªnima, lleg¨® con las justas. Y estuvo a punto de no salir: lo hizo tras 60 d¨ªas entre la vida y la muerte.
Quienes pasan tanto tiempo en cuidados intensivos en los hospitales libran dos batallas: la primera, superar la covid-19, sobrevivir al compromiso en el que el virus pone sus pulmones, y a menudo tambi¨¦n su coraz¨®n, h¨ªgado, ri?ones¡ y eliminar finalmente el pat¨®geno de sus cuerpos. La segunda no es menor: despu¨¦s de d¨ªas encamados, sedados, paralizados, ingiriendo un bombardeo de f¨¢rmacos, se tienen que recuperar de la propia UCI. Y el camino est¨¢ lleno de trampas. ¡°Suele ser un paso para adelante y dos para atr¨¢s. Llegan infecciones, falta de movilidad, problemas con la nutrici¨®n, fallos org¨¢nicos¡¡±, relata Jos¨¦ Carlos Ige?o, jefe de Urgencias y Cuidados Intensivos del Hospital San Juan de Dios de C¨®rdoba, donde estuvo ingresada Rosario. ¡°Cuando van mejorando y hay un paso hacia atr¨¢s, los parientes me suelen preguntar: ¡®?Pero no estaba bien?¡¯. Hay que explicarles que bien no, que est¨¢n en una UCI, siguen cr¨ªticos aunque vayan mejorando¡±, contin¨²a.
Las unidades de cuidados intensivos de Espa?a se fueron vaciando poco a poco de pacientes ingresados con coronavirus. La media de estancia ha sido de alrededor de 20 d¨ªas, seg¨²n el Ministerio de Sanidad, pero no es infrecuente que se prolonguen. No hay una causa ¨²nica para que esto suceda. Influye el estado basal con el que entre el paciente: cuanto m¨¢s sano y fuerte estuviera antes de la enfermedad, m¨¢s esperanzas hay. Pero la medicina no es matem¨¢ticas. ¡°Hay veces que te encuentras a dos pacientes con la misma gravedad, misma edad y similares caracter¨ªsticas. Les das el mismo tratamiento y uno sale para adelante y el otro no¡±, cuenta Ige?o.
Hace semanas que los ingresos en UCI se cuentan con los dedos de las manos en toda Espa?a. En la ¨²ltima necesitaron cuidados intensivos 14 personas en seis de los 19 territorios (las 17 comunidades aut¨®nomas, Ceuta y Melilla). En los otros 13, en la casilla de nuevos enfermos cr¨ªticos aparece un esperanzador cero. No es un camino irreversible. Todav¨ªa hay nuevas hospitalizaciones (148 en los ¨²ltimos siete d¨ªas), que suceden a los nuevos casos (2.053 el mismo periodo). Algunos de estos nuevos contagios probablemente acabar¨¢n en estado cr¨ªtico, pero encontrar¨¢n hospitales con muchos m¨¢s medios que quienes tuvieron estos mismos destinos en el periodo agudo de la epidemia.
Las dos comunidades m¨¢s azotadas por la epidemia, Madrid y Catalu?a, han pasado de tener una ocupaci¨®n de sus UCI del 100% ¡ªaunque las autoridades han se?alado que nunca se llegaron a saturar, decenas de profesionales han contado a este peri¨®dico que s¨ª fue as¨ª¡ª a un 30% y un 25% de pacientes de covid en estas unidades respectivamente, seg¨²n los informes del pasado 22 de mayo publicados para el cambio de fase de ambas regiones. Entre esos cr¨ªticos, algunos son estos nuevos ingresos que van llegando ahora muy poco a poco; otros son los que llevan semanas sedados esquivando la muerte.
Existe un t¨¦rmino para describir el padecimiento de estos ¨²ltimos: enfermedad cr¨ªtica cr¨®nica. ¡°Es una entidad que no tiene una definici¨®n estandarizada¡±, cuenta Mar¨ªa ?ngeles Ballesteros, de la Sociedad Espa?ola de Medicina Intensiva, Cr¨ªtica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Son pacientes que, una vez superado el evento agudo ¡ªen este caso la neumon¨ªa causada por el coronavirus¡ª siguen necesitando soporte de UCI. ¡°Hay varios motivos, en ocasiones se pone en marcha y se perpet¨²a un estado inflamatorio cr¨®nico. Tambi¨¦n suele suceder que hay una debilidad persistente¡±, asegura Ballesteros. La par¨¢lisis y la sedaci¨®n de la UCI lleva el cuerpo a consumirse a s¨ª mismo, entra en un estado catab¨®lico en el que la masa muscular pr¨¢cticamente desaparece. Algunos pacientes no pueden respirar por s¨ª mismos, no ya por los pulmones r¨ªgidos, sino tambi¨¦n porque el diafragma no es capaz de ejercer su funci¨®n. Por no mencionar la capacidad para otros movimientos que requieren m¨¢s fuerza.
¡°Es una debilidad neuromuscular, multifactorial, unida a los f¨¢rmacos perpet¨²a la situaci¨®n. La edad es factor de riesgo, pero no como tal, sino por las comorbilidades asociadas: si hay una disfunci¨®n card¨ªaca, problemas en los bronquios o en alg¨²n ¨®rgano, el despertar de la UCI ser¨¢ m¨¢s complicado. Para mejorar todo esto conviene limitar la ventilaci¨®n mec¨¢nica al m¨ªnimo tiempo posible, ir quit¨¢ndola para que el paciente vaya respirando por s¨ª mismo poco a poco, hacer un programa de movilizaci¨®n y nutrici¨®n precoz en cuanto sea posible¡±, enumera Ballesteros.
Cuando comenzaron a despertar a Rosario, ¡°ni los p¨¢rpados pod¨ªa mover¡±, enfatiza Ige?o. ¡°Hubo muchos d¨ªas que pensamos: de hoy no sale¡±, contin¨²a. Estaba ¡°muy, muy grave¡± al ingresar. Y poco despu¨¦s, a la neumon¨ªa se le sum¨® un problema cardiovascular, algo no infrecuente en pacientes de covid-19. ¡°Manejar a un paciente con todos estos problemas, su fragilidad, moverlo para cambiarlo de postura se hace complicad¨ªsimo. El reto no era ya que no muriese por la infecci¨®n, sino tambi¨¦n por el shock cardiog¨¦nico a?adido. Una miocarditis [era lo que le detectaron] en una paciente con una neumon¨ªa con covid, distr¨¦s respiratorio y shock cardiog¨¦nico, la mortalidad dir¨ªa que es del 99%¡±, explica este m¨¦dico. No es raro que se produzca una cascada de fallos org¨¢nicos coadyuvados por un rosario de medicamentos: vasoactivos, adrenalina, noradrenalina... El coraz¨®n no bombea bien la sangre, no llega por ejemplo a los ri?ones, dejan de funcionar, el enfermo necesita di¨¢lisis. Es el c¨ªrculo vicioso de la UCI de larga estancia.
Los intensivistas tienen que buscar ventanas de mejora para poder comenzar las t¨¦cnicas de desconexi¨®n progresiva de la ventilaci¨®n, que el paciente colabore lo m¨¢ximo posible, haga cada vez m¨¢s esfuerzo. Esto se une a rehabilitaci¨®n y fisioterapia. ¡°Es un avance muy lento susceptible de otras complicaciones¡±, cuenta Demetrio Carriedo, intensivista en el hospital de Getafe. ¡°No hay un tiempo m¨¢ximo de estancia, hay casos que han sobrevivido despu¨¦s de m¨¢s de un a?o. Pero cuanto m¨¢s se prolonga m¨¢s reducidas son las posibilidades de recuperarse favorablemente, sin secuelas¡±, prosigue.
Despu¨¦s de 60 d¨ªas, Rosario sali¨® de la UCI y su hijo asegura que est¨¢ bien, aunque con algunas lagunas. ¡°En ocasiones no est¨¢ segura de si las cosas han pasado de verdad o las ha so?ado, nos tiene que preguntar a mi hermana o a m¨ª¡±, dice Juan Jos¨¦. En el camino, en los primeros despertares, una vez salvados los compromisos org¨¢nicos, se cruzaron reinfecciones muy frecuentes en las unidades de cuidados intensivos por los cat¨¦teres. Despu¨¦s lleg¨® el miedo a que, superado todo esto, hubieran quedado fallos neurol¨®gicos irreversibles como consecuencia de la falta de ox¨ªgeno. ¡°Abr¨ªa los ojos, pero no conectaba con nosotros. Hicimos pruebas complementarias, TAC cerebrales, vimos que hab¨ªa peque?as alteraciones, probablemente tromb¨®ticas por culpa del coronavirus, pero no justificaban que la mujer no despertara. El problema es que despu¨¦s de tantos d¨ªas intubada, con sedantes, analg¨¦sicos opioides, relajantes musculares, el cuerpo tarda todav¨ªa un tiempo en eliminarlos¡±, explica Ige?o.
Un d¨ªa, una enfermera not¨® que conectaba con ella. Era una respuesta tenue, pero Rosario comenzaba a ser consciente. Comenzaba para ella un camino todav¨ªa, el de la recuperaci¨®n tras la UCI que afronta, seg¨²n su hijo Juan Jos¨¦, ¡°con ganas de vivir¡±.
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