Congo declara el final de su peor epidemia de ¨¦bola
El brote que comenz¨® en 2018 en el noreste del pa¨ªs ha provocado 3.462 contagios y 2.280 muertos. La enfermedad sigue activa en el noroeste
El Ministerio de Sanidad de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) ha declarado oficialmente este jueves el fin de la epidemia de ¨¦bola que ha azotado al noreste del pa¨ªs en los ¨²ltimos dos a?os. Con 3.462 contagios y 2.280 fallecidos, ha sido el peor brote en el pa¨ªs desde que el virus fuera identificado en 1976 y el segundo m¨¢s grave de la historia, solo detr¨¢s del que se extendi¨® por ?frica occidental entre 2014 y 2016. Sin embargo, Congo no se puede declarar libre de ¨¦bola pues a¨²n est¨¢ activa una segunda epidemia que se declar¨® el pasado 1 de junio en el noroeste del pa¨ªs y que ha provocado, hasta ahora, 24 casos y 13 muertos.
El director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su satisfacci¨®n por el fin de esta epidemia y ha manifestado que ha sido posible ¡°gracias al servicio y sacrificio de miles de trabajadores sanitarios congole?os que han trabajado mano a mano con colegas de la OMS y muchos otros socios¡±. Asimismo, destac¨® que las medidas de salud p¨²blica adoptadas para detener el contagio del ¨¦bola, como el distanciamiento social o el lavado de manos, son las mismas que se est¨¢n aplicando para combatir la pandemia de la covid-19.
¡°Ha sido muy complejo¡±, asegura el doctor Sal Ha Issoufou, jefe de misi¨®n de M¨¦dicos sin Fronteras en Congo, ¡°sobre todo debido a la presencia de grupos armados en la zona, el desconocimiento de la enfermedad entre la poblaci¨®n y la falta de preparaci¨®n de la implicaci¨®n comunitaria¡±. El virus irrumpi¨® en medio de un grave conflicto de m¨¢s de dos d¨¦cadas, con decenas de milicias activas, masacres de civiles y violaciones que hab¨ªan generado una sensaci¨®n de abandono entre la poblaci¨®n por parte de las autoridades. ¡°Hab¨ªa amplias ¨¢reas de dif¨ªcil acceso y un gran descontento¡±, remacha Issoufou.
El Ministerio de Sanidad declar¨® el brote de la enfermedad el 1 de agosto de 2018. El epicentro se situaba en la localidad de Mangina, en la provincia de Kivu del Norte, pero r¨¢pidamente se extendi¨® a las de Ituri y Kivu del Sur y, con el tiempo, incluso se produjo un pu?ado de casos importados en la vecina Uganda. Sin embargo, las ciudades m¨¢s afectadas fueron Beni, Butembo y Katwa, todas ellas en Congo. ¡°La respuesta fue r¨¢pida pero estamos hablando de una zona con un sistema de salud muy fr¨¢gil golpeado por otras muchas enfermedades¡±, explica Issoufou.
Las suspicacias hacia el dispositivo de respuesta y la extensi¨®n de todo tipo de rumores hicieron crecer la desconfianza, lo que se tradujo en numerosos episodios de violencia contra el personal m¨¦dico y los voluntarios. A finales de febrero de 2019, hombres armados atacaron los centros de tratamiento gestionados por M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) en Butembo y Beni, lo que llev¨® a esta organizaci¨®n a suspender sus actividades durante unos meses. Uno de los incidentes m¨¢s graves se vivi¨® en abril del a?o pasado, cuando fue asesinado Richard Mouzoko, m¨¦dico camerun¨¦s de la OMS, durante el ataque a un hospital.
¡°En un contexto de enorme sufrimiento de la poblaci¨®n desembarca una respuesta inmensa que solo se preocupa por el ¨¦bola. Este fue un enfoque equivocado. Cuando se integr¨® la atenci¨®n a otras enfermedades como el sarampi¨®n, las diarreas o la malaria, que provocan mucho da?o, las cosas empezaron a cambiar¡±, comenta el doctor Issoufou. Otra lecci¨®n aprendida fue la necesidad de descentralizar la respuesta, permitiendo que los diagn¨®sticos se llevaran a cabo en las estructuras de salud m¨¢s pr¨®ximas a los pacientes. ¡°La implicaci¨®n de la comunidad debe ser la piedra angular¡±, a?ade el coordinador de MSF.
Estas experiencias se est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica en la nueva epidemia que comenz¨® el pasado 1 de junio en Mbandaka, provincia de Ecuador, as¨ª como una vacunaci¨®n masiva. Las autoridades conf¨ªan en controlar este brote, que en 25 d¨ªas ha provocado 24 casos y 13 muertos, pero deben trabajar respetando las medidas adoptadas para evitar el contagio de la covid-19, lo que complica las cosas sobre todo a la hora de mantener las distancias en las campa?as de vacunaci¨®n. Sin embargo, el ¨¦bola y el coronavirus no son las ¨²nicas preocupaciones. En este momento hay activas epidemias de sarampi¨®n y c¨®lera en el pa¨ªs, as¨ª como una alta incidencia de malaria.
Murci¨¦lagos y bosques talados
Los cient¨ªficos buscan una explicaci¨®n a la proliferaci¨®n de brotes de ¨¦bola en los ¨²ltimos a?os. Existe un consenso cient¨ªfico en que la deforestaci¨®n en los bosques de ?frica central y occidental contribuye a incrementarlos porque favorece los contactos entre el virus y el ser humano. Pero un estudio de la Universidad de M¨¢laga (UMA) y el Centro para la Investigaci¨®n Forestal Internacional (CIFOR) publicado en 2019 identific¨®, por primera vez, a cuatro especies de murci¨¦lagos de la fruta como potenciales transmisores del ¨¦bola porque se sienten atra¨ªdas por ecosistemas forestales que han sido alterados por el hombre.
¡°La tesis que relaciona la deforestaci¨®n con la emergencia de enfermedades como el ¨¦bola se explica por muchas razones, desde el desequilibrio entre especies al desaparecer los predadores de roedores o murci¨¦lagos hasta que estos se sienten atra¨ªdos por ecosistemas modificados porque all¨ª encuentran nuevos recursos, por ejemplo campos de cultivo o ¨¢rboles frutales plantados por el hombre¡±, asegura Jes¨²s Olivero, profesor de Biolog¨ªa y Ciencias Ambientales de la UMA, experto en Biogeograf¨ªa y coordinador de este estudio, que demuestra que cinco de las 20 especies de murci¨¦lagos frug¨ªvoros que existen en ?frica proliferan en los m¨¢rgenes de bosques que acaban de ser talados y que cuatro de ellas, adem¨¢s, son potenciales transmisoras del ¨¦bola: Eidolon helvum, Epomops franqueti, Micropteropus pusillus y Rousettus aegyptiacus.
¡°El ¨¦bola es un virus selv¨¢tico que circula en la naturaleza. En realidad, el riesgo de grandes epidemias no se da tanto all¨ª donde hay m¨¢s especies reservorios, sino donde hay m¨¢s posibilidades de transmisi¨®n, esto es, en los ecosistemas alterados. Otro elemento a?adido es el tr¨¢fico ilegal de fauna, el cuarto m¨¢s lucrativo del mundo tras las drogas, armas y personas. Si el acceso a animales infectados es mayor porque el bosque desaparece, esos ejemplares pueden ser transportados a grandes distancias, a pueblos mayores o incluso ciudades¡±, a?ade Olivero.
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