La epidemia crece sin descanso en M¨¦xico
Los casos acumulados en el pa¨ªs, que ha rebasado los 200.000 contagios y 25.000 muertes, crecen a ritmo constante mientras que varios Estados registran un potencial epid¨¦mico mayor

M¨¦xico tiene una epidemia del coronavirus en franco crecimiento. A pesar de haber concluido hace cuatro semanas la jornada de sana distancia, que envi¨® a millones de mexicanos a sus casas, el pa¨ªs report¨® el martes la mayor cifra de contagios en cuatro meses, 6.288. Este jueves se han sumado otras 6.104 personas a la base de datos de casos confirmados que las autoridades llevan desde mediados de abril. Para apreciar el volumen que tiene la epidemia de la covid-19 en el pa¨ªs norteamericano es conveniente considerar que a¨²n se estudian otros 62.000 pacientes sospechosos a la espera de resultados de los an¨¢lisis. El retraso en la medici¨®n ha caracterizado a las autoridades mexicanas. Este rezago, sin embargo, solo pinta una imagen parcial y atrasada del brote.
M¨¦xico ha superado la tarde de este jueves los 202.000 casos del nuevo coronavirus y las 25.000 muertes. De momento, la intensidad de la pandemia no puede considerarse en descenso hasta que el n¨²mero de casos nuevos detectados un d¨ªa determinado sea menor a los d¨ªas anteriores de manera consistente y continuada. Dicho de otra manera: mientras los casos acumulados en el pa¨ªs crezcan a un ritmo constante, ni hay pico, ni hay curva aplanada.
La curva se compone de casos positivos, en estudio, ingresados en hospitales y UCI y fallecidos. Estos se acumulan semana tras semana. Cuando uno disminuye, por ejemplo los positivos hospitalizados, normalmente otro aumenta m¨¢s, en este caso los que est¨¢n siendo estudiados fuera de terapia intensiva. La tendencia agregada es n¨ªtida.
La detecci¨®n de casos confirmados de covid no ha sido particularmente eficaz en ning¨²n lugar del mundo, tampoco en M¨¦xico. Al tratarse de una enfermedad respiratoria nueva, de r¨¢pido crecimiento y con un cuadro sintom¨¢tico similar al de otras infecciones, resulta dif¨ªcil seguirle el ritmo solo a trav¨¦s de pruebas. Es necesario complementar estos diagn¨®sticos con otras que muestren desviaciones respecto a a?os anteriores. De esta forma puede apreciarse el volumen real de la epidemia sin n¨²meros exactos, pero tambi¨¦n sin necesidad de depender exclusivamente del sistema de testeo. En 2020, el n¨²mero de consultas por enfermedades relacionadas con las neumon¨ªas e influenzas es cincuenta veces mayor a la media de a?os anteriores.
Hugo L¨®pez-Gatell, el subsecretario de Salud y vocero del Gobierno durante la epidemia, ha afirmado en varias ocasiones que el cuadro cl¨ªnico de la covid es muy similar al de las Enfermedades Tipo Influenza (ETI) y a las Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG). El sistema de vigilancia epidemiol¨®gica utilizada por M¨¦xico, el Centinela, sirvi¨® durante las primeras semanas del brote para calibrar el volumen real. Una comparaci¨®n con respecto a la media para esta ¨¦poca de a?os anteriores muestra una multiplicaci¨®n de cuadros ETI/IRAG, seg¨²n cifras oficiales.
Sin necesidad de asignarle una cifra concreta al n¨²mero de casos reales, lo m¨¢s probable es que esta diferencia, y el hecho de que se mantenga (por ahora) semana tras semana, indique lo mismo que los datos de diagn¨®stico directo de covid: la epidemia no cede su ritmo.
Impactos desiguales
El ritmo de la epidemia, como ha se?alado L¨®pez-Gatell varias veces, no es id¨¦ntico en todo el pa¨ªs. Con m¨¢s de 120 millones de personas repartidas en 32 Estados la propagaci¨®n de la enfermedad se combina ahora con un complejo sem¨¢foro de riesgo de contagio, decisiones pol¨ªticas y urgencias por reactivar las econom¨ªas locales. Por todo esto es que las autoridades han hablado de epidemias, en plural. La Ciudad de M¨¦xico y el Estado de M¨¦xico, ambas entidades al centro del pa¨ªs, destacan como el epicentro. El Gobierno capitalino, sin embargo, ha querido ver la luz al final del t¨²nel al afirmar que lo peor ha pasado a mediados de mayo y afirmar, con cierto optimismo, que la cifra de ocupaci¨®n hospitalaria se encuentra en su nivel m¨¢s bajo desde el 10 de mayo. La capital mantiene una evoluci¨®n plana en sus contagios semanales. El Estado de M¨¦xico, en cambio, tiene a¨²n un avance constante que no remite.
El fin de la sana distancia, impuesta a nivel nacional por las autoridades federales, ha derivado en una mayor gesti¨®n de los Estados. Esto ha resultado en el crecimiento de casos en varias entidades. Es llamativa la situaci¨®n en Puebla, Tabasco, Nuevo Le¨®n o Guanajuato, regiones repartidas por todos los puntos cardinales. El volumen de la epidemia en los Estados citados es menor al de la capital por ahora. Pero los ritmos son mucho m¨¢s acelerados, lo que apunta a un potencial epid¨¦mico mayor a corto plazo.
El ¡°d¨®nde¡± y el ¡°qui¨¦n¡± diferenciados de la epidemia no solo tienen que ver con la ubicaci¨®n geogr¨¢fica: tambi¨¦n con la posici¨®n en la escala socioecon¨®mica. La base de datos oficial distingue a cada paciente seg¨²n el sector del sistema de salud por el que accedi¨® a la prueba diagn¨®stica.
Si los agrupamos en tres grandes segmentos, resulta que aquel que acumula un mayor gasto per c¨¢pita (privados, PEMEX, Sedena, Semar) ha pasado de representar una porci¨®n muy significativa del total de casos a mediados de marzo a una minor¨ªa en retroceso estable desde abril. En ese punto, las entradas por los centros del antiguo Seguro Popular (hoy el Instituto de Salud para el Bienestar, INSABI) y del sector del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destinado a personas de mayor necesidad aumentaron, sugiriendo una expansi¨®n del virus entre las capas m¨¢s pobres. Desde finales de abril, el IMSS y el ISSSTE, los pilares principales del sistema, han vuelto a ganar ritmo de ingresos entre los trabajadores formales. Esto podr¨ªa obedecer a una decisi¨®n de las autoridades para responder a la pandemia, o a que las personas m¨¢s expuestas en esta fase de brote sostenido son quienes salen a trabajar y no pueden quedarse en casa.
M¨¦xico sale a trabajar
Con el fin de la jornada de sana distancia, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador retom¨® sus giras. La decisi¨®n fue criticada, pero respond¨ªa a la urgencia del Ejecutivo por reactivar la econom¨ªa en varias regiones del pa¨ªs, deprimidas tras el freno monetario que signific¨® el confinamiento. El mandatario ha decidido poner el ejemplo y forzar la vuelta a la normalidad a pesar de que las autoridades sanitarias siguen aconsejando quedarse en todo el pa¨ªs, dividido en dos colores. El rojo advierte del m¨¢ximo riesgo de contagio. Y el naranja, un riesgo de contagio alto. Las 17 entidades en color naranja han reactivado las actividades econ¨®micas b¨¢sicas y han puesto en marcha la apertura de comercios, hoteles y restaurantes limitando el aforo y extremando las medidas de precauci¨®n.
Google, que recoge los datos de movilidad a trav¨¦s de tel¨¦fonos, indica que la actividad que m¨¢s se resisti¨® al llamado a quedarse en casa fue la compra de art¨ªculos de primera necesidad como alimentos y medicinas. La que m¨¢s ha crecido durante las ¨²ltimas semanas son los viajes al trabajo. Las autoridades sanitarias admitieron este jueves que la movilidad en once Estados, cuatro de ellos en color rojo, ha aumentado un 5%.
Tras un descenso notable que alcanz¨® su m¨ªnimo en la segunda semana de abril, los trabajadores mexicanos han regresado primero de forma paulatina y despu¨¦s m¨¢s acelerada, seg¨²n la tecnol¨®gica. Esta informaci¨®n coincide en tiempo y forma con la proporci¨®n de casos positivos y en estudio que ingresan al sistema de salud, entre ellos los aumentos mencionados que concentran los hospitales del IMSS y el ISSSTE.
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