La librer¨ªa de viejo que no aguant¨® el coronavirus
'A trav¨¦s del espejo', un m¨ªtico establecimiento de Ciudad de M¨¦xico, cerrar¨¢ sus puertas el pr¨®ximo 30 de junio, como el 40% de los peque?os negocios de la capital mexicana
Son las nueve de la ma?ana y la cola de gente ocupa la mitad de la calle. Las personas van en busca de libros raros y dif¨ªciles de encontrar como los de grafolog¨ªa, antropolog¨ªa o plantas medicinales. La m¨ªtica librer¨ªa antigua A trav¨¦s del espejo, sobre la avenida ?lvaro Obreg¨®n, en la colonia Roma, baja las persianas el pr¨®ximo 30 de junio debido a la pandemia de la covid-19. Para deshacerse de sus libros los vende a mitad de precio y algunos incluso los regala. Despu¨¦s de m¨¢s de dos d¨¦cadas y un sismo en 2017 que destroz¨® el local, el coronavirus ha terminado con la historia de esta joya capitalina, como tambi¨¦n lo har¨¢ con el 40% de los peque?os negocios de la Ciudad de M¨¦xico, seg¨²n dijo a finales de abril el presidente de la C¨¢mara de Comercio, Servicios y Turismo en Peque?o, Daniel Contreras.
La avenida luce abarrotada ya sobre las 10. En la entrada de la librer¨ªa, que est¨¢ prepar¨¢ndose para abrir, hay un gel antibacterial para todos los clientes y un soporte de madera para que dejen sus mochilas. El procedimiento de entrada comenz¨® el pasado 18 de junio con turnos de cinco personas, pero al ver las colas, que daban la vuelta a la avenida, decidieron aumentar el aforo a 15.
Los primeros de la fila son Clara Jim¨¦nez, que luce una mascarilla con la sonrisa del Joker y su hijo I?aki. Ambos aseguran estar ya cansados de la contingencia y coinciden en que esto es un buen motivo para salir. De una familia de peritos graf¨®logos, encargados de examinar textos en busca de indicios o la personalidad del escritor, madre e hijo se apresuraron nada m¨¢s ver la noticia en los medios para buscar ejemplares de esta pseudociencia, libros que no se encuentran en las librer¨ªas tradicionales. ¡°Vinimos muy temprano desde el centro hist¨®rico, porque nos enteramos de la noticia y este es de los pocos lugares en la ciudad donde venden este tipo de libros, son muy dif¨ªciles de conseguir¡±, explica la madre justo antes de entrar.
La due?a de la librer¨ªa, Selva Hern¨¢ndez, acaba de llegar y se pone tras el mostrador, que estos d¨ªas no da tregua. Da un sorbo a su caf¨¦ y explica las razones por las que no se ha podido mantener en pie el establecimiento. ¡°Han sido muchos meses de confinamiento, ya desde marzo no vend¨ªamos nada y el que nos renta el local estaba metiendo mucha presi¨®n¡±, lamenta. Los Hern¨¢ndez son una familia de libreros que llevan d¨¦cadas abriendo establecimientos en la capital. Selva todav¨ªa recuerda la apertura de A trav¨¦s del espejo, un local fundado por su madre en 1995. ¡°Para m¨ª esta es la librer¨ªa madre. Cuando abrimos, me recuerdo con 20 a?os y con varios amigos en furgonetas trasladando todos los libros hasta aqu¨ª desde una antigua librer¨ªa que ten¨ªamos en el centro¡±, cuenta. La due?a sostiene que la pandemia ha sido un duro golpe para el negocio de las librer¨ªas independientes. ¡°Nuestro ecosistema est¨¢ en crisis. Por ejemplo, yo soy parte de la Red de Librer¨ªas Independientes de M¨¦xico, somos unas 40. Pues de esas, al menos 20 ya han asegurado que cerrar¨¢n¡±, argumenta.
Inquieto y sin quitar ojo de los 120 ejemplares del siglo veinte del diario oficial de la federaci¨®n, que recoge decretos y leyes mexicanas, est¨¢ Ernesto Cuenca, de 56 a?os. Lleva 15 a?os viniendo a esta librer¨ªa, que surte muchas veces a su tienda de antig¨¹edades Viriathus, a unas cuadras. Este lector lamenta el cierre de la librer¨ªa. ¡°Si ya de por s¨ª hay poca lectura en el pa¨ªs, es triste que cierren estos peque?os y encantadores lugares¡±. La librer¨ªa est¨¢ cada vez m¨¢s alborotada y la fila de fuera no hace m¨¢s que crecer. Carlos Pati?o, de 70 a?os, sale con una sonrisa. Ha conseguido sus ejemplares de Juan Rulfo y est¨¢ deseando llegar a casa. ¡°Ya me voy, Rulfo es la esencia de la literatura mexicana y lo consegu¨ª bien barato¡±, dice emocionado.
A pesar de ser una librer¨ªa antigua o de ¡°viejo¡± como muchos la definen, el local est¨¢ repleto de j¨®venes. Jorge Alberto y Erick Mart¨ªnez, ambos de 19 a?os, andan buscando entre monta?as de ejemplares, pero ya con cuatro o cinco libros elegidos. Mart¨ªnez se decanta por la filosof¨ªa y las letras cl¨¢sicas, Jorge por la historia del arte. ¡°Es una pena que desaparezcan estas peque?as librer¨ªas tradicionales¡±, dice Mart¨ªnez, que conoci¨® el lugar en 2017 y no suelta el libro El Banquete, de Plat¨®n. Los j¨®venes, a pesar de su inter¨¦s por ambas especialidades, no esconden que tambi¨¦n vienen por los precios, al igual que muchos clientes que no conoc¨ªan el lugar pero que ven en este sitio una oportunidad de adquirir buenos ejemplares en medio de una crisis que no atisba un final.
¡°Estos d¨ªas est¨¢ viniendo gente de Veracruz, de Puebla y de muchos lugares lejanos. Es algo que realmente me emociona¡±, dice Hern¨¢ndez. Hasta ese d¨ªa hab¨ªa m¨¢s de 100.000 libros, asegura, aunque muchos los ha trasladado a un local en La Condesa que abrir¨¢ en agosto y tendr¨¢ chilaquiles a la venta. ¡°Esto nos ha hecho reinventarnos, la crisis nos ha golpeado muy duro porque vivimos de la librer¨ªa¡±, agrega.
En 25 a?os el olor a antiguo a¨²n no ha desaparecido de este local. Historia de las matem¨¢ticas, la nota roja de los a?os 50 en M¨¦xico o astrolog¨ªa son algunos de los miles de temas que invaden sus estanter¨ªas. A trav¨¦s del espejo no ha podido con la pandemia.
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