El fiasco de una desescalada impulsiva en Israel
El Gobierno de Netanyahu reimpone restricciones por el rebrote exponencial de los contagios
El primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu se jactaba en mayo de que numerosos mandatarios extranjeros le telefoneaban para interesarse por su exitosa contenci¨®n de la pandemia. No era para menos. Israel, con nueve millones de habitantes, emerg¨ªa de la crisis sanitaria con unos 20.000 casos de covid-19 que apenas hab¨ªan causado tres centenares de muertes. El gobernante orden¨® entonces la desescalada general para reactivar con urgencia una econom¨ªa en estado de coma, con una contracci¨®n prevista del 6% del Producto Interior Bruto, a causa del prolongado confinamiento.
Con las cuentas bancarias y las neveras vaci¨¢ndose en muchos hogares, reabrieron aceleradamente todas las escuelas y centros comerciales, los bares y sinagogas, las playas volvieron a verse desbordadas de ba?istas y en las calles los ciudadanos deambulaban confiados sin mascarillas, con la sensaci¨®n de haber superado la peor plaga en un siglo. La tasa de desempleo, mientras tanto, se hab¨ªa disparado del 4% al 25%, con una cobertura de prestaciones p¨²blicas que se sit¨²a a la cola de los pa¨ªses de la OCDE.
A partir del mes de junio Israel ha experimentado un crecimiento exponencial de los contagios, que pasaron de unas decenas diarios a m¨¢s de un millar en los ¨²ltimos d¨ªas. Ahora son m¨¢s de 30.000 los casos de coronavirus declarados, aunque la mortalidad sigue manteni¨¦ndose a raya (342 fallecimientos), en un pa¨ªs relativamente joven en el que solo un 12% de la poblaci¨®n supera los 65 a?os, frente al 20% en Espa?a o el 22% en Italia.
Despu¨¦s de haber tenido que frenar la reactivaci¨®n econ¨®mica, Netanyahu ha dado marcha atr¨¢s para reimponer confinamientos, restricciones y sanciones. La Kneset (Parlamento) ha otorgado en la madrugada de este martes poderes de emergencia al Gobierno a fin de legislar por decreto sobre las medidas de contenci¨®n. Pocas horas antes, el Gabinete ordenaba el cierre de bares, salas de fiestas y centros culturales, as¨ª como la clausura de gimnasios y piscinas. Los restaurantes, lugares de culto y autobuses solo podr¨¢n acoger hasta dos decenas de comensales, fieles o viajeros. Ese es el l¨ªmite fijado tambi¨¦n para cualquier reuni¨®n p¨²blica, siempre que los asistentes se cubran con mascarillas y est¨¦n separados al menos dos metros. El 30% de los empleados p¨²blicos han sido enviados a teletrabajar en sus domicilios.
¡°Est¨¢ muy claro que la pandemia se est¨¢ expandiendo cada d¨ªa y con casos graves (88, el doble que la semana anterior), lo que amenaza con llegar a paralizar nuestro sistema sanitario¡±, reconoci¨® el primer ministro. ¡°La experiencia de Israel debe servir de lecci¨®n para los dem¨¢s pa¨ªses¡±, dijo a Reuters el epidemi¨®logo Hagal Levine. ¡°No se puede pasar de un extremo al otro, de un confinamiento total a un acelerado levantamiento de las restricciones sin planificaci¨®n adecuada. Esto es un marat¨®n, no un esprint¡±, enfatiz¨® este profesor de la Escuela de Salud P¨²blica de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n.
La impulsiva reapertura de los colegios ¡ªdonde se registraron hace un mes los primeros rebrotes masivos, que obligaron a clausurar m¨¢s de dos centenares de centros¡ª y las carencias en el sistema de rastreo de los contagios ¡ªintegrado por un equipo de menos de 30 sanitarios, seg¨²n el canal 12 (privado) de televisi¨®n¡ª son las algunas de las principales lecciones que se derivan del fiasco israel¨ª en la contenci¨®n de la pandemia, de acuerdo con el analista de Haaretz, Ido Efrati.
¡°El ministro de Sanidad, Yuli Edelstein, permiti¨® que los estudiantes se quitaran las mascarillas durante una ola de calor, mientras intentaba al mismo tiempo convencer a la poblaci¨®n de que continuara us¨¢ndolas¡±, destaca Efrati como ejemplo de las contradicciones de las autoridades. La confianza de los israel¨ªes en la gesti¨®n gubernamental de la crisis sanitaria est¨¢ ahora en una de sus cotas m¨¢s bajas. Un 59% desconf¨ªa de las medidas sanitarias adoptadas y un 72% cuestiona la gesti¨®n de la recuperaci¨®n de la econom¨ªa, seg¨²n una encuesta difundida por el canal 11 (estatal) de televisi¨®n.
La directora de Salud P¨²blica, Siegal Sadetzki, present¨® el martes su dimisi¨®n despu¨¦s de que sus advertencias sobre los riesgos de una desescalada acelerada hayan sido ignoradas. ¡°Los logros alcanzados durante la primera oleada han quedado suprimidos a causa de la amplia y r¨¢pida reapertura de la econom¨ªa¡±, asegur¨® en su p¨¢gina en Facebook.
No dejan de surgir en el Estado jud¨ªo las voces que claman por el regreso del Ej¨¦rcito ¡ªque ya particip¨® durante los meses de marzo y abril con expertos en inteligencia y log¨ªstica¡ª al equipo que controla la situaci¨®n de emergencia en el Ministerio de Sanidad. Tras haber concentrado su atenci¨®n en las ¨²ltimas semanas en el plan de anexi¨®n parcial de Cisjordania, Netanyahu teme que el ministro de Defensa y socio clave de la coalici¨®n gubernamental, Benny Gantz, acapare protagonismo ante la opini¨®n p¨²blica en detrimento de su propia imagen.
¡°Todo apunta a que la situaci¨®n est¨¢ empeorando, por el diluvio de nuevos casos y es urgente reducir el repunte de infecciones. En caso contrario, ser¨¢ inevitable adoptar medidas estrictas, como el confinamiento (general)¡±, alertaba en Yedioth Ahronoth el profesor Doront Gazit, miembro del equipo de an¨¢lisis sobre el coronavirus de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n. Este experto considera que la autorizaci¨®n de actos p¨²blicos con hasta 250 asistentes durante el mes de junio ha influido en la escalada de la pandemia, al disparar unas tasas de contagios que superan a las de la primera oleada en primavera.
¡°Hemos perdido el control sobre el virus¡±
¡°Hemos perdido el control sobre el virus¡±, ha concluido el profesor del Instituto Weizmann Eli Wachsman, jefe del equipo de asesores m¨¦dicos del primer ministro israel¨ª. ¡°No tenemos informaci¨®n sobre el 90% de los infectados¡±, alert¨® ante las c¨¢maras del Canal 12. ¡°Cuando se registran m¨¢s de mil casos diarios de infectados es porque no podemos cortar la cadena de contagios¡±.
Decenas de miles israel¨ªes han recibido mensajes de texto desde el pasado fin de semana en el que se les alerta de que deben someterse a cuarentena tras haber permanecido en contacto con un portador del virus confirmado. Israel ha reintroducido el sistema de rastreo de los m¨®viles de los infectados ¡ªy de las personas con las que hayan estado al menos dos minutos a una distancia inferior de 1,5 metros¡ª por el Shin Bet (servicio secreto interior).
El recurso a los sistemas electr¨®nicos de geolocalizaci¨®n de sospechosos de actividades terroristas en la sanidad p¨²blica, utilizado durante tres meses en Israel, fue cuestionado por el Tribunal Supremo, que impuso al Gobierno su aprobaci¨®n previa por el Legislativo. Varias ONG israel¨ªes defensoras de los derechos humanos hab¨ªan impugnado la medida ante la justicia por considerarla ¡°una violaci¨®n injustificada de la vida privada¡±.
Otra de las quejas contra el rastreo de m¨®viles se?ala que est¨¢ basado en el sistema bluetooth, impreciso para medir la distancia de separaci¨®n. Una aplicaci¨®n de descarga voluntaria distribuida por la Estrella de David Roja utiliza la localizaci¨®n por GPS. Aunque la orden de someterse a autoaislamiento es ejecutiva y puede acarrear multas en caso de incumplimiento, responsables del Ministerio de Sanidad han reconocido en la Kneset que solo una cuarta parte de los afectados la est¨¢ acatando.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
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