Espa?a multiplica casi por ocho los casos de Italia en el ¨²ltimo mes
El pa¨ªs alpino mantiene el estado de emergencia contra el virus
La m¨¢s que delicada situaci¨®n que atraviesa Espa?a en la lucha contra el coronavirus no solo se hace evidente al repasar la cifra de rebrotes o la evoluci¨®n de la pandemia en todo el continente (se ha convertido ya en el pa¨ªs con m¨¢s contagios), sino al comparar sus cifras con las de Italia, el primer Estado europeo en el que aterriz¨® la pandemia. Espa?a, con 47 millones de habitantes, ha registrado en el ¨²ltimo mes 60.454 nuevos contagios de coronavirus, 7,5 veces m¨¢s que los 7.927 contabilizados en Italia (60 millones de habitantes), seg¨²n los datos recogidos hasta la semana pasada por la Universidad Johns Hopkins.
Aunque es cierto que la gravedad de los casos es mayor en Italia (267 fallecidos en el ¨²ltimo mes frente a 100 en Espa?a) y que los datos no siempre son del todo comparables por la forma de elaborar las estad¨ªsticas, lo abultad¨ªsimo de las diferencias invita sin duda a buscar disparidades en la gesti¨®n de la crisis.
La comunidad cient¨ªfica est¨¢ dividida sobre las razones por las que la circulaci¨®n del virus es tan baja en Italia y tambi¨¦n sobre si la panor¨¢mica que dibujan los datos oficiales es real. El pa¨ªs registr¨® siete casos por cada 100.000 habitantes (en los ¨²ltimos 14 d¨ªas contados hasta la semana pasada); en Portugal eran 25,1, en Francia 27,2; en B¨¦lgica superaba los 58 y en Espa?a eran 89,3. Hay quien se pregunta, como el reputado vir¨®logo Andrea Crisanti, si se est¨¢n haciendo suficientes pruebas en el pa¨ªs alpino o si se est¨¢ buscando en el lugar adecuado.
Estado de emergencia
Pero lo cierto es que el hecho de que en el pa¨ªs a¨²n siga vigente el estado de emergencia, decretado el 31 de enero, ha ayudado notablemente a contener los contagios, ya que es la ¨²nica forma de imponer restricciones tales como el cierre de locales y edificios, o de establecer confinamientos selectivos en barrios o incluso localidades enteras si es preciso, de manera casi inmediata, cuando se detectan los primeros casos, sin necesidad de contar con ninguna autorizaci¨®n externa.
En algunas localidades costeras, m¨¢s proclives a los contagios, como Ostia, se ha llegado a cerrar por precauci¨®n un establecimiento playero con un ¨²nico contagiado entre la plantilla de trabajadores, para realizar controles y rastrear la cadena de contactos del paciente infectado. A lo largo del pa¨ªs tambi¨¦n se han clausurado de forma temporal numerosos locales de restauraci¨®n o de ocio nocturno por no respetar la normativa de prevenci¨®n o en los que se ha descubierto alg¨²n positivo.
Apenas se detecta un nuevo brote, las autoridades imponen cuarentena obligatoria en el edificio, lugar de trabajo, barrio o localidad en cuesti¨®n, dependiendo de la magnitud del foco. Despu¨¦s se realizan pruebas a todo el mundo y se proh¨ªbe a los positivos salir de casa hasta que den negativo en dos ex¨¢menes de covid-19 seguidos. Quien se salte la cuarentena en estas circunstancias se enfrenta a multas de 1.000 euros y a penas de prisi¨®n.
Poner en marcha todo este mecanismo es m¨¢s sencillo y r¨¢pido en el marco del estado de emergencia. A finales de julio, el Ejecutivo de Giuseppe Conte ampli¨® la validez de este instrumento jur¨ªdico hasta el 15 de octubre, con el benepl¨¢cito del Parlamento. Aunque en un primer momento recibi¨® duras cr¨ªticas de la oposici¨®n, que clamaba contra la gran cantidad de poderes que concentra el primer ministro y su equipo en estos momentos.
Este estatus especial, adem¨¢s permite aumentar los sistemas de control y vigilancia. En Calabria, por ejemplo, el Ej¨¦rcito patrulla las principales zonas de fiesta y de concentraci¨®n de turistas y supervisa que se cumpla la normativa sobre la distancia social de al menos un metro y el uso de mascarillas siempre en espacios cerrados y al aire libre cuando no se pueda mantener la separaci¨®n m¨ªnima entre personas.
Siguiendo las prerrogativas que le concede el estado de emergencia, el Gobierno ha retrasado la reapertura de las discotecas y lugares cerrados de ocio nocturno, que estaba prevista para finales de junio. Por el momento solo pueden abrir de noche aquellos locales que cuenten con terrazas, jardines o espacios abiertos que permitan mantener el distanciamiento social. Las autoridades consideran que los rebrotes nacionales est¨¢n bajo control, pero temen los casos importados de pa¨ªses con una mayor difusi¨®n del virus, como Espa?a o Francia.
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