¡°El bicho llam¨® a mi puerta, pero no le abr¨ª¡±

La ventana al mundo de Arcadio Silvosa es la tele que le acaba de traer su hijo para hacerle m¨¢s llevadero el encierro. Este jueves por la tarde, sentado en su cuarto de unos 16 metros cuadrados, recorre la etapa m¨¢s larga del Tour de Francia 2020, entre Chauvigny y Sarran, chupando rueda de su ciclista favorito, Julian Alaphilippe. Silvosa, excronista deportivo, exjefe de Informativos de la SER y excorresponsal de EL PA?S en Lugo, es uno de los pocos residentes del centro DomusVi de la localidad lucense de Outeiro de Rei que han dado negativo en la ¨²ltima prueba PCR. Cada uno confinado en su habitaci¨®n, comparte residencia con m¨¢s de 180 usuarios, de los que 142 se contagiaron, adem¨¢s de 24 trabajadores. La Xunta acord¨® esta semana intervenirla despu¨¦s de que en un solo d¨ªa aflorasen 109 nuevos casos entre los internos.

El periodista que en 2011 dej¨® su oficio para saltar la barrera y ser concejal en Lugo est¨¢ ahora tan aislado que no sabe la suerte que han corrido ni sus m¨¢s cercanos compa?eros (seg¨²n los datos oficiales, en DomusVi Lugo ha habido ya tres muertes). Y sue?a con el d¨ªa que llama ¡°de la reunificaci¨®n¡±, cuando puedan volver a verse las caras ¡°en el comedor¡± o ¡°en la biblioteca¡±, esa sala donde permanece apagado el ordenador que ¨¦l usaba para escribir el blog del centro. Mientras tanto, los ¨²nicos seres vivos que ve son los trabajadores de esta residencia privada o el personal desplazado por la Xunta desde el Hospital Lucus Augusti tras la intervenci¨®n. ¡°En todo el d¨ªa solo veo entrar y salir de mi habitaci¨®n a los cazafantasmas¡±, comenta Silvosa por los equipos de protecci¨®n. ¡°Vivo encerrado, lo mismo que El Chicle¡±, bromea en referencia al hombre condenado a prisi¨®n permanente por el asesinato de Diana Quer. ¡°Lo que pasa es que a este carcelero m¨ªo no hay quien le robe las llaves¡±, dice por el coronavirus.

Van a cumplirse ya dos a?os desde que Arcadio Silvosa ingres¨® en la residencia DomusVi, despu¨¦s de pasar otros cuatro en un centro p¨²blico de Bergondo (A Coru?a). Tiene solo 61 a?os (¡°estoy dos d¨¦cadas por debajo de la media¡±), pero en 2012, no mucho despu¨¦s de entrar como edil independiente del PP en aquel Lugo convulso donde las investigaciones judiciales cercaban por entonces a cargos del PSOE, su vida se desplom¨® de golpe. El 22 de diciembre de aquel a?o, el concejal en la oposici¨®n hab¨ªa hecho declaraciones a la prensa, afirmando que su grupo no apoyar¨ªa los presupuestos del gobierno local. Y al caer la tarde, como todos los d¨ªas, sali¨® a correr por el paseo del r¨ªo Rato. Siempre hac¨ªa ¡°entre 12 y 14 kil¨®metros, salvo los s¨¢bados, que corr¨ªa 20¡±. Cuando regresaba a casa se sinti¨® mal y esa noche acab¨® en la UCI. El ictus paraliz¨® la mitad izquierda de su cuerpo. ¡°?De qu¨¦ me vali¨® hacer deporte y cuidarme tanto?¡±, se pregunta ahora Silvosa. ¡°De algo s¨ª... porque si no estar¨ªa muerto. El jefe de Neurocirug¨ªa me dijo que eso fue lo que me salv¨®, porque entr¨¦ pajarito en el hospital¡±.

Ocho a?os despu¨¦s, y con ayuda de un bast¨®n ligero, Silvosa ya logra caminar con las sesiones de fisioterapia que, desde que est¨¢ confinado, realiza a diario en su cuarto. ¡°Y en tu recuperaci¨®n, ?hasta d¨®nde crees que puedes llegar?¡±, le preguntan hoy. ¡°Hasta la puerta¡±, contesta ¨¦l con la retranca que ha tenido siempre. Esa puerta de su cuarto que solo se abre cuando entra alg¨²n cazafantasmas, pero que no dej¨® pasar al virus: ¡°En mi pasillo hubo 15 positivos, que son muchos... En mi habitaci¨®n el bicho se detuvo a llamar, pero no le abr¨ª¡±. El residente ocupa la peque?a zona de negativos que hay en un extremo de la planta primera. Seg¨²n le han contado los trabajadores, el centro se organiz¨® el d¨ªa de esta semana en que se dispararon los casos, y se cre¨® un ¨¢rea aislada de no infectados en cada uno de los tres pisos del inmueble. Esta fue la segunda noticia m¨¢s importante que recibieron los residentes despu¨¦s de aquel fat¨ªdico d¨ªa en que los reunieron a todos para anunciarles que se hab¨ªan detectado dos pruebas PCR positivas entre la plantilla.

M¨¢s informaci¨®n

La Xunta interviene la residencia DomusVi de Outeiro de Rei

A partir de ah¨ª, los casos se multiplicaron porque ¡°el bicho se engancha a cualquier cosa¡±, advierte Silvosa mientras cruza los dedos para que siga ¡°pasando de largo¡± despu¨¦s de haberlo ¡°rozado¡±. Adem¨¢s de ver la televisi¨®n, y compartir cuarto con Mariano Rajoy y Michael Robinson (tiene en la mesilla los libros de memorias de ambos) se informa todo el tiempo a trav¨¦s de la radio, su medio m¨¢s querido, al que dedic¨® 35 a?os. ¡°Echo de menos a mis compa?eros, echo de menos a los oyentes¡±, reconoce. Y ¡°entre la fisioterapia, la cama y la silla¡± pasa las 24 horas de cada jornada deseando recobrar ¡°la libertad¡±, y que los amigos lo recojan los mi¨¦rcoles para ir a comer pulpo a su pueblo, Castro de Rei. All¨ª, en su aldea natal de San Xi¨¢n de Mos, ha restaurado la casa de piedra que hered¨® de su madre con la idea de irse a vivir alg¨²n d¨ªa, cuando pase toda esta pesadilla y pueda valerse mejor.

¡°Unos 170 fallecidos¡± en las DomusVi gallegas, seg¨²n REDE

¡°Desde que nos anunciaron que hab¨ªa dos trabajadoras infectadas, se percibi¨® algo de ansiedad¡±, reconoce. ¡°Un amigo m¨ªo quer¨ªa que las enfermeras le tomasen la temperatura a cada paso¡± porque nada m¨¢s recibir la noticia crey¨® sentirse mal. DomusVi, el mayor grupo geri¨¢trico de Espa?a, es tambi¨¦n el que m¨¢s casos de infectados y fallecidos acumula en Galicia desde el comienzo de la pandemia. Tres de sus cuatro residencias m¨¢s golpeadas por el virus (Barreiro-Vigo, Ald¨¢n-Cangas y Lugo-Outeiro de Rei) fueron intervenidas, mientras que la m¨¢s afectada de todas (San L¨¢zaro-Santiago) fue vaciada por la Xunta de aquellos ancianos que permanec¨ªan sanos.

Seg¨²n la cuenta que lleva Paulino Campos, portavoz de la Federaci¨®n REDE (Familiares e Usuarios de Residencias e da Dependencia), desde marzo han fallecido ¡°entre 165 y 170 personas¡± que viv¨ªan en ¡°seis centros DomusVi¡±, no todas certificadas por covid-19, m¨¢s las tres por esta causa que ya han muerto de Outeiro de Rei. El total de usuarios infectados en la primera oleada, seg¨²n el mismo colectivo, fue de ¡°entre 380 y 400¡±, a los que hay que sumar los 142 de la residencia lucense que hoy representa el mayor foco en Galicia.

Pero Arcadio Silvosa est¨¢ determinado a no dejar ¡°pasar al bicho¡±. Dice que la plantilla del centro ¡°trabaja mucho¡±: ¡°Tienen que andar contra reloj; me recuerdan a las kellys¡±, comenta en referencia a las empleadas encargadas de hacer todas las camas de los hoteles. En el encierro, los residentes ¡°lo hacen todo en la habitaci¨®n¡±. ¡°Desayunamos, comemos, merendamos, cenamos...¡±, enumera el periodista su rutina cotidiana, ¡°apenas nos movemos, y eso mi cuerpo [antes tan fibroso] lo delata¡±.

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